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Europa obligará a las auditoras a alertar de todos los riesgos de las empresas
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PARA EVITAR ESCÁNDALOS

Europa obligará a las auditoras a alertar de todos los riesgos de las empresas

La labor de auditoría ha estado cuestionada en los últimos años. Bruselas obligará a las firmas auditoras a alertar sobre los riesgos en todos los informes

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La labor de auditoría ha estado cuestionada en los últimos años tras los fallos en la detección de problemas y agujeros en las cuentas de empresas comoPescanova, Bankia o CAM. En Europa se quiere conseguir una información corporativa más detallada y transparente y para ello se trabaja en varios documentos, entre ellos la propuesta de modificación de la directiva de 2006, queobligará a las firmas auditoras a alertar sobre los riesgos que tienen las empresas en sus informes.

El último escándalo sobre los resultados de una auditoría fue el de Pescanova. La inviabilidad de la misma desembocó a finales del año pasado en unenfrentamiento entre auditoras, con una reprimenda por parte de KPMG y Deloittea BDO.En el caso de Bankia, el comité de auditoría cometió una negligencia grave en sus funciones al aprobar las cuentas de 2011, según la Fundación Compromiso y Transparencia. Unos meses después, se reconoció que en lugar de un beneficio de 305 millones, la entidad había perdido 2.979 millones. Estos y otroscasos han generado dudas sobre las auditorías, el sector se defiende y asegura que trabajan por dar más valor a su papel y a los informes.

La nueva directiva europea en la que se trabaja en la actualidad establece que las auditoras deben hacer constar en sus informes de forma explícita las áreas de riesgo de las compañías. Ahora sólo se hace constar cuando hay dudas sobre la capacidad de la empresa para seguir operando. Se deberá explicar en el informe, además, cómo se ha afrontado la auditoría de las áreas de riesgo o críticas de la empresa, como por ejemplo, cómo se ha hecho la valoración de los intangibles o de los instrumentos financieros.

El reglamento recoge la eventual restricción a los auditores de prestar servicios distintos a la auditoría a la empresa auditada, para mantener mayor nivel de independencia

La propuesta, que ya ha aprobado la comisión de asuntos jurídicos y que ahora debe superar la votación en el Parlamento Europeo, obliga a un mayor nivel de detalle, precisamente para evitar que se pasen por alto posibles problemas. “Supone un cambio sustancial”, destaca un responsable de auditoría, que señala que se espera que para 2016 se esté trabajando ya bajo estas exigencias. Las fuentes consultadas entienden que es un cambio razonable y positivo, porque contribuirá a la transparencia en la información corporativa.

Mayores exigencias en el informe del auditor

“Se deberá dar más información sobre cómo se ha realizado la auditoría, se pedirán auditorías más narrativas”, explica una fuente. Se obligará a contar y reflejar en el informe determinadas cuestiones que ahora se observan durante la auditoría, pero que no se plasman en el papel. “Se trata de hacer más estricto el desarrollo de la profesión auditora”, destaca otra de las fuentes, que añade que la propuesta de directiva modificaría la actual (2006/43/CE).

“Nosotros llevamos tiempo pidiendo que se dé una información más completa”, aseguran en el Instituto de Censores Jurados de Cuentas de España. Y explican que en España ya están regulados algunos de los aspectos que se recogen en la propuesta de directiva. “Ahora los auditores están trabajando en dar un paso más, no quedarse en la información financiera del año anterior, sino valorar la viabilidad de la misma en el futuro”, comenta una tercera fuente.

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“En los últimos años se ha cuestionado el valor que aporta un auditor y su informe. En el contexto actual, en el que la tendencia es que las empresas den cada vez más información a terceros, no sólo de tipo financiero, el auditor debe jugar un papel fundamental para verificarla, contrastarla”, reivindican desde una firma de auditoría.

También se trabaja en la propuesta de reglamento sobre los requisitos específicos para la auditoría de entidades de interés público, “porque las novedades que recoge pueden afectar al statuquo de la profesión”, destaca una de las auditoras consultadas. En este reglamento se recoge la eventual restricción a los auditores de prestar servicios distintos a la auditoría a la empresa auditada, para mantener mayor nivel de independencia.

Rotación de auditoras

También se quiere establecer un límite a la duración del contrato, es decir, una rotación de las firmas que se contratan para la auditoría, ya que en la actualidad una empresa puede llevar 25 o 30 años contratando los servicios de la misma firma. Sobre esta medida hay defensores y detractores. En cualquier caso, el texto que ahora se maneja establece un límite de 10 años, prorrogables otros 10 o 14 si en el segundo periodo se hace la auditoría entre dos firmas.

Se empezó hablando de 6 años, pero se ha ampliado, cambiar de cliente o de auditor cada tan poco tiempo tiene un coste muy grande

Una de las fuentes de una auditora señala que “el impacto del reglamento nos preocupa más que el de la directiva, porque la rotación obligatoria va a suponer un incremento de los costes tanto para las compañías que contratan como para las firmas que auditan. Además, para las auditorías de grandes grupos, con subsidiarias, si cada país establece un periodo de rotación diferente, puede resultar muy complejo”.

Sobre el cambio del reglamento, Marta Fernández, auditora de Audalia, comenta que es llamativo el cambio del texto desde la propuesta inicial a la actual respecto a la rotación: “Se empezó hablando de 6 años, pero se ha ampliado, cambiar de cliente o de auditor cada tan poco tiempo tiene un coste muy grande”. Y señala que con estas exigencias lo más probable es que tenga que haber fusiones en el sector.

Por otra parte, se está trabajando -menos a nivel político, pero sí en el sector (IIRC)- en el Informe integrado. Es decir, en que las empresas presenten un documento único en lugar de los múltiples informes (cuentas, de responsabilidad social, de gobierno corporativo, etc.). La idea que subyace es que en el futuro de una compañía y en su viabilidad no sólo influyen los estados financieros, sino que todas las actividades de la empresa y el entorno tienen un impacto.

La labor de auditoría ha estado cuestionada en los últimos años tras los fallos en la detección de problemas y agujeros en las cuentas de empresas comoPescanova, Bankia o CAM. En Europa se quiere conseguir una información corporativa más detallada y transparente y para ello se trabaja en varios documentos, entre ellos la propuesta de modificación de la directiva de 2006, queobligará a las firmas auditoras a alertar sobre los riesgos que tienen las empresas en sus informes.

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