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La franquicia ‘low cost’ se convierte en la vía de escape de los desempleados
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EL SECTOR RESISTE LA CRISIS Y ESPERA UN BUEN 2014

La franquicia ‘low cost’ se convierte en la vía de escape de los desempleados

El sector de la franquicia ha demostrado su resistencia a la crisis. Con un precio medio de entrada de 70.000 euros es una alternativa de autoempleo

Foto: Imagen de la Feria Internacional de la Franquicia.
Imagen de la Feria Internacional de la Franquicia.

El sector de la franquicia ha demostrado su resistencia a la crisis con un crecimiento continuo desde 2009. Las centrales han adaptado las condiciones que ofrecen a los franquiciados para salvar la sequía del crédito y reducir los costes de entrada, ya que el sector madura y la competencia por captar franquiciados aumenta. Tras un 2013 positivo, las expectativas para 2014 son de mejora gracias a un repunte de la demanda que impulse las ventas y la apertura de establecimientos. Con un precio medio de entrada de 70.000 euros es una alternativa de autoempleo para los que no encuentran otro trabajo.

En los últimos días se han publicado cifras e informes sobre el cierre del año pasado en el sector de la franquicia, que facturó 19.100 millones en 2013, un 5,3% más que en el ejercicio anterior. Esta cifra representa el 9,1% de las ventas totales del sector minorista en su conjunto. El segmento servicios fue el que experimentó un mayor crecimiento, con 739 aperturas, según los datos de mundoFranquicia consulting.

El año cerró con 1.010 centrales operativas en España, un 4,05%, de acuerdo con el informe de Barbadillo y Asociados, que destaca que estas cifras reflejan la tendencia alcista que este sistema de comercio experimenta por cuarto año consecutivo, pese a las circunstancias económicas adversas.

La mayoría de los franquiciados –en torno al 60%- necesitan un crédito para abrir el negocio y el cierre de la financiación debido a los problemas de la banca ha supuesto dificultades y que, en algunos casos, no se llegara a poner en marcha el proyecto. Sin embargo, los expertos del sector coinciden en que esta falta de crédito no ha sido un problema fundamental para el conjunto del sector, como ponen de relieve las cifras de crecimiento del negocio.

Las propias centrales, conscientes de esta situación, han buscado vías y “fórmulas variopintas para solventar el problema de la financiación, en muchos casos reduciendo la inversión media necesaria, ampliando los periodos de carencia o proporcionando avales”, comenta Mariano Alonso, director general de mundoFranquicia consulting.

Fórmula de autoempleo

En otros casos la falta de crédito se ha solucionado mediante la asociación de varias personas para poner en marcha el negocio, señala Santiago Barbadillo, que cree que esta es una de las nuevas características del sector. En cualquier caso, los expertos señalan que los precios de entrada de la mayoría de los negocios no son demasiado elevados: el precio medio ronda los 70.000 euros, aunque en el caso de los negocios de restauración se dispara hasta los 250.000 o 300.000 euros. Y el 61% de las marcas, 569 cadenas, requiere una inversión no superior a los 60.000 euros.

El negocio de la franquicia “ha demostrado su viabilidad y es una opción cada vez más frecuente para el autoempleo”, dice Barbadillo. Los datos que maneja su consultor es que el cierre de comercios independientes en los cinco primeros años de ejercicio ronda el 80%, mientras que en el sistema de franquicia es del 25%. Con una tasa de paro del 26,03%, 5.896.300 personas desempleadas y una destrucción de puestos de 200.000 puestos de trabajo en 2013, el sistema de la franquicia parece una salida viable para quienes no encuentran un empleo.

Sobre todo las de servicios que no requieren locales o sólo necesitan uno de reducidas dimensiones, reclaman desde el sector. “Las franquicias ‘low cost’, las que requieren menores infraestructuras, son las que más demanda tienen por parte de los potenciales franquiciados”, afirma Alonso, que defiende que es un “planteamiento de negocio más seguro” que instalarse sin el respaldo de una marca para quienes quieren autoemplearse. Barbadillo coincide en que cada vez más parados optan por juntarse con uno o dos socios para montar un negocio propio.

Tener el perfil y conocer el negocio

Pero abrir una franquicia no es la panacea. Para empezar, no todo el mundo da el perfil adecuado y en la selección de franquiciados por parte de las centrales debe producirse una importante mejora, según Alonso. “Las centrales deben hacer procesos de selección más precisos”, asegura. También cree que hace falta avanzar en la formación continua y la asistencia a los franquiciados.

Además, en algunos casos, las marcas imponen determinadas condiciones a los franquiciados que limitan mucho la rentabilidad, como es el caso de 100 Montaditos, cuyos franquiciados han protestado por la política de precios de Restalia, grupo al que pertenece. Los empresarios han creado la Asociación de Franquiciados de 100 Montaditos para defender sus intereses, ya que con la obligación de vender a precios muy bajos los bocadillos para ganar cuota de mercado imposibilitan que sean rentables, afirman. Según explicaba esta semana uno de los franquiciados a El Economista, “a Restalia le interesa tener sus locales llenos para despertar la atención de personas interesadas en invertir en una franquicia, pero las ofertas que marcan son ruinosas”.

En este sentido, Barbadillo destaca la importancia de saber cuál es el negocio en el que uno entra y ser consciente de que si éste tiene márgenes bajos, el franquiciado debe tener en cuenta a la hora de hacer sus cálculos que deberá hacer más ventas.

El sector de la franquicia ha demostrado su resistencia a la crisis con un crecimiento continuo desde 2009. Las centrales han adaptado las condiciones que ofrecen a los franquiciados para salvar la sequía del crédito y reducir los costes de entrada, ya que el sector madura y la competencia por captar franquiciados aumenta. Tras un 2013 positivo, las expectativas para 2014 son de mejora gracias a un repunte de la demanda que impulse las ventas y la apertura de establecimientos. Con un precio medio de entrada de 70.000 euros es una alternativa de autoempleo para los que no encuentran otro trabajo.

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