Sacyr confía en la bondad contable de Montoro para financiar las obras del Canal

Sacyr negocia a dos bandas para salvar el conflicto internacional generado por la paralización de las obras del Canal de Panamá. La constructora española confía en la paciencia del administrador de la vía marítima del país centroamericano, Jorge Quijano, y en la magnanimidad de Cristóbal Montoro para que el Gobierno apoye con garantías la financiación del último tramo del proyecto que une los océanos Atlántico y Pacífico.

Según fuentes próximas a las conversaciones, Manuel Manrique ha mantenido conversaciones con el ministro de Hacienda para que Compañía Española de Seguros de Crédito a la Exportación (Cesce), la aseguradora que avala el riesgo de Sacyr en la ampliación del Canal de Panamá, convierta el contrato inicial de incumplimiento de obra en uno que suponga la garantía de una línea de crédito.

En teoría, esta decisión correspondería al ministro de Economía, Luis de Guindos, ya que la aseguradora pública Cesce está bajo la gestión de la Secretaría de Estado de Economía. Pero Manrique ha tirado de la afinidad geográfica –él y Montoro son naturales de Jaén– y de su amistad personal, ya que el despacho de abogado –Equipo Económico– del actual ministro de Hacienda trabajó en su día en el conflicto entre Repsol, Pemex y Sacyr, según fuentes conocedoras del caso.

Hasta la fecha, el Gobierno ha negado por boca de Ana Pastor, la ministra de Fomento, que el Ejecutivo vaya a dar dinero a Sacyr para que concluya las obras de las terceras esclusas del Canal. Pero la responsable de infraestructuras no supo explicar el papel de Cesce, que le concedió un aval público de 160 millones para poder adjudicarse la obra. Una ayuda que fue calificada por el Tribunal de Cuentas como imprudente y que ahora se convertirá en un riesgo mayor si se accede a la petición de Sacyr.

De Guindos no está por la labor de contribuir a ese cambio de concepto que supone asumir la posibilidad de impago. Pero la decisión se tomará este jueves en la Comisión Delegada que preside Soraya Sáenz de Santamaría, para ser rubricada por el Consejo de Ministros del viernes. Para esta fecha se confía en que Zurich, la aseguradora que cubre el riesgo de paralización de las obras por 400 millones de dólares, también haya firmado la transformación del seguro en una línea de crédito.

Distintas fuentes apuntan a que la teoría que saldrá adelante es la de Montoro, porque España se juega mucho como país. De hecho, el Gobierno ya se implicó de manera institucional con el viaje de Pastor a Panamá a los pocos días de que Sacyr amenazara con no concluir sus trabajos si el Canal no le reconocía unos sobrecostes de 1.600 millones de dólares, 1.200 millones de dólares. De no llegar a un acuerdo, la imagen de la Marca España sufriría un duro golpe, más teniendo en cuenta el apoyo público que el Ejecutivo de Mariano Rajoy ha dado a proyectos como el del AVE de Arabia Saudí entre Medica y la Meca, el tren de alta velocidad de Brasil o el metro de Riad, entre otras obras de infraestructuras.

El alto comisionado para la Marca España, Carlos Espinosa de los Monteros, ya advirtió días atrás de que la imagen del país probablemente se deteriorará en Panamá como consecuencia del conflicto abierto entre la Autoridad del Canal y el consorcio liderado por la constructora española Sacyr. No obstante, Espinosa de los Monteros acotó a "ese mercado", en referencia a Panamá, las posibles consecuencias para la Marca España de las discrepancias entre las autoridades panameñas y Sacyr por el sobrecoste de las obras de ampliación del Canal.

Sacyr reunió ayer con carácter extraordinario para analizar la situación, pero declinó hacer ningún comentario sobre el estado de las negociaciones. Durante la madrugada, la ACP, que había dado un ultimátum que vencía este martes, emitió un comunicado en el que reconoció que existen "serias diferencias" entre las partes, como el periodo de entrega de las compuertas. Se comprometió a reanudar hoy las conversaciones en una semana que calificó de "crítica.", ya que exije la vuelta inmediata al trabajo.