Es noticia
Pacto de la Castellana: Morenés-Soria tratan de arañar fondos de Montoro para Defensa
  1. Empresas
APELAN A LA SOBERANÍA NACIONAL

Pacto de la Castellana: Morenés-Soria tratan de arañar fondos de Montoro para Defensa

Las inversiones del Estado en la industria española de Defensa han caído un 25% desde el comienzo de la crisis económica en 2007

Foto: Los ministros, de Defensa, Pedro Morenés (i), y de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria. (EFE)
Los ministros, de Defensa, Pedro Morenés (i), y de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria. (EFE)

Los ministros de Defensa,Pedro Morenés, y de Industria,José Manuel Soria, han constituido un frente común con el fin de persuadir a su colega de Hacienda,Cristóbal Montoro, para que abra la lata de la inversión pública destinada a la industria militar en España.El ‘pacto de la Castellana’, dada la relación de vecindad entre ambos departamentos ministeriales situados frente a frente en la principal arteria de Madrid, es una repetición del que ya establecieron en 1996 los entonces ministrosEduardo SerrayJosep Piquéante el entonces todopoderosoRodrigo Rato.

La industria de la Defensa esel ‘patito feo’ de todas las crisis económicasque ha padecido España desde la instauración de la democracia, con el agravante de que la cultura política del país no permite siquiera romper una lanza en apoyo de un sector gravemente castigado por los ajustes presupuestarios. Los recortes infligidos al llamado Estado del bienestar, incluyendo la sanidad y la educación pública, convierten ahora enun grito de silencio cualquier reclamación de socorro a favor de las Fuerzas Armadas(FAS).

El desamparo institucional se puede observar claramente en la caída delos presupuestos del Ministerio de Defensa, que se han reducido un 30% desde el año 2008, generando un gap muy profundo en las exigencias de seguridad nacional que impone la Unión Europea y que afectan a la propia soberanía del país. Bajo este discurso solemne, que apela a una estrategia global de alcance comunitario, los responsables de los dos principales ministerios verticales del sector han decidido que es hora deencender las alarmas para despertar la conciencia de Cristóbal Montorosobre las obligaciones que también tiene Hacienda con la industria militar.

El reto no es nada sencillo porque el horno fiscal no está para muchos bollos ni gollerías por el estilo, pero la ocasión la pintan calva porquelos próximos días 19 y 20 de diciembre se celebra el Consejo Europeoen el que se analizará la Política Común de Seguridad y Defensa (PCSD). El ministro Morenés ha decidido que ‘ahora o nunca’ y la Dirección General de Armamento y Material se ha puesto manos a la obra para dotar aMariano Rajoydel suficiente arsenal técnico que permita al presidente del Gobierno salvar la cara ante sus homólogos de la UE.

El titular de Defensa ha establecido una plataforma de trabajo con su colega de Industria para justificar antes de nada la adaptación de las capacidades empresariales a los objetivos de la agenda de Bruselas. La cuestión se plantea desde la amenaza real que se deriva de una industria autóctona incapaz de dar soporte a las FAS en su misión suprema deasegurar la soberanía de la nación. A partir del temor reverencial que supone la situación geopolítica de España como país fronterizo, ambos ministerios reclaman uncompromiso estable de compras basadas en grandes programas plurianualesque permitan dotar de masa crítica al sector español de la Defensa.

El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro. (EFE)La inversión nacional en el mercado de la Defensa ha caído en un 25% durante los últimos seis años pasandode los 8.000 millones de euros en 2007 a sólo 6.000 en el presente ejercicio. Todo ello dentro de un marco de actuación compuesto por multitud de pequeñas entidades suministradoras con una clara dependencia del Estado como cliente y sin mayores posibilidades de competir con garantías a nivel exterior.

De Navantia a Indra

El mejor ejemplo del complicado estado de situación se ha puesto de manifiesto con el reciente fracaso de Navantia para abordar el pedido de los cuatro metaneros de Gas Natural. La empresa heredera de los astilleros públicos se ha convertido enun quebradero de cabeza para el Ministerio de Defensaen su afán por integrar todas las capacidades de la industria militar en un nuevo grupo capaz de hacer frente a las grandes compañías multinacionales.

La restauración del capital público en Indra tras la venta del 20% que tenía Bankia a la SEPI ha dado carta de naturaleza al proyecto de Morenés, que ha visto en esta sociedad cotizada un cobijo exquisito para poner a buen recaudoel futuro desarrollo y reconversión de Navantia.La operación es observada con cierto recelo por parte del Ministerio de Haciendaque, además de titular de la SEPI, trata de alejar cualquier tipo de presión que condicione su objetivo prioritario de consolidación fiscal.

Los responsables de las cuentas públicas no admitenni media fisura que altere sus objetivos presupuestarios. De ahí que Morenés y Soria hayan elevado el punto de mira de su estrategia disparando por elevación con vistas a la mencionada cumbre de este mes en Bruselas. Los dos ministros están seguros de que Rajoy sabrá dar cuenta de sus reclamaciones en Europa. Otra cosa muy distinta es que Montoro se rasque luego el bolsillo para poner en marcha una planificación integral de la industria de Defensa en España.

Los ministros de Defensa,Pedro Morenés, y de Industria,José Manuel Soria, han constituido un frente común con el fin de persuadir a su colega de Hacienda,Cristóbal Montoro, para que abra la lata de la inversión pública destinada a la industria militar en España.El ‘pacto de la Castellana’, dada la relación de vecindad entre ambos departamentos ministeriales situados frente a frente en la principal arteria de Madrid, es una repetición del que ya establecieron en 1996 los entonces ministrosEduardo SerrayJosep Piquéante el entonces todopoderosoRodrigo Rato.

José Manuel Soria SEPI Noticias de Indra Navantia Mariano Rajoy Pedro Morenés Ministerio de Industria Cristóbal Montoro
El redactor recomienda