Sareb bajará más los precios de los pisos para competir con los bancos accionistas
Belén Romana ha dado un puñetazo en la mesa ante la diferencia entre las fuertes ventas de sus principales accionistas y las de la propia Sareb.
Belén Romana, la presidenta del banco malo, ha dado un puñetazo en la mesa ante la fuerte diferencia entre las ventas de inmuebles de sus principales accionistas, los grandes bancos, y las de la propia Sareb. Ante esta situación, en el último consejo de la sociedad advirtió a los representantes de las entidades que va a rebajar más los precios de venta de sus activos para poder competir con ellos, según fuentes conocedoras de la situación. Una medida que contrasta con la decisión de muchos bancos de frenar los descensos acometidos de los últimos años, y que se justifica por la presión sobre Sareb para acelerar las ventas ante las pérdidas que va a sufrir por las nuevas normas contables impuestas por el Banco de España.
El problema es que la diferencia ha sido enorme en 2013 y se ha mantenido en los primeros meses de 2014. El año pasado, Sareb logró vender 9.000 unidades y lo consideró todo un éxito al ser su primer ejercicio, mientras que los principales bancos accionistas –Santander, CaixaBank, Sabadell, Popular y Bankinter– colocaron casi 60.000 (que se elevan hasta 80.000 si incluimos a BBVA, que se negó a participar en el banco malo, como es sabido). En el primer trimestre, las ventas de Sareb ascendieron a 3.800, frente a las aproximadamente 14.000 de sus accionistas (19.000 con BBVA).
Esta situación es la que ha acabado de hartar a Romana, que ha decidido tomar medidas para acelerar las operaciones del banco malo. Un portavoz de Sareb explica que no se trata de una bajada lineal de precios, sino de adecuarse a la situación de cada mercado individual, lo que supondrá rebajas en muchos casos pero no en todos. Como ha venido informando El Confidencial, inicialmente Sareb impuso unos precios mínimos de venta un 25% superiores a los de traspaso, lo que hizo que no vendiera prácticamente nada. Romana acabó con esta estrategia del dimitido Walter de Luna y permitió que el precio de cada piso se adaptara a los de su entorno, lo que supuso una bajada generalizada de precios. Ahora, se trata de dar una nueva vuelta de tuerca a esta estrategia.
Precisamente, la decisión de Romana es justamente la contraria de la que han adoptado este año algunos de los grandes bancos: frenar la bajada de precios porque consideran que no merece la pena "tirarlos" como hasta ahora –de hecho, llegaron a vender a pérdida para deshacerse de los peores activos–, puesto que ha aparecido demanda solvente a los niveles actuales. Es más, ahora prefieren centrarse en el comprador minorista, con el que puede conseguir márgenes mayores aun a costa de reducir el volumen de ventas.
Este enfrentamiento deriva del conflicto de intereses de los bancos al ser a la vez accionistas y competidores de Sareb, puesto que la banca sana también tiene muchísimos inmuebles adjudicados de los que se tiene que desprender. Un conflicto que es irresoluble por mucho que los cuatro representantes de las entidades en el consejo se abstengan cuando se tratan materias que afectan a sus entidades (en realidad, todas les afectan). Algunas fuentes aseguran que "los bancos están en Sareb para tener información de primera mano sobre su estrategia [es la mayor inmobiliaria de España e incluso de Europa, según se mire] para poder anticiparse a ella. Eso se va a ver muy claro en los pisos que han vendido los bancos este año y los que ha vendido Sareb".
Vender más para minimizar las pérdidas
Sareb tiene ahora una fuerte presión para acelerar sus ventas por culpa de la obligación de provisionar el deterioro de valor de sus activos que le ha impuesto el Banco de España, lo que ha enfrentado a Romana con el gobernador Luis María Linde puesto que Sareb considera que está cambiando las reglas a mitad del partido, ya que fue el propio supervisor quien impuso los precios de traspaso de los activos desde las entidades rescatadas. La consecuencia de esta obligación es que el banco malo se despedirá de los beneficios esperados en 2014 y 2015, así como de la rentabilidad del 13% prometida a sus accionistas.
Así que ahora debe acelerar todo lo posible las ventas, aunque sea a costa de robar mercado a sus propios accionistas con una estrategia más agresiva en precios. Salvo que Luis de Guindos, el protector de Romana, aplique la nueva normativa que ha aprobado a última hora para poder suavizar la norma contable. Una norma que, según Economía, no va a utilizar para "salvar a la Sareb", pese a que todo el mundo ha interpretado que ésa es su intención.
El cambio contable y la bajada de precios se producen justo en el momento en que Sareb ha sacado a concurso su plataforma de ventas para tratar de vender más pagando comisiones más elevadas de las que ahora abona a las entidades rescatadas, que siguen vendiendo sus antiguos inmuebles. Precios más bajos con comisiones más altas significan menores márgenes, algo que Sareb debe compensar con un fuerte incremento del volumen.
Belén Romana, la presidenta del banco malo, ha dado un puñetazo en la mesa ante la fuerte diferencia entre las ventas de inmuebles de sus principales accionistas, los grandes bancos, y las de la propia Sareb. Ante esta situación, en el último consejo de la sociedad advirtió a los representantes de las entidades que va a rebajar más los precios de venta de sus activos para poder competir con ellos, según fuentes conocedoras de la situación. Una medida que contrasta con la decisión de muchos bancos de frenar los descensos acometidos de los últimos años, y que se justifica por la presión sobre Sareb para acelerar las ventas ante las pérdidas que va a sufrir por las nuevas normas contables impuestas por el Banco de España.