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Arturo Fernández dimitirá en diferido de la patronal en 2015 para blindar a Rosell
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JUAN PABLO LÁZARO SE PERFILA COMO SUCESOR

Arturo Fernández dimitirá en diferido de la patronal en 2015 para blindar a Rosell

Atrapado entre la espada y la pared por el caso de las tarjetas de Caja Madrid, Arturo Fernández se ha visto obligado a renunciar de sus cargos en CEIM y CEOE.

Foto: El presidente de la patronal madrileña CEIM, Arturo Fernández (EFE)
El presidente de la patronal madrileña CEIM, Arturo Fernández (EFE)

Atrapado entre la espada y la pared por el caso de las tarjetas VIP de Caja Madrid, Arturo Fernández se ha visto obligado a renunciar de sus cargos al frente de CEIM, la patronal madrileña, y de CEOE, donde es vicepresidente primero. Pero no lo hará de inmediato, sino que será una especie de "dimisión en diferido". Según fuentes cercanas al empresario, su salida definitiva se producirá después de las elecciones de diciembre, en las que Juan Rosell se juega su reelección, para la que el apoyo de Fernández resulta decisivo. Para sustituirle se perfila su número dos en Madrid, Juan Pablo Lázaro.

Según las fuentes consultadas, este martes se reunirán tanto el comité ejecutivo como la junta directiva de CEIM, ante los que Arturo Fernández propondrá un plan de "sucesión ordenada". Esto significa que anunciará su renuncia al cargo pero que esta no se hará efectiva hasta el próximo año, una vez que se haya celebrado la asamblea de la CEOE en que debe votarse a su presidente. Según publicaba ayer EFE, Fernández pedirá un “voto de confianza para rematar los proyectos que pusimos en marcha tras las elecciones de marzo” ante la junta directiva de CEIM. Finalizado este proceso, convocará elecciones, a las que no se presentará y que se celebrarán después de las de CEOE, previstas para diciembre.

Vídeo: Fernández no se presentará a la reelección

Asimismo, las fuentes afirman que presentará su dimisión a Rosell como vicepresidente de CEOE y que este la aceptará, pero de nuevo su salida se pospondrá hasta después de las citadas elecciones de la patronal. La razón es que CEIM –la asociación más importante dentro de la patronal– fue el principal apoyo de Rosell para acceder a la presidencia hace cuatro años, cuando Fernández se decantó por el catalán en contra del andaluz Santiago Herrero. Y sin dicho apoyo, ahora peligraría su reelección, algo que tanto Fernández como Rosell pretenden evitar a toda costa.

La tarjetas importan menos que Rosell

Este objetivo se ha situado por encima del daño de imagen que puede causar a la patronal la implicación de Arturo Fernández en las tarjetas black de Caja Madrid y Bankia, y del propio código ético de la CEOE, como informó El Confidencial. Dicho documento establece que "todos los afectados por este Código deben evitar cualquier conducta que, aun sin violar la ley, pueda perjudicar la reputación de la CEOE y afectar de forma negativa a sus intereses”.

Los presidentes de la CEOE, Juan Rosell (d), y de la patronal madrileña CEIM, Arturo Fernández. (EFE)
Aunque Fernández no fue de los consejeros y directivos que más dinero gastaron con las tarjetas opacas –37.300 euros–, sí fue el que logró rizar el rizo, ya que buena parte de esos dispendios fueron a parar a su propia empresa de restauración, Arturo Cantoblanco. Algo que también hacía su cuñado, el expresidente de CEOE hoy encarcelado, Gerardo Díaz Ferrán, quien realizó un trasvase de fondos de su tarjeta a las empresas de Arturo por 49.000 euros.

Cascada de escándalos

El escándalo de las tarjetas de Caja Madrid –cuya última víctima ha sido Juan Iranzo, que ayer dimitió como consejero de Red Eléctrica– es el enésimo que afecta al todavía presidente de la patronal madrileña. Se ha visto involucrado en acusaciones de impagos a Hacienda, a la Seguridad Social y a su personal, y de abono de nóminas en dinero negro; abandonó el servicio de cafetería de la Asamblea de Madrid y tuvo que salir de RTVE, donde provocó una intoxicación alimentaria. También ha perdido sus negocios con los colegios concertados. De hecho, se ha visto obligado a solicitar el preconcurso de acreedores para su grupo hostelero.

Su sustituto cuando finalmente se haga efectiva la dimisión, según las fuentes citadas, será Juan Pablo Lázaro, su número dos en CEIM y presidente del Club Financiero Génova. Ya en las elecciones a la CEIM de marzo, cuando la imagen de Fernández había sufrido un fuerte deterioro, dio por sentado que no agotaría su mandato, sino que transferiría el poder a Lázaro en un tiempo prudencial para evitar cambios abruptos en la patronal madrileña. Este plan le sirvió para derrotar a su oponente, Hilario Alfaro. Y ahora debe acelerarse tras el escándalo de las tarjetas black. Pero no demasiado. Al menos, no hasta que Rosell sea reelegido.

Atrapado entre la espada y la pared por el caso de las tarjetas VIP de Caja Madrid, Arturo Fernández se ha visto obligado a renunciar de sus cargos al frente de CEIM, la patronal madrileña, y de CEOE, donde es vicepresidente primero. Pero no lo hará de inmediato, sino que será una especie de "dimisión en diferido". Según fuentes cercanas al empresario, su salida definitiva se producirá después de las elecciones de diciembre, en las que Juan Rosell se juega su reelección, para la que el apoyo de Fernández resulta decisivo. Para sustituirle se perfila su número dos en Madrid, Juan Pablo Lázaro.

Juan Rosell CEOE Rodrigo Rato
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