Montoro abre una inspección a Telefónica en pleno cerco fiscal a las grandes del Ibex

El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, no parece dispuesto a ceder en su cruzada para incrementar la recaudación fiscal. Y las principales compañías del país no están al margen de su supervisión. Al punto que, según admite Telefónica en su informe anual, el Fisco le abrió una amplia inspección durante el año 2013, en virtud de la cual revisará diferentes figuras tributarias de la firma durante el último lustro. Desde la llegada al poder del Partido Popular, el Ejecutivo se ha quejado sin ambages de que las grandes empresas no pagan suficientes impuestos y, de hecho, ya ha dejado claro que la reforma en ciernes dará pasos para cerrar esa brecha.

"En julio de 2013, se iniciaron nuevas actuaciones de inspección de varias de las compañías incluidas en el Grupo fiscal 24/90, del cual Telefónica S.A. es la sociedad dominante -expone la teleco de César Alierta en el documento remitido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV)-. Los conceptos y períodos que están siendo objeto de comprobación son el Impuesto sobre Sociedades para los ejercicios 2008 a 2011 y el Impuesto sobre el Valor Añadido, retenciones e ingresos sobre rendimientos del trabajo personal, sobre capital mobiliario e inmobiliario y sobre rendimiento de no residentes para el segundo semestre de 2009 y los ejercicios 2010 y 2011". Todo una disección al desempeño fiscal de la compañía.

Eso sí, para Telefónica no se trata de algo nuevo. No en vano este proceso arranca después de que la multinacional haya logrado cerrar -asumiendo ciertos costes- relevantes litigios pendientes con la Agencia Tributaria. "En 2012 también finalizaron las actuaciones inspectoras de los ejercicios 2005 a 2007 para todos los impuestos, con la firma de Actas en Conformidad de las del Impuesto de Sociedades por un importe en cuota de 135 millones de euros, y en Disconformidad por los conceptos con los que la Compañía no está de acuerdo", exponen las cuentas anuales correspondientes al año 2013.

En todo caso, la firma quiere dejar claro que este último desencuentro no dará lugar a cuota tributaria alguna, ya que las discrepancias existentes entre la firma y el Ministerio de Hacienda afectan a la valoración de bases imponibles negativas a compensar en próximos ejercicios. "Frente al referido Acuerdo de liquidación se interpuso recurso de reposición ante la Delegación Central de Grandes Contribuyentes de la Agencia Estatal de la Administración Tributaria, sin que se haya recibido a día de hoy resolución del mismo", zanja el grupo en la información remitida al supervisor.

Ya en su penúltimo informe anual, el correspondiente a 2012, Telefónica daba cuenta del final de otro proceso tributario, llevado a las más altas instancias judiciales. "En el año (...) ha finalizado el litigio que la Compañía mantenía en el Tribunal Supremo y cuya ejecución ha tenido lugar en octubre, en relación con las Actas de Inspección del Grupo consolidado fiscal en España, por el Impuesto sobre Sociedades de los ejercicios 1998 a 2000, estimando parcialmente el Tribunal Supremo las alegaciones presentadas por el Grupo. La cuota finalmente ingresada ha sido de 110 millones de euros, si bien parte de esa cantidad será recuperable en el futuro", argumentaba la teleco.

No obstante, el grupo no prevé que ni los contenciosos pendientes de resolución ni la última investigación abierta en 2013 tengan impacto alguno en sus balances. "Como consecuencia del proceso de inspección en curso y de los ejercicios pendientes de inspeccionar, no se estima que exista una necesidad de registrar pasivos adicionales en las cuentas anuales de Telefónica, S.A.", remacha el informe.

Grandes empresas en el foco

Más allá de expedientes puntuales, la tesis del Ejecutivo es que las empresas del Ibex no pagan suficientes impuestos. El propio presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, que ya lo sostuvo en el Congreso, volvió sobre el tema en la reciente asamblea anual del Instituto de la Empresa Familiar, foro que aglutina a grandes empresarios nacionales, desde los Entrecanales a los Roig, pasando por los Lara, Andic, Puig o Polanco, entre otros. "Van a bajar los tipos nominales [de Sociedades], pero los efectivos se irán acercando a los nominales", dijo para buen entendedor. Y es que la maraña de deducciones es lo que actualmente aprovechan los grandes grupos para rebajar su cuota.

Lo explicaba más técnicamente el secretario de Estado de Hacienda, Miguel Ferre, en una entrevista mantenida con El País allá por julio pasado. Entonces no ocultaba que la intención del Ministerio era "aumentar la tributación efectiva de las grandes empresas". Y lo argumentaba: "Los impuestos que pagan las grandes empresas están por debajo de lo que pagan las más pequeñas. La frontera la podíamos poner en una facturación de 7 a 10 millones de euros. De ahí para abajo, la tributación efectiva, como media, es superior a la de las empresas que facturan más. El tipo medio efectivo está rondado el 15%. Es una muestra clara de la ineficiencia del sistema tributario que hay que corregir".

El informe presentado por el comité de sabios designado por el Ministerio de Hacienda no cuestiona la mayor y anticipa la reforma que viene. "El Impuesto sobre Sociedades español se caracteriza en la actualidad por la existencia de tipos de gravamen nominales elevados que coexisten con tipos efectivos reducidos para las empresas que son capaces de optimizar las numerosas deducciones que contiene el tributo (...) Sus deducciones generan elevados costes recaudatorios sin apenas efectos positivos sobre la economía nacional", disecciona el análisis. Todo un aviso a navegantes.