Los españoles pagaremos el concurso de Marina d'Or: Sareb y CAM, sus acreedores
Los ciudadanos españoles pagaremos el concurso de acreedores de la filial promotora de Marina dOr, ya que sus principales acreedores son Sareb y CAM.
Los ciudadanos españoles somos los grandes perjudicados por el concurso de acreedores presentado por la filial promotora de Marina d'Or, puesto que sus principales acreedores son Sareb –participada al 45% por el FROB– y la CAM, cuya exposición inmobiliaria está cubierta por el EPA (esquema de protección de activos) concedido a su comprador, Banco Sabadell. Entre los dos acumulan 98 de los aproximadamente 100 millones de deuda de esta compañía. Los otros 2 corresponden a CaixaBank, mientras que Popular tiene otros 100 que segregó en 2012 en otras empresas que no ha entrado en concurso.
Según fuentes conocedoras de la situación, el banco malo acumula unos 82 millones de deuda de la compañía en concurso, Marina d'Or-Loger, cuyo nombre se ha cambiado por Comercializadora Mediterránea de Viviendas. El grueso procede de Bankia, unos 79 millones, y ha heredado otros 3 a partes iguales entre Banco de Valencia y la antigua Caixa Galicia. Por su parte, Sabadell tiene una exposición de 16 millones, la mayoría de los cuales proceden de la CAM y están cubiertos con EPA, aunque también hay una pequeña parte concedida por el propio banco catalán.
El Juzgado de lo Mercantil número 1 de Castellón ha declarado en concurso voluntario de acreedores a esta filial, encargada de comercializar los apartamentos en el complejo Marina d'Or, situado en la localidad castellonense de Oropesa del Mar. Según un auto de este juzgado con fecha 24 de abril de 2014, la empresa solicitó la declaración del concurso voluntario, que ha justificado en el estado de insolvencia y la imposibilidad de atender regularmente sus obligaciones.
Según las fuentes consultadas, han sido los acreedores los que han forzado esta declaración ante los meses acumulados de impago y la inviabilidad de llegar a un acuerdo con el propietario de Marina d'Or, Jesús Ger, por las "disparatadas pretensiones" de este. Las diferentes refinanciaciones del grupo desde 2008 habían reducido notablemente la deuda mediante la dación en pago de muchos apartamentos que posteriormente intentaron vender los bancos –el Sabadell ha sido particularmente activo con fuertes rebajas de precios, como hizo también con el residencial del 'Pocero' en Seseña–.
Pretensiones inasumibles por los acreedores
Estas refinanciaciones fijaban un calendario de pagos que Ger incumplía siempre por dos meses; es decir, siempre tenía dos recibos impagados, el límite para que no se le considerase moroso y no se le pudiera ejecutar. La situación empeoró hace siete meses, cuando dejó de abonar cualquier cuota, lo que provocó un último intento de los bancos por renegociar la deuda para evitar la suspensión de pagos. Sin embargo, el promotor de origen catalán se descolgó con unas condiciones inasumibles para los acreedores: quitas superiores al 50%, un notable alargamiento del plazo para el resto, unos tipos de interés propios de la burbuja, de Euribor más un punto, e incluso inyecciones adicionales de liquidez para acometer nuevos proyectos.
Ante esta situación, Ger ha optado por presentar el concurso voluntario antes de que lo hicieran los acreedores, porque en ese caso habría sido concurso doloso y habría tenido que asumir responsabilidades penales. Las fuentes consultadas aseguran que la única salida es la liquidación ordenada puesto que la empresa es inviable, pero que tiene el problema de que hay viviendas prevendidas a terceros que han pagado una señal y que están judicializadas. Por tanto, es preciso resolver ese problema antes de liquidar todos los activos.
Fin de un sueño megalómano
El grupo Marina d'Or insistió ayer en que el concurso afecta sólo a esta filial y deja fuera la empresa que gestiona los hoteles del complejo vacacional de Oropesa. Asimismo, aseguró que está al corriente de pago con los empleados y proveedores de la compañía concursada. Igualmente, afirmó que "el concurso de acreedores no es de liquidación, sino con una idea de continuidad de la empresa a la espera de que la actividad constructora se reactive".
En todo caso, implica el fin de uno de los sueños más megalómanos de la burbuja inmobiliaria, ya que en su cúspide Jesús Ger tenía el proyecto de salir a bolsa para realizar una ampliación de Marina d'Or de 18 millones de metros cuadrados con una inversión de 6.000 millones. Se trataba de un complejo de 40.000 viviendas, con cuatro hoteles que iban a reproducir los arrecifes del Caribe, los canales de Venecia, los Alpes (con una pista de esquí al aire libre de un kilómetro) y los jardines de Versalles, incluyendo el Arco de Triunfo y la Torre Eiffel. También iba a tener distintas zonas de ocio y comerciales que recreaban la torre de Pisa, un típico café americano, un poblado japonés o un volcán, así como un balneario y tres campos de golf.
Los ciudadanos españoles somos los grandes perjudicados por el concurso de acreedores presentado por la filial promotora de Marina d'Or, puesto que sus principales acreedores son Sareb –participada al 45% por el FROB– y la CAM, cuya exposición inmobiliaria está cubierta por el EPA (esquema de protección de activos) concedido a su comprador, Banco Sabadell. Entre los dos acumulan 98 de los aproximadamente 100 millones de deuda de esta compañía. Los otros 2 corresponden a CaixaBank, mientras que Popular tiene otros 100 que segregó en 2012 en otras empresas que no ha entrado en concurso.