Guindos conocía la elección de Roldán al frente de la AEB y no puso objeciones

El ministro de Economía, Luis de Guindos, fue informado por el gobernador del Banco de España, Luis Linde, de la elección de José María Roldán como nuevo presidente de la AEB antes de que se anunciara y no puso objeciones, según fuentes conocedoras de la situación. Sin embargo, ahora sí ha hecho saber a la banca su desacuerdo con este nombramiento, en un cambio de actitud que unas fuentes creen que puede deberse a presiones de la troika y otras atribuyen a falta de reflejos. En todo caso, su protesta pone a la banca en una situación en la que cualquier resultado es malo: o descarta a Roldán y admite una injerencia política escandalosa o mantiene a un presidente enfrentado con el Ministerio. La mejor solución para el sector sería que Roldán renunciara al cargo.

En el comunicado en que la AEB (Asociación Española de Banca) anunciaba el nombramiento de Roldán, director general de supervisión hasta el 27 de septiembre, se decía que "el Gobernador del Banco de España ha estado informado puntualmente de la presente iniciativa". Las fuentes consultadas aseguran que les consta que Linde informó a su vez a Economía de esta decisión "con antelación suficiente" al anuncio del nombramiento, y que el departamento de Luis de Guindos no dijo nada al respecto. Otras fuentes de ambos departamentos añaden que "sería impensable que el gobernador no lo hubiera hecho". Sendos portavoces de Economía y del Banco de España declinaron ayer comentar esta información.

En el sector no se entiende la "pataleta" del ministro, que se inscribe dentro del enfrentamiento que mantiene con el Banco de España (concretamente con su subgobernador, Fernando Restoy, puesto que Linde fue designado por Guindos) desde la toma de control del FROB por Economía y sus polémicas decisiones en el proceso de privatización de Catalunya Banc y NCG Banco. Sobre todo, no se entiende que lo haga de forma extemporánea y en la plaza pública, cuando podía haberlo solucionado en privado antes de que fuera inevitable.

Hay quien achaca lo ocurrido a la falta de reflejos del Ejecutivo, que no calibró el problema "estético" del nombramiento del Roldán enfrascado como estaba en los múltiples incendios que tiene encendidos en la inacabada reestructuración financiera: los citados Catalunya Banc y NCG Banco, Unicaja-Ceiss, la Ley de Cajas, los activos fiscales (DTA), la unión bancaria, los nuevos test de estrés, etc.

Temor a poner en peligro el fin del rescate

Otras fuentes, en cambio, afirman que esto obedece a la intención de no soliviantar más a la troika en vísperas de que el día 15 el Ecofin decida el fin del rescate financiero de España. Aunque no parece probable que las autoridades comunitarias se metan en los asuntos de una patronal, "el Gobierno teme que cualquier gesto poco edificante como este nombramiento pueda afectar negativamente a esa decisión", máxime después de pretender 'colar' la duplicidad de las presidencias de las cajas y sus bancos filiales después del fin de ese rescate, tal como desveló El Confidencial la semana pasada.

La banca tampoco comparte los motivos de la crítica del ministro, puesto que la "puerta giratoria" ha sido habitual en el pasado entre el Banco de España y la AEB: su actual presidente, Miguel Martín, y su secretario general, Pedro Pablo Villasante, eran altos cargos del supervisor antes de incorporarse a sus puestos. Y la actual presidenta de Unespa (la patronal aseguradora), Pilar González de Frutos, fue anteriormente directora general de Seguros. Incluso hay quien recuerda con malicia que un secretario de Estado de Economía con el PP pasó a ser director de Lehman Brothers en España. Asimismo, cuestiona que la culpa del desastre de las cajas sea del director general de regulación, no del de supervisión, o que el Gobierno tenga que entrar a juzgar eso. Y no es el primer caso, puesto que Guindos ya vetó a otro candidato para el cargo: José Manuel Campa, secretario de Estado de Economía con el PSOE.

Desde el lado gubernamental, no se entienden las prisas por anunciar el fichaje de Roldán seis meses antes de que pueda ocupar el cargo por la normativa de incompatibilidades del BdE. Algunas fuentes aseguran que fue el propio Banco de España el que "sugirió" al sector el nombre de Roldán, sugerencia que habría logrado la unanimidad con la que fue aprobado su nombramiento por los cinco mayores bancos privados (Santander, BBVA, Sabadell, Popular y Bankinter). Una sugerencia que no se compadece mucho con su salida del supervisor, que prescinde de su prestigio internacional y su capacidad de interlocución con Bruselas y con Fráncfort (donde se juega la vida la banca con las nuevas normas internacionales), precisamente los argumentos que cita la AEB para su designación.

'Lose-lose situation'

Sea como fuere, la banca se encuentra en una situación en la que cualquier decisión es mala para ella, lo que los anglosajones llaman lose-lose. Si da marcha atrás en el nombramiento de Roldán y al final designa a otra persona, se desatará un escándalo por la injerencia política que supondría en los asuntos privados, que confirmaría la eterna colusión de ambas esferas en España y no daría precisamente nada de buena imagen en Bruselas. Pero si lo mantiene, la AEB tendrá un presidente mal visto con su principal interlocutor. Algunos medios han dado cuenta de amenazas veladas sobre la capacidad de interlocución que se va a conceder a la patronal bancaria si insiste en la 'opción Roldán'.

Algunas fuentes hablan de una tercera vía, que sería que Roldán renunciara a su nombramiento, lo que permitiría salvar la cara al sector. Pero añaden que se trata de una opción muy complicada por la reticencia del propio interesado, "que ha manifestado su agradecimiento, interés y disponibilidad para el puesto", según el comunicado de su nombramiento. "Habría que ofrecerle una compensación muy jugosa y, además, el daño ya está hecho y su retirada se iba a interpretar como una imposición del Gobierno", según una de estas fuentes.

De momento, el sector mantiene su apuesta por el exdirector general de supervisión, aunque eso signifique enfrentarse con Economía, lo cual supone una novedad desde el inicio de la crisis (con la excepción de la negativa de BBVA a entrar en el banco malo). En los próximos días se celebrarán conversaciones entre los cinco presidentes para abordar este asunto y tomar la decisión definitiva.