Villar Mir lleva al Gobierno al Supremo por el agujero de la autopista de Barajas

Uno puede ser marqués, pero tentarse la ropa con el Gobierno. Es lo que ha hecho Juan Miguel Villar Mir, presidente de OHL, la constructora que ha demandado al Ministerio de Fomento por el agujero de la autopista de peaje que une Madrid con el Aeropuerto de Barajas. La compañía ha presentado dos contenciosos administrativos en la alta instancia judicial porque el Estado se niega a indemnizar por las pérdidas ocasionadas en esta concesión de pago.

Según indican fuentes de OHL, el pasado mes de junio el Tribunal Supremo admitió a trámite los dos contenciosos contra la desestimación del Ministerio de Fomento de compensarle económicamente porque la autopista de peaje no ha sido rentable, tal y como se esperaba cuando la compañía ganó, en alianza con Itinere (Sacyr y Citi) la contrata para construir el Eje Aeropuerto por 327,81 millones de euros en 2003.

En aquel contrato de adjudicación, se especificaba que el Estado se haría cargo de las pérdidas en el caso de que los dueños de las tierras expropiadas reclamasen un pago mayor por el terreno por donde se trazaría la carretera o en el caso de que el tráfico de la autovía no fuera suficiente para generara unos ingresos que compensaran los costes financieros. La autopista ha sido un fiasco desde el primer día, desde que José María Aznar la inaugurase antes de que estuviese construida.

Larga batalla judicial

Los problemas han llegado ahora al Tribunal Supremo, pero la batalla judicial viene de lejos. OHL presentó las primeras reclamaciones administrativas entre 2008 y 2009 por la “inviabilidad económica” de la concesión desde el origen porque el número de coches que pasaban por el peaje era sensiblemente inferior al proyectado cuando se licitó el contrato. La constructora exigió el requilibrio financiero y la nulidad de la concesión, con la devolución del dinero invertido hasta ese momento. A 30 de junio de 2014, la Administración todavía no había emitido ninguna resolución sobre las numerosas quejas de Villar Mir.

Entre otras, destacan las que cursó en 2012 cuando pidió 4,5 millones de euros en una cuenta de compensación que Fomentó le denegó por no tener dinero o “falta de dotación presupuestaria”, exigencia que acabó en la Audiencia Nacional en noviembre de 2013. En el pasado ejercicio, el marqués de Villar Mir exigió otros 4,2 millones por el mismo motivo y otros 26,2 millones en concepto de préstamo participativo para tapar un socavón que se iba agrandando. Unos requerimientos que le fueron denegados y que también están pendientes de juicio en la Audiencia Nacional desde enero de 2014.

Factura de 64,89 millones de euros

Para tapar el agujero de este curso, OHL ha vuelto a pedir otros 3,89 millones y otro préstamo participativo de 26,1 millones. En total, la compañía dirigida desde octubre de 2013 por Josep Piqué le ha pasado al Estado una factura de de 64,89 millones de euros, el 20% del coste inicial de la construcción del Eje Aeropuerto. Una autopista, que como otras ocho que se fomentaron en la última etapa del Gobierno de Aznar, está en suspensión de pagos y pendiente de administración judicial para aprobar su liquidación.

Un final que el Gobierno está intentando evitar con un acuerdo con la banca, la cual aceptaría una quita del 50% sobre una deuda financiera de 4.500 millones. La solución, que se lleva negociando sin éxito desde hace casi dos años, cuando las primeras autovías solicitaron el concurso de acreedores, sigue encontrando piedras en el camino. La última propuesta de Ana Pastor, tutelada por la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaria, fue rechazada por Santander, BBVA, Caixaban, Popular, Bankia y Sabadell.

El nuevo plazo límite para alcanzar un acuerdo es el 18 de septiembre, la fecha en la que la junta de acreedores de la autopista Oxaña-La Roda tiene que aprobar la liquidación de este peaje en manos de Ferrovial y Sacyr. Una decisión que ya ha sido pospuesta dos veces por petición expresa de Pastor, ya que, si esta concesión es declarada en quiebra, el resto seguirá el mismo camino.