Desigual sale de China dos años después de instalarse en el gigante asiático
La Gran Muralla china ha resultado demasiado alta para Desigual. La empresa que preside Thomas Meyer ha optado por cerrar sus dos tiendas y retirarse de ese país
La Gran Muralla china ha resultado demasiado alta para Desigual. La empresa que preside Thomas Meyer ha optado por cerrar sus dos tiendas en la China continental y retirarse de ese país para centrarse en otros mercados de Asia, como Japón y Singapur.
Desigual se ha marchado del mercado chino y ha abandonado sus planes de expansión, si bien se mantendrá presente en el mercado de Hong Kong, según explica la web especializada en moda Modaes.es.
La compañía venderá en China, pero sólo con corners en centros comerciales y a través de internet. Las dos tiendas propias que tenían en Shanghai han cerrado y en Pekín nunca llegó a tener presencia alguna.
Uno de los problemas de crecer comercialmente en China es lo elevado de los alquileres y las dificultades para tener grandes tiendas, dos factores que han frenado el crecimiento en el país del grupo que preside Thomas Meyer.
Objetivos de Eurazeo
El revés se produce tras la entrada en el capital de Desigual de grupo de capital riesgo francés Eurazeo. Precisamente, una de las prioridades del grupo galo es que la firma catalana crezca en el mercado asiático. Pero descartada China, la alternativa pasa por Japón y, en menor medida, por Singapur.
Desigual llegó a Asia en 2006, cuando abrió su primera tienda en Singapur. Era la primera vez que salía fuera de España. Mientras que en este país y en Japón la experiencia ha sido positiva, en China no tanto, y eso que incluso se nombró en 2011 un vicepresidente para Asia, Jordi Balsells Valls, que se instaló en Hong Kong.
El objetivo era crecer en China e incluso abrir algún centro logístico y el plan consistía en ir ganando presencia con tiendas de 100 m, pero la evolución del mercado inmobiliario en el gigante asiático lo ha hecho inviable. La idea era abrir cinco tiendas en el área de Shanghai, pero al final sólo fueron dos, una de ellas en el aeropuerto de esta gran metrópoli, y que han sido las que ahora se han cerrado. En la capital ni se llegó a hacer planteamiento alguno por parte de la empresa de moda catalana.
Según explican fuentes del sector, se da la circunstancia paradójica de que buena parte de la ropa que vende Desigual proviene de China, uno de sus principales países de producción, junto con India y Marruecos. Es decir, la compañía no consigue vender en uno de los países en el que más suele comprar.
Margen en Asia y fortaleza en Europa
De los 24 puntos de venta que tiene Desigual en Asia y Oceanía, una decena están en Japón y siete en Singapur. En ambos países, la marca ha tenido una buena acogida, pero por tamaño es en el mercado nipón donde cuenta con margen para crecer y expandirse tanto como pretende el fondo de capital riesgo galo Eurazeo. Los franceses quieren que Desigual doble su tamaño para que puedan sacarlo a bolsa, igual que han hecho con otras inversiones de moda anteriores.
El grupo, en cambio, es muy fuerte en Europa, en especial en Francia, que se encuentra muy cerca de superar a España en volumen de ventas. Las ventas de Francia ya son el 20% del grupo y las que se registran en España suponen el 31% de la facturación, según la información hecha pública por Eurazeo tras su adquisición.
Desigual está presidida por Thomas Meyer y es, en este momento, la marca de moda revelación en España. Facturó 828 millones en 2013. El crecimiento del grupo fue impulsado por su máximo directivo y principal cerebro, Manel Adell, que dejó la compañía tras vender su 30% por 200 millones de euros, una valoración que se ha quedado muy corta, después de ver la que ha llevado a cabo Eurazeo.
La Gran Muralla china ha resultado demasiado alta para Desigual. La empresa que preside Thomas Meyer ha optado por cerrar sus dos tiendas en la China continental y retirarse de ese país para centrarse en otros mercados de Asia, como Japón y Singapur.
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