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El derrumbe en bolsa impide a los bancos reforzar su capital como les pide el BCE
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ESPÍRITO SANTO EXTIENDE LA DESCONFIANZA EN EL SECTOR

El derrumbe en bolsa impide a los bancos reforzar su capital como les pide el BCE

La crisis del Espirito Santo provocó un derrumbe de la banca europea en bolsa que impedirá a las entidades ejecutar sus planes para reforzar su nivel de capital.

Foto: Luis de Guindos y el presidente del BCE Mario Draghi. (EFE)
Luis de Guindos y el presidente del BCE Mario Draghi. (EFE)

La crisis del Banco Espírito Santo alcanzó ayer su punto álgido y provocó un derrumbe de toda la banca europea en bolsa que tiene una grave consecuencia: las entidades no van a poder llevar a cabo sus planes para reforzar el capital. Es el caso de Popular, que ayer suspendió la emisión prevista de CoCos (las nuevas preferentes), o de Ibercaja, que tampoco logra colocar su ampliación de capital. Asimismo, la nueva colocación de una participación del Estado en Bankia tendrá que esperar. Con todo ello, las entidades no podrán cumplir de momento la petición del BCE de incrementar su solvencia ante los test de estrés.

"El BCE nos ha pedido a todas las entidades medianas que reforcemos nuestro capital", admite un alto cargo de una de ellas. "No se trata sólo de si vamos a suspender o no los test de estrés, porque es difícil saberlo a priori; más bien es que Draghi quiere evitar cualquier susto una vez que asuma la supervisión, y nos ha pedido que aprovechemos el buen momento de mercado para ello", añade.

Dentro de esa recomendación hay que encuadrar la emisión de 500 millones en CoCos (bonos convertibles contingentes) anunciada la semana pasada por el Popular, cuyas características permitían que contara para los test de estrés y que pretendía aprovechar el buen momento de mercado comparado con el de su primera emisión de este tipo: en octubre tuvo que pagar un cupón perpetuo del 11,5%, mientras que ahora el mercado pedía en torno al 7%-7,5%. Sin embargo, la mala evolución del mercado ha secado el apetito inversor a esos precios, por lo que la entidad ha preferido aplazar la colocación a tiempos más tranquilos.

Como adelantó la semana pasada El Confidencial, la misma situación ha sufrido Ibercaja en su intento de captar inversores para una ampliación de 300 millones. En principio, la emisión recibió muy buena acogida en el mercado, pero la desconfianza generada por Espírito Santo ha impedido colocarla al precio que esperaba obtener su presidente, Amado Franco. Como tampoco es una cuestión de vida o muerte para la entidad aragonesa, también esperará que se calmen las aguas del mercado.

Liberbank se ha salvado, pero Bankia tendrá que esperar

Al final, la única entidad que sí ha conseguido reforzar su capital ha sido Liberbank, que colocó su ampliación de 500 millones antes de que estallara la tormenta. No obstante, esta le ha hecho mucho daño en los últimos días: la entidad que preside Manuel Menéndez ha perdido el 14,4% en las cuatro últimas sesiones, afectada también por Espírito Santo, donde tiene una pequeña posición de 2,5 millones. Algunas fuentes añaden que también le ha afectado el escándalo de Gowex por la desconfianza que ha generado entre los gestores por las empresas españolas nuevas, medianas, poco conocidas y que han apelado al mercado recientemente.

BMN también ha estado viendo inversores con vistas a reforzar su solvencia; el banco que preside Carlos Egea tiene previsto salir a bolsa en la primera mitad de 2015. El giro del mercado también ha dado al traste con las intenciones del FROB de vender otro 11% de Bankia. Como también informó El Confidencial, algunos bancos de inversión empezaron a sondear a los inversores ante el fin del período de lock-up tras la colocación del 7,5% del capital en febrero, pero entonces el mercado se frenó. Dado que este exige un descuento mayor que en febrero –por la mala evolución de Bankia en bolsa en este período, el FROB necesitaba que el valor cotizara a niveles de 1,58-1,60 euros para conseguir un precio similar al de entonces: 1,51. Ahora, con la crisis actual, no tendrá más remedio que aplazar durante un largo período esos planes: el jueves Bankia cerró en 1,42, y llegó a caer a 1,35.

El drama de Espírito Santo se agrava

Espírito Santo fue suspendido ayer de cotización por el supervisor de los mercados portugués cuando se desplomaba el 17% y acumulaba una caída superior al 20% en cuatro sesiones. El miércoles, Moody's recortó en tres escalones el rating de su matriz, Espírito Santo Financial Group (ESFG), desde 'B2' a 'Caa2', al borde de la calificación de insolvencia. A finales del pasado mes de mayo, una auditoría encontró una deuda oculta de 1.200 millones en otro de los holdings del confuso entramado del grupo portugués, ESI (Espírito Santo International).

Este escándalo provocó la dimisión de su presidente y obligó al banco a realizar una ampliación a toda velocidad de 1.000 millones, que cubrió con éxito. El problema es que los que acudieron a esa operación han sufrido fuertes pérdidas: el valor cotizaba a 1,111 euros el 10 de junio, el día antes de la operación, y ayer fue suspendido cuando se encontraba en 0,509, lo que significa un derrumbe del 54,2%. La situación se ha agravado por el rechazo del Banco de Portugal al nuevo consejero delegado propuesto por la entidad.

Esto provocó fuertes caídas generalizadas en la banca europea y española. Así, los títulos de Sabadell cedieron un 2,40%, los de CaixaBank un 3,06%, los de Popular un 1,95% y los de Bankinter un 2,21%. En el caso de BBVA, perdió el 1,97%, Santander el 2,35% y Bankia, el 1,19%.

La crisis del Banco Espírito Santo alcanzó ayer su punto álgido y provocó un derrumbe de toda la banca europea en bolsa que tiene una grave consecuencia: las entidades no van a poder llevar a cabo sus planes para reforzar el capital. Es el caso de Popular, que ayer suspendió la emisión prevista de CoCos (las nuevas preferentes), o de Ibercaja, que tampoco logra colocar su ampliación de capital. Asimismo, la nueva colocación de una participación del Estado en Bankia tendrá que esperar. Con todo ello, las entidades no podrán cumplir de momento la petición del BCE de incrementar su solvencia ante los test de estrés.

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