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Bankia puede liberar 2.000 millones de provisiones, pero se niega por cautela
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LOS ANALISTAS CREEN QUE PUEDE DISPARAR SU RENTABILIDAD

Bankia puede liberar 2.000 millones de provisiones, pero se niega por cautela

La remontada de Bankia ha llevado a varios analistas a llamar la atención sobre su exceso de provisiones: la entidad podría liberar más de 2.000 millones este año

Foto: El presidente de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri. (Efe)
El presidente de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri. (Efe)

La remontada de Bankia tras el abismo de la nacionalización y el rescate ha llevado a varios analistas de primera fila a llamar la atención sobre su exceso de provisiones: la entidad que preside José Ignacio Goirigolzarri podría liberar más de 2.000 millones y dedicarlos a beneficio o a la devolución de las ayudas públicas. Sin embargo, prefiere mantener la cautela y responde a estas demandas para incrementar su rentabilidad con una negativa a liberar este exceso, por lo menos antes del próximo año. En todo caso, se trata de una señal más de la salida del abismo de la entidad y de la mejoría del sector, pero también del temor del mismo a que la recuperación actual se venga abajo como la de 2011.

La firma más agresiva en este análisis es Morgan Stanley, cuyo analista Álvaro Serrano estima que "el nivel de provisiones en el libro corporativo triplica al de sus competidores y la morosidad reconocida es el doble, con una exposición no significativa a Real Estate [inmobiliario, por el traspaso a Sareb], el exceso de provisiones sería de €3bn asumiendo un coste de riesgo recurrente de 60 puntos básicos". Eso se traduce en 1.400 millones de exceso de capital, lo que le daría un core capital del 13,5% en 2016, le permitiría empezar a pagar dividendos en 2014 y dar una rentabilidad por este concepto del 4,2% en 2015.

A su juicio, "cuando concluya completamente la reestructuración, Bankia tendrá la mayor productividad del sector a pesar de la baja rentabilidad de sus activos, lo que se traduce en 2,5 puntos porcentuales de ventaja en ROE frente a sus competidores". Esta firma tiene el mayor precio objetivo para el valor, de 1,60 euros por acción.

Morgan Stanley no es el único que piensa así. Su competidor Santander, a través de su conocido analista Javier Echanove, explica que "la mayor cobertura de la morosidad, una menor exposición al ladrillo y una clasificación de los morosos más estricta podrían propiciar sorpresas en los beneficios ya que las provisiones pueden bajar más de lo esperado", aunque no cuantifica con exactitud el exceso de provisiones del banco nacionalizado.

En el centro, el director general de presidencia de Bankia, José Sevilla. (Bankia)
A su juicio, Bankia es uno de los bancos más rentables entre sus competidores. No obstante, todavía hay margen de mejora en la medida en que reduzca el coste de sus depósitos (actualmente son los segundos más caros en el sector). En cuanto a la calidad de los activos, considera que el nivel de morosidad ha llegado a su máximo y que en los siguientes trimestres se experimentarán descensos en términos absolutos. Su argumento está apoyado por el hecho de que el 40% de la cartera de morosos es subjetiva, es decir, esos créditos se han incluido ahí por motivos de prudencia aunque no hayan impagado realmente.

Goldman Sachs se suma a esta corriente y considera que las ingentes provisiones dotadas con el dinero del rescate permitirán una fuerte reducción de esta partida en los próximos años: después de dotar 21.500 millones en 2012 y 1.450 en 2013, prevé que se reduzcan a 830 este año y que bajen a 400 en 2018. Y calcula que el exceso de provisiones actual se sitúa en 1.300 millones. En su opinión, las dos grandes palancas con que cuenta Bankia son esa reducción de provisiones y el exceso de capital gracias al reconocimiento de los DTA (activos fiscales diferidos). Entre ambos efectos, este banco de inversión estima que Bankia puede subir otro 40% en bolsa.

Goirigolzarri opta por la prudencia

Sin embargo, Goirigolzarri prefiere no escuchar estos cantos de sirena y mantener el nivel actual de provisiones. Al menos, hasta que tenga constancia de la solidez de la recuperación actual, cosa que no ocurrirá como mínimo hasta el próximo año. "Liberar provisiones sería el camino más fácil para incrementar el beneficio y empezar a pagar dividendo al FROB y a los accionistas minoritarios, pero Bankia no va a coger ese camino porque no se va a arriesgar a que las cosas empeoren inesperadamente. Va a esperar hasta tener las cosas más claras", explica una fuente cercana a la entidad.

Sede de Bankia. (Efe)
Esta prudencia coincide con la del resto del sector, que ha renunciado a liberar las provisiones dotadas para los préstamos refinanciados, tal como le permite la nueva ley aprobada a fin de año. La banca no olvida que la morosidad sigue creciendo –sobre todo en pymes– y existen grandes incertidumbres sobre la recuperación económica; nadie se quiere arriesgar a que ocurra lo mismo que en 2011, cuando los 'brotes verdes' incluyendo la mejoría de la morosidad dieron paso a una nueva recesión. Además, el sector asegura que el mercado prefiere que las utilicen para completar el saneamiento de balances en vez de para inflar el beneficio.

Es exactamente el mismo caso de Bankia, con la agravante de que no puede jugar con los 22.400 millones de dinero público inyectados para su rescate. Su objetivo es devolver lo máximo posible de esa cantidad, pero, sobre todo, no necesitar más ayudas. Por eso, antes que devolverlo rápido prefiere esperar el tiempo que sea necesario y retornar lo más posible. De ahí que mantenga la cautela de momento. Y mientras tanto, pretende perseverar en la reducción de los tipos de los depósitos (cuyo volumen ha empezado a crecer por primera vez), como sus competidores, y confiar en que el techo de la morosidad sea fiable, al contrario del de 2011.

La remontada de Bankia tras el abismo de la nacionalización y el rescate ha llevado a varios analistas de primera fila a llamar la atención sobre su exceso de provisiones: la entidad que preside José Ignacio Goirigolzarri podría liberar más de 2.000 millones y dedicarlos a beneficio o a la devolución de las ayudas públicas. Sin embargo, prefiere mantener la cautela y responde a estas demandas para incrementar su rentabilidad con una negativa a liberar este exceso, por lo menos antes del próximo año. En todo caso, se trata de una señal más de la salida del abismo de la entidad y de la mejoría del sector, pero también del temor del mismo a que la recuperación actual se venga abajo como la de 2011.

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