La CNMC enseña tarjeta amarilla a las TV por su falta reiterada de protección al menor

La CNMC ha emprendido una cruzada contra las televisiones en un enésimo y definitivo intento por conseguir en España que los horarios de las programaciones respeten la protección especial de los menores de edad. El organismo regulador ha disparado a discreción hasta un total de ocho requerimientos a las compañías operadoras para que adecúen sus contenidos antes de que sea inevitable la apertura de los correspondientes procedimientos sancionadores.

La entidad encargada de vigilar el correcto funcionamiento de los mercados ha extendido sus funciones al sector audiovisual asumiendo las tareas que tradicionalmente correspondían a la Secretaría de Estado de Telecomunicaciones y Sociedad de la Información (SETSI). La CNMC considera que España necesita un marco general de supervisión que permita identificar primero y evitar después las transgresiones habituales de la Ley General de Comunicación Audiovisual (LOGCA) del año 2010.

Una de las primeras misiones de la nueva subdirección audiovisual de la CNMC es la garantía y calificación de los contenidos, tanto en lo que se refiere al horario comprometido de emisión como también en lo que concierne a la protección de los menores. Este segundo apartado se ha convertido en una piedra de toque esencial para calibrar la eficacia del organismo supervisor porque la mayor parte de plataformas competidoras no terminan de ajustar sus programaciones con el carácter estricto que marca la legislación vigente.

La entidad que preside José María Marín Quemada tuvo que abrir sendos expedientes sancionadores en marzo a Atresmedia y Mediaset por la emisión de “escenas e imágenes, cuyos contenidos audiovisuales podrían ser inadecuados para todos los públicos". La CNMC apuntaba directamente a El programa de Ana Rosa y a Espejo Público, que emiten diariamente las mencionadas plataformas televisivas y señalaba la posibilidad de que ambas fueran sancionadas con multas de 100.000 a 500.000 euros.

Los dos procedimientos administrativos se interpretaron como un aviso inicial a navegantes, entre otros motivos porque el periodo de investigación habilitado en el expediente tenía un horizonte de hasta seis meses, que termina precisamente este mes de septiembre. Coincidiendo en la misma fecha, la CNMC ha emitido ahora una recriminación generalizada bajo amenaza de eventuales sanciones a los principales canales de televisión. El regulador trata de hacer valer su estrategia de ‘persuasión’ antes de que sean necesarias medidas más drásticas en el sector.

Con este objetivo más conciliador, la CNMC ha puesto en marcha un grupo de trabajo para renegociar con las televisiones los criterios del Código de Autorregulación de Menores que ha estado vigente en la última década. El organismo regulador quiere unificar la clasificación por edades y, lo que es más importante, hacerla extensiva no sólo a la televisión en abierto, sino también a los canales de pago y a los contenidos emitidos en internet.