Telefónica asegura un precio variable en la venta del 20% de su red alemana a Drillisch

Telefónica ha remitido a la Comisión Europea el acuerdo firmado con el tercer operador móvil virtual (OMV) de Alemania, Drillisch Group, que representa la última moneda de cambio para que las autoridades de competencia de Bruselas otorguen luz verde a la pretendida compra de E-Plus. Los términos generales establecen que Drillish tendrá acceso al 20% de la red de Telefónica en el mercado germano, ampliable en un 10%, pero la clave del contrato está en la letra pequeña. La operadora española ha asegurado que la relación comercial con su futuro inquilino no se determine a precio fijo, sino mediante un modelo de capacidad indiciado al coste de las nuevas generaciones de telefonía móvil.

El establecimiento de un precio variable en este tipo de transacciones es fundamental con vistas al inevitable proceso de consolidación sectorial en Europa. Las ‘telecos’ se mueven dentro de un mercado muy intensivo de capital que requiere importante esfuerzos financieros para actualizar la disposición de los servicios más avanzados por parte de las grandes operadoras. La compartición de redes es pieza esencial en el desarrollo natural del sector, pero los agentes involucrados en el negocio necesitan disponer de una garantía que permita la monetización de datos o, lo que es igual, la puesta en valor de sus más costosas infraestructuras decomunicaciones.

Bajo este principio elemental, el convenio suscrito con Drillisch se fundamenta en un programa de implantación progresiva, lo que se conoce como glide path, a lo largo de los próximos cinco años. Telefónica Deutschland, la filial alemana de la multinacional española, permitirá al operador virtual el acceso a la red conjunta que se derive de la eventual fusión con E-Plus, así como también a los desarrollos tecnológicos que se puedan llevar a cabo en el futuro. En definitiva, se trata de un acuerdo mayorista habitual en la política comercial de Telefónica y que permitirá reducir el coste estimado de E-Plus, calculado en 8.200 millones si se incluye el efectivo y el pago en acciones.

La condición sine qua non impuesta por Telefónica para evitar un precio regulado en la cesión de la red que surja de la fusión con E-Plus se ha visto favorecida por el ‘paraíso’ que supone Alemania para los operadores móviles virtuales. Más de un centenar de compañías sobreviven en infraestructuras ajenas con una cuota de mercado del 20%, muy superior al 14% que tienen los OMV en España. Drillisch es el tercero en discordia dentro de este colectivo, con un total de dos millones de clientes, y el acuerdo con la operadora española se considera estratégico para acercarse a los niveles de su gran competidor, United Internet, con casi tres millones de suscriptores. Por delante y a larga distancia de ambos figura Freenet, con casi 13 millones de abonados.

Los detalles del acuerdo con Drillisch no han pasado desapercibidos para los analistas internacionales, que han valorado la adaptación de Telefónica a los requerimientos de Bruselas, pero dentro de lo que se califica como un ‘ajuste razonable’ que reduce de cuatro a tres el número de operadores con red propia, al tiempo que aumenta la competencia por el lado de los operadores virtuales. La compañía que surja tras la compra efectiva de E-Plus llevará a cabo también una reserva de espectro durante dieciocho meses en las bandas 2.100 y 2.600 megaherciosa la espera de que algún inversor quiera incorporarse como nuevo entrante en el mercado germano de telefonía móvil.

Ampliación de capital de 2.500 millones

El gran proyecto de concentración que está sobre la mesa de la Comisión Europea se remonta al pasado 23 de julio del pasado año, cuando Telefónica cerró en La Haya con la holandesa KPN la compra de su filial alemana E-Plus. Después de un primer tira y afloja con Carlos Slim en su calidad de accionista de KPN, la compañía que preside César Alierta notificó los términos de su plan a la Dirección General de Competencia de la Unión Europea, que encabeza el español Joaquín Almunia.

Las discusiones con Bruselas no han sido nada fáciles, como demuestra el retraso en la aprobación de un acuerdo, que será resuelto de manera definitiva el próximo día 10. Previamente, es factible que el Colegio de Comisarios comunique este miércoles una primera autorización condicionada. Telefónica tiene ahora que luchar contra el reloj para obtener la financiación inmediata de una operación que se quiere materializar antes de que termine el mes de julio.

La operadora española deberá culminar en las tres próximas semanas una ampliación de capital en su filial alemana por un importe estimado en torno a los 2.500 millones de euros. Esta inyección será destinada al pago en efectivo de los 4.140 millones comprometidos directamente por Telefónica con KPN. La multinacional holandesa dispondrá, además, de un 20,5% en el capital de la futura Telefónica Deutschland, empresa integrada con E-Plus y que está llamada a convertirse en el primer operador de telefonía móvil en Alemania por número de clientes y tercero en volumen de ingresos.