Anticorrupción interroga a Villar Mir y Florentino Pérez por una adjudicación

La Fiscalía Anticorrupción interroga este lunes a Villar Mir, presidente de la constructora OHL, en calidad de investigado y al presidente de Dragados, Florentino Pérez, éste en calidad de testigo, por el presunto amaño en la adjudicación de un hospital en Mallorca en 2006 y considerada la obra más cara de la capital balear.

Según ha podido saber El Confidencial, Villar Mir tendrá que declarar sobre el presunto y frustrado amaño del concurso para construir el Hospital Universitario de Son Espases pactado con Jaume Matas, quien también será interrogado en calidad de imputado el martes. En este caso, el fiscal se trasladará a la cárcel de Segovia donde se encuentra interno tras ser condenado a nueve meses de prisión por tráfico de influencias en el caso Palma Arena. Los delitos por los que se les investigan son prevaricación, fraude y falsedad documental.

La adjudicación fue para Dragados

El presidente de Dragados está citado porque finalmente la adjudicación fue otorgada a su empresa. Sin embargo, fuentes del caso señalan que en este momento de las pesquisas, Florentino Pérez va como testigo. Según las investigaciones, Matas estaba dispuesto a entregarle la obra a OHL aunque al final hubo un cambio y se la llevó Dragados.

Precisamente respecto a este asunto, hace unas semanas el Juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 1 de Palma desestimó el recurso interpuesto por el grupo OHL contra la adjudicación del contrato de concesión de obra pública para la construcción, explotación y conservación del Hospital de Dureta Son Espases, después de que la obra fuera adjudicada a Dragados en diciembre de 2006.

Ya en septiembre de 2007, el Tribunal Superior de Justicia de Baleares rechazó la solicitud de la unión de empresas (UTE) liderada por la constructora OHL de suspender cautelarmente la adjudicación de las obras al entender que la ejecución del proyecto encargado a Dragados le supondría un daño irreparable. La empresa de Florentino Pérez pasó a ser la ganadora y solicitó una indemnización de 63 millones de euros.