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Adolf Todó: doctor en Economía, pero repetidor en Política
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DESPEDIDO POR NO SABER LEER EL CONTEXTO POLÍTICO

Adolf Todó: doctor en Economía, pero repetidor en Política

El expresidente de Catalunya Banc, Adolf Todó, es la prueba de que la vida es injusta: no causó el agujero de la caja, pero fue despedido y está imputado

Foto: El expresidente de Catalunya Banc, Adolf Todó (EFE)
El expresidente de Catalunya Banc, Adolf Todó (EFE)

El expresidente de Catalunya Banc, Adolf Todó, es la prueba viviente de que la vida es injusta: no generó el agujero de la segunda caja de ahorros catalana, sus vaticinios sobre cómo se deterioraría el balance de la entidad si no se vendía con rapidez se han cumplido a pies juntillas y, en buena parte, sus sucesores han seguido sus pasos en la gestión. Sin embargo, Adolf Todó (58 años) ha acabado despedido por el Fondo para la Reestructuración Bancaria (FROB), accionista de referencia de Catalunya Banc. Además,sele hadenegado el pago de los 5 millones de su plan pensiones y ha acabado imputado por la Fiscalía de Barcelona como responsable, junto con el resto de expresidentes y miembros del consejo, del hundimiento de la caja catalana.

Fuentes financieras que han vivido en primera persona el auge y caída de Todó, un día promovido como salvador de CatalunyaCaixa y al siguiente convertido en cabeza de turco del invento, han valorado las causas del naufragio.Entre ellas, la primera, pero no la más importante, el carácter. Adolf Todó es bueno, pero su arrogancia no le ha ayudado en ninguno de los escenarios donde tuvo que moverse.

Sin embargo, la mayoría de las fuentes consultadas aseguran que su caída estuvo provocada, sobre todo, por su incapacidad para leer el contexto político en las distintas situaciones que se iban creando. Como explica una fuente que vivió en primera línea sus desavenencias tanto con Antonio Carrascosa, director general del FROB, como con el ministro de Economía, Luis de Guindos, Todó exigía que se otorgase a Catalunya Banc un trato igual al de otras entidades, pero no entendía que la situación política variaba a cada momento y en cada lugar.

Otra fuente financiera discrepa de las anteriores y apuntaque, aunque es verdad que Todó fue incapaz de hacer una lectura de las intrigas políticas que se tejían a su alrededor, lo cierto es que sabía mucho de banca y de mercados, pero parecía que en la Universidad de California, donde se doctoró, no le habían enseñado lo básico de primero de Economía: que quien paga, manda. Y el FROB había puesto 12.000 millones de euros para rescatar Catalunya Banc.

Luis de Guindos y Antonio Carrascosa (EFE) Una fuente cercana al FROB asegura que Todó les daba lecciones en cada reunión, cuando era un hecho que sin los fondos públicos la caja habría quebrado. Todó jugaba, una y otra vez, a tener razón, y en la mayoría de los casos la tenía, pero no entendió que el juego al que estaba jugando no se llamaba “Tener razón” sino “Salirse con la suya”.

Trato discriminatorio

Adolf Todó siempre lamentó que se estaba dando a la entidad que presidía un trato discriminatorio. Si la subasta de Banco de Valencia fracasaba y al final sólo quedaban Bankinter y CaixaBank y se hacía una adjudicación directa, ¿por qué no se aplicaba lo mismo a Catalunya Banc, cuyo proceso de colocación en el mercado había fracasado dos veces? Si se apoyaba la EPA multimillonaria que Banco Sabadell recibía por CAM,¿por quése negaba el mismo esquema para el banco heredero de la segunda caja catalana?

Bruselas amplía los criterios para conceder ayudas públicas europeas al cineEn ambos casos, el contexto político fue clave. En el caso de Banco de Valencia, el PP le echó un pulso al Comisario de Asuntos Económicos, Joaquín Almunia, que en esos días estaba pidiendo que se dejase quebrar un banco español, algo a lo que se oponía De Guindos. En el caso de la CAM, esta fue una operación a caballo entre el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero y el de Mariano Rajoy. Tras la venta, Rajoy no quiso vetarloy menos en la Comunidad Valenciana, donde ya se ha visto la catástrofe política de algo mucho menos sensible que un banco, como es el cierre de una televisión autonómica.

Tras la segunda subasta fallida de Catalunya Banc hubo una bronca monumental entre De Guindos y Todó en la sede del Ministerio de Economía. Más tarde, esa tensión se trasladó a los consejos de administración del banco, que duraban cuatro o cinco horas en un clima personal desabrido y donde se iba haciendo evidente el progresivo aislamiento de Todó respecto a los accionistas de la entidad, los mismos que ahora amenazan con airear los gastos de su tarjeta de empresa en el proceso laboral abierto por el fondo de pensiones de Todó. Gastos irrelevantes para el balance del banco, sí, pero que pueden dañar la imagen e incluso dar un vuelco al veredicto.

Aliados equivocadosy errores de gestión

Todó tenía aliados, lo que le permitió dar una batalla tan larga. Contaba con cargos de la segunda línea del FROB que compartían lo acertado de sus análisis económicos. Y, además, el exgobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, y algún consejero del banco emisor le daban apoyo. Pero el 7 de junio de 2012, Rajoy daba puerta a MAFOy nombraba a Luis María Linde como nuevo gobernador.

Andreu Mas-Colell (EFE)Tras ese momento decisivo, el principal respaldo de Todó era el conseller de Economía de la Generalitat, Andreu Mas-Colell. Pero con el execonomista de Harvard grabando vídeos en YouTube(minuto 2:30) a favor de la independencia de Cataluña, el ser amigo del titular de la cartera económica catalana desde los tiempos en que ambos estudiaban en Estados Unidos no resultaba el mejor avalpara ir a pedir otros 3.000 millones para Catalunya Banc por los despachos de Madrid. Una vez más, la política le daba a Todó las peores cartas para su partida con el FROB.

En este clima, el principal error de Todó fue aplazar la conversión de preferentes y deuda subordinada de Catalunya Banc. Al contrario que su equivalente gallego, el presidente de NCG, José María Castellano, Todó fue retrasando la conversión de preferentes ya que su intención era que un futuro comprador las canjease por acciones del banco adquiriente, lo que habría provocado menos pérdidas para los ahorradores de Catalunya Banc.

En La Coruña, en cambio, Castellano lo primero que hizo fue pedir perdón por las preferentes y aplicar una conversión que resultó muy traumática para los ahorradores gallegos. Con una relación igual de mala con el FROB y el Ministerio de Economía, Castellano sigue en el cargo y todavía puede colocar la entidad a su candidato para adquirirla, el fondo Guggenheim. ¿Es mejor banquero Castellano que Todó? Evidentemente, no. Pero supo leer mejor el partido político. Y además cuenta con mejores padrinos, como el propio presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, o el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo.

Pagar el pato sin habérselo comido

Con este panorama, Todó era el candidato perfecto para pagar el pato sin habérselo comido. El FROB le ha convertido en el chivo expiatorio perfecto, en especial en comparación con el perfil plano con el que ha asumido la presidencia su sucesor, José Carlos Pla. El FROB no lo reconoce públicamente, pero en medios internos se asume que la decisión de no abonarle el plan de pensiones fue injusta, en especial porque le inmovilizaba no sólo el plan de pensiones de Catalunya Banc, sino los 3 millones que había aportado el propio Adolf Tudó de los que llevaba acumulados en más de diez años en Caixa Manresa.

Pero se hizo de cara a la galería. Otra vez por política. Era muy difícil de vender que se habían metido 12.000 millones, había que aportar 3.000 más y, encima, al presidente saliente se le abonaban más de cinco millones. En el FROB prefieren que Todó pleitee por ese dinero y, si se lo tienen que pagar, la culpa será de los tribunales.

La situación es parecida a la de su imputación y la del resto de los consejeros por la Fiscalía. Nadie duda de que el caso no prosperará por mucho que las previsiones que hizo Todó para la fusión de las tres cajas nunca se cumpliesen. Como la arrogancia, eso no ayuda, pero no es delito.

En Economía todo tiene un precio. En Política, también. La política española le ha dado a Adolf Todó un curso acelerado sobre su funcionamiento. Un curso caro, por cierto. En eso debe de pensar el expresidente de Catalunya Banc mientras prepara su estrategia legal: la defensiva, para evitar el embate de la Fiscalía, y la más proactiva, para recuperar su fondo de pensiones.

El expresidente de Catalunya Banc, Adolf Todó, es la prueba viviente de que la vida es injusta: no generó el agujero de la segunda caja de ahorros catalana, sus vaticinios sobre cómo se deterioraría el balance de la entidad si no se vendía con rapidez se han cumplido a pies juntillas y, en buena parte, sus sucesores han seguido sus pasos en la gestión. Sin embargo, Adolf Todó (58 años) ha acabado despedido por el Fondo para la Reestructuración Bancaria (FROB), accionista de referencia de Catalunya Banc. Además,sele hadenegado el pago de los 5 millones de su plan pensiones y ha acabado imputado por la Fiscalía de Barcelona como responsable, junto con el resto de expresidentes y miembros del consejo, del hundimiento de la caja catalana.

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