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Los bancos que suspendan los test de estrés podrán recibir nuevas ayudas públicas
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EL ESCENARIO ADVERSO SE SUAVIZA A UN PIB DEL -1,2%

Los bancos que suspendan los test de estrés podrán recibir nuevas ayudas públicas

Las entidades españolas que suspendan los test de estrés podrán ser rescatadas de nuevo con dinero público, según fuentes del Banco de España.

Foto: El gobernador del Banco de España, Luis María Linde. (EFE)
El gobernador del Banco de España, Luis María Linde. (EFE)

Las entidades españolas que suspendan los test de estrés podrán ser rescatadas de nuevo con dinero público, según confirmaron el martes fuentes del Banco de España. No obstante, se trata de una hipótesis poco probable, a diferencia de lo ocurrido en los ejercicios de 2012, que arrojaron unas ayudas estatales de 41.000 millones. Ahora el número de suspensos debería ser muy bajo y sus necesidades de capital, "manejables". Además, el escenario adverso se ha suavizado notablemente respecto a las intenciones iniciales de la EBA (Autoridad bancaria Europea): contempla una caída del PIB de sólo el 1,2% frente al 6% inicialmente planteado.

La EBA hizo ayer públicos los escenarios para el ejercicio al que someterá a toda la banca europea, antes de que el BCE asuma la supervisión de todas las entidades de más de 30.000 millones en activos de la zona euro. El escenario base tomará las previsiones de la Comisión Europea: para España, un crecimiento del PIB del 1% en 2014, del 1,7% en 2015 y del 2,2% en 2016; un paro que se reducirá al 23,2% desde el 26,4% en que cerró 2013; y una caída del precio de la vivienda del 4,3% este año, para pasar a crecimientos positivos del 0,3% en 2015 y del 3,5% en 2016. Para aprobar este escenario, habrá que contar con un core capital del 8% calculado según las normas de Basilea III vigentes en 2016 (es decir, phased in).

Sobre este escenario, se aplican una serie de posibles shocks de todo tipo: crisis en EEUU y Japón, salidas masivas de capitales de los países emergentes, subidas de tipos a corto y a largo en Europa, caídas de la bolsa, endurecimiento del crédito, desplome del consumo y la inversión, etc. El resultado se traduce en un escenario adverso que resta 5,9 puntos de PIB al escenario base, como adelantó El Confidencial, lo cual implica un descenso del 0,3% en 2014, del 1% en 2015 y una recuperación del 0,1% en 2016. Es decir, una caída acumulativa de sólo el 1,2%, que se justifica porque "el BCE ha tenido en consideración que la economía española ya ha sufrido buena parte de esos ajustes, y es menos probable que sufra una nueva caída de esa magnitud; sería la tercera recesión, algo que no ha ocurrido nunca en la historia", según las fuentes citadas.

De ahí que la diferencia entre el escenario base y el adverso sea menor en España (-5,9 puntos) que en otros países, como Alemania (-7,6), Francia (-6,0), Italia (-6,1) o Reino Unido (-7,6). En cuanto a las otras variables, el escenario adverso contempla un paro del 27,1% para nuestro país al final del período y un descenso del precio de la vivienda del 7,5% este año y del 3% el próximo, con una ligera recuperación del 0,9% en 2016. Eso implica una caída acumulativa del 9,6% y una diferencia con el escenario base de 9,1 puntos. Para aprobar el escenario adverso hace falta un core capital del 5,5% calculado de la misma forma que en el base.

El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi. (EFE)
Por tanto, tras esta suavización del escenario, es mucho más difícil que suspendan las entidades españolas. Ahora bien, hay algunos elementos que endurecen el ejercicio, como también ha adelantado este diario. Por un lado, se van a exigir las llamadas "provisiones colectivas", que no son obligatorias en España –aunque algunos bancos sí las tienen–, que se usan en otros países para cubrir los créditos que no están en mora; para paliar ese déficit, se podrán utilizar las provisiones genéricas (anticíclicas) y subestándar (para créditos que no están en mora pero corren el riesgo de estarlo) que aún mantengan las entidades tras la crisis, y traspasar las específicas que sobren de activos que no se hayan deteriorado tanto como se temía. Esto no debería conducir a suspensos generalizados, pero sí empeorar las notas globales de la banca española.

Por otro, el Banco de España no podrá suavizar totalmente el impacto de la penalización que van a imponer estos ejercicios a la deuda pública en manos de los bancos. Así, tendrán que apuntarse el 60% de las pérdidas que origine el escenario adverso en la cartera disponible para la venta (donde las entidades tienen el grueso de los bonos del Estado), a pesar de que en la actualidad existe una "dispensa" que les permite no apuntarse esas pérdidas cuando se producen en la realidad. Ambos elementos pueden incrementar el número de suspensos entre las 16 entidades españolas que se someterán a la prueba: Santader, BBVA, CaixaBank, Bankia, Sabadell, Popular, Unicaja, Ibercaja, Kutxabank, Ceiss, NCG Banco, Catalunya Banc, Ceiss, Cajamar, BMN y Liberbank.

Amplias facilidades para cubrir el déficit de capital

¿Y qué les pasa a los que suspendan? La EBA publicó ayer también unos plazos y condiciones muy laxos para recapitalizarse. Si el suspenso llega en el escenario base –cosa muy poco probable–, las entidades tendrán seis meses para cubrir el déficit detectado y deberán hacerlo con capital de la máxima calidad. Y si se produce, como es normal, en el escenario adverso, el plazo se amplía hasta nueve meses y también las formas de arreglarlo. Así, se contempla la posibilidad de venta de activos y la emisión de CoCos (bonos convertibles contingentes, las 'nuevas preferentes'). De hecho, se tendrán en cuenta los CoCos ya emitidos por entidades españolas como Popular, BBVA y Santander.

Sólo en el caso de que no fueran capaces de emitir capital o CoCos en mercado, ni tampoco de cubrir el déficit con venta de activos, las entidades que suspendan podrán ser rescatadas con dinero público. En ese caso, se seguirá el mismo esquema que en los test de Oliver Wyman de 2012: será el FROB el encargado de aportar los fondos y estas ayudas tendrán que ser aprobadas por Bruselas, que a cambio impondrá una dura reestructuración de los bancos suspendidos. Este sistema será sustituido por el nuevo mecanismo único de resolución y su fondo conjunto de 55.000 millones una vez que el BCE sea el supervisor único (mecanismo con el que también se podrá utilizar dinero público en último extremo), es decir, precisamente después de los test de estrés.

Las entidades españolas que suspendan los test de estrés podrán ser rescatadas de nuevo con dinero público, según confirmaron el martes fuentes del Banco de España. No obstante, se trata de una hipótesis poco probable, a diferencia de lo ocurrido en los ejercicios de 2012, que arrojaron unas ayudas estatales de 41.000 millones. Ahora el número de suspensos debería ser muy bajo y sus necesidades de capital, "manejables". Además, el escenario adverso se ha suavizado notablemente respecto a las intenciones iniciales de la EBA (Autoridad bancaria Europea): contempla una caída del PIB de sólo el 1,2% frente al 6% inicialmente planteado.

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