El nuevo presidente de Iberia calma a los sindicatos: "Yo no sé cerrar empresas"
Luis Gallego asumirá todas las funciones ejecutivas en Iberia. El consejo se reducirá a nueve miembros tras la marcha de Antonio Vázquez y Enrique Dupuy
Luis Gallego sustituirá a Antonio Vázquez en la presidencia de Iberia el 1 de enero. El futuro máximo ejecutivo de la aerolínea quiere presentarse en sociedad con un pacto que asegure la paz laboral de la compañía a medio plazo. Para ello ha intensificado las reuniones con los sindicatos de los distintos colectivos de la compañía garantizandosu particular compromiso de futuro ante los representantes de la sociedad: “Vengo a reflotar Iberia, yo no sé cerrar empresas, pero, para ello, es imprescindible llegar a acuerdos no más tarde de fin de año”.
Los sindicatos de Iberia han concedido un margen de confianza a Luis Gallego desde el mismo momento en que se aupó al cargo de consejero delegado el pasado mes de marzo en sustitución de Rafael Sánchez-Lozano. En aquel momento, se suscitó la posibilidad de integrar las labores ejecutivas con aquellas de carácter institucional que ha asumido hasta la fecha Antonio Vázquez. Sin embargo, la dirección de International Airlines Group (IAG) prefirió esperar unos meses para abordar un proceso global de reestructuración que ha afectado también a British Airways (BA), la otra filial operativa del grupo surgido tras la integración con Iberia.
IAG ha querido orientar su gestión corporativa dentro de las normas de buen gobierno que marcan la pauta de las grandes corporaciones internacionales. A partir de esta premisa general, el grupo fusionado se ha decantado por concentrar a sus principales ejecutivos en sus responsabilidades directas, evitando en todo caso duplicidades que puedan distorsionar el orden jerárquico.
Bajo este enunciado se ha considerado la conveniencia de separar las funciones entre la matriz y sus filiales operativas siguiendo el principio director de las principales sociedades cotizadas multinacionales.De ahí que Antonio Vázquez haya cesado como presidente no ejecutivo de Iberia para continuar en la presidencia de IAG, que es la entidad que mueve sus títulos en bolsa. De igual manera,Martin Broughton deja también el puesto de chairman en British Airways y concentra sus funciones como vicepresidente de la sociedad holding.
El criterio se aplica en sentido contrario en las dos filiales operativas. Tanto en Iberia como en BA el planteamiento pasa por concentrar todas las funciones ejecutivas en Luis Gallego y Keith Williams, quienes asumirán el doble cargo de presidente y consejero delegado. Ambos directivos saldrán, a su vez, del consejo de IAG que a partir de enero se reducirá a 12 administradores, frente a los 14 actuales. De la misma forma, las vacantes de Vázquez y Broughton en las dos operadoras tampoco serán cubiertas dentro de sus máximos órganos de gobierno.
Iberia pasará a tener nueve consejeros frente a los once que ahora se sientan al frente de la compañía. Además de Vázquez, dejará el consejo de la aerolínea Enrique Dupuy, que a finales de septiembre se incorporó al principal órgano de gestión de IAG como mano derecha del consejero delegado, Willie Walsh.
Pérdidas estimadas de 200 millones en 2013
El hombre fuerte del grupo surgido hace tres años comparecerá el próximo viernes día 15 ante los inversores internacionales reunidos en el Capital Market Day de IAG. Dicho encuentro servirá como guía para conocer la estrategia de Iberia a medio plazo y la evolución del Plan de Transformación presentado hace ahora un año. La compañía española cerró 2012 con unas pérdidas de 500 millones de euros, de los que 150 corresponden a los costes de reestructuración derivados del ajuste laboral que supuso el ERE de 3.141 trabajadores pactado el pasado mes de marzo.
IAG ha presentado hoy sus resultados trimestrales en los que se recoge una mejora operativade Iberia. El margen de negocio ha pasado de un millón de euros hace un año a 74 millones al cierre de septiembre por lo que se puede decir que la aerolínea española ha frenado la 'sangría' de números rojos en la última línea de su cuenta de resultados. Pese a todo Walsh sigue alertando sobre la necesidad de profundizar en la reestructuración de la compañía para asegurar una posición sostenible. Las estimaciones de los analistas para fin de año dejan todavía mucho que desear y sitúan la previsión en unas pérdidas para el conjunto de 2013 del orden de los200 millones de euros. De ahí el afán deLuis Gallego por llegar cuanto antes aun acuerdo con los sindicatos que permita ajustar la empresa con un nuevo esfuerzo de productividad hasta alcanzar un cierto punto de equilibrio al término de 2014.
A lo largo de los próximos meses, la antigua compañía española de bandera tiene previsto abandonar la vieja sede de la madrileña calle Velázquez en la que ha venido desarrollando tradicionalmente sus actividades mediante un contrato de alquiler con la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI). Iberia se trasladará ahora a un edificio de su propiedad en la calle Martínez Villergas. En paralelo, IAG mudará su cuartel general en España y, por tanto, su domicilio social corporativo a las instalaciones que la aerolínea española posee en La Muñoza, junto al aeropuerto de Barajas.
Luis Gallego sustituirá a Antonio Vázquez en la presidencia de Iberia el 1 de enero. El futuro máximo ejecutivo de la aerolínea quiere presentarse en sociedad con un pacto que asegure la paz laboral de la compañía a medio plazo. Para ello ha intensificado las reuniones con los sindicatos de los distintos colectivos de la compañía garantizandosu particular compromiso de futuro ante los representantes de la sociedad: “Vengo a reflotar Iberia, yo no sé cerrar empresas, pero, para ello, es imprescindible llegar a acuerdos no más tarde de fin de año”.
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