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Pemex cumple con su palabra de los floteles y aguarda la gran compensación de Repsol
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por cerca de 600 millones de euros

Pemex cumple con su palabra de los floteles y aguarda la gran compensación de Repsol

Tras cinco suspensiones, Pemex aprueba dos barcos a las paralizadas navieras gallegas y ahora espera que Rajoy cumpla con su palabra sobre Repsol.

Foto: El naval gallego aguarda por los floteles de pemex y que no haya más retrasos (Efe)
El naval gallego aguarda por los floteles de pemex y que no haya más retrasos (Efe)

A la sexta ha ido la vencida. Tras cinco suspensiones, Pemex ha aprobado esta madrugada hora española la adjudicación a dos navieras gallegas la construcción de dos buques hotel. Un contrato de 600 millones de euros con el que la petrolera mexicana cumple el compromiso adquirido con el ministro de Industria, José Manuel Soria, de dar carga de trabajo a Hijos J. Barreras y a Navantia a cambio de que el Gobierno le facilite los cambios en la gestión de Repsol.

En un principio, Pemex Exploración y Producción (PEP), que es la filial que licitaba los floteles, había definido un calendario de adjudicación que concluía el pasado 18 de septiembre. Posteriormente, la fecha de resolución del concurso se aplazó al 27 de noviembre; más tarde, al 6 de diciembre, luego, al penúltimo día de 2013, y, por último, esta pasada noche.

Navantia construirá uno de los dos floteles y Barreras se hará cargo del segundo. Así lo ha hecho saber la multinacional petrolera tras una reunión de tres horas que ponía fin a una larga espera que comenzó en septiembre de 2012 cuando la antigua dirección de la empresa pública latinoamericana firmó un contrato marco con Alberto Núñez Feijóo con el visto bueno de Mariano Rajoy.

El coste de construcción es de 407 millones de dólares cada una de las embarcaciones (298 millones de euros), que se repartirán entre el agonizante naval público de Galicia, y el astillero vigués, del que Pemex ya tiene un 51% tras la adquisición realizada a finales del pasado mes de noviembre. Esa compra, por apenas cinco millones de euros, se formalizó justo un día después de que Repsol firmase el principio de acuerdo para resolver el conflicto con Argentina por YPF, pacificación que México, en coordinación con La Caixa y con el ministro de Industria, José Manuel Soria, había alentado por su interés en invertir en Vaca Muerta.

Con la compra de Barreras, Pemex cumplía su compromiso de apoyar al paralizado naval español y esperaba que el Gobierno le ayudase en su pelea pública por cambiar la alta dirección de Repsol, de la que tiene un 9,2% del capital. Las divergencias son tales que hasta urdió el plan de convocar una junta extraordinaria de accionistas para desalojar a Antonio Brufau.

Presión para Soria y Rajoy

Ahora, con el encargo por casi 600 millones de euros, que suponen casi diez años de trabajos, Pemex confía en recibir su contraprestación Aunque nadie admite oficialmente que una operación esté relacionada con otra, fuentes próximas a las conversaciones reconocen que son vasos comunicantes y que México no duda en que Rajoy y Soria cumplirán con su parte.

El calendario de la batalla empieza hoy, día en el que Repsol reúne a su consejo de administración para analizar la situación del acuerdo con Argentina, país que en los últimos días se ha visto en el centro del huracaán por la devaluación de su divisas. Una perdida de valor del peso que puede retrasar los acontecimientos, puesto que se daba por hecho que en el consejo de febrero se rubricaría el acuerdo alcanzado con el Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner a finales de noviembre.

Algunas fuentes cuentan que Brufau se irá cuando se firme la compensación por YPF, pero otras sostienen que seguirá dando guerra para evitar lo que desde Repsol se interpreta como una toma de control por parte de Pemex sin el lanzamiento de una OPA. Con ese fin, la española va a adelantar la junta general de accionistas al próximo mes de marzo, tres meses antes de lo que es habitual. Una maniobra para designar a un consejero delegado afín al actual presidente con la que aplacar los movimientos de la mexicana.

A la sexta ha ido la vencida. Tras cinco suspensiones, Pemex ha aprobado esta madrugada hora española la adjudicación a dos navieras gallegas la construcción de dos buques hotel. Un contrato de 600 millones de euros con el que la petrolera mexicana cumple el compromiso adquirido con el ministro de Industria, José Manuel Soria, de dar carga de trabajo a Hijos J. Barreras y a Navantia a cambio de que el Gobierno le facilite los cambios en la gestión de Repsol.

En un principio, Pemex Exploración y Producción (PEP), que es la filial que licitaba los floteles, había definido un calendario de adjudicación que concluía el pasado 18 de septiembre. Posteriormente, la fecha de resolución del concurso se aplazó al 27 de noviembre; más tarde, al 6 de diciembre, luego, al penúltimo día de 2013, y, por último, esta pasada noche.

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