Vía libre para que Restaura venda su edificio de Sol y salga del concurso

El edificio de Puerta del Sol, 9, pleno centro de Madrid, es el escenario de una dura batalla entre la promotora Restaura y la Sareb. La lucha ha tenido un damnificado inesperado: la sociedad City Bell, que ocupa uno de los bajos como inquilino. El juez del concurso de acreedores de Restaura ha dictado “la resolución” del contrato de alquiler y considera “la obligación de la demandada de desalojar la finca”, es decir, que City Bell abandone el edificio.

Restaura se encuentra en proceso concursal y sólo es una más de las muchas promotoras que está en manos de la Sareb, ya que el banco malo ha heredado muchos créditos de promotores. El final de este contrato es básico para vender los bajos del edificio, por los que hay una oferta por valor de 3,5 millones.

Restaura está intentando trocear Puerta del Sol, 9 –4.000 m2 en el centro de Madrid– y venderla por partes dentro de su plan para de salir de la situación concursal. En el auto del juez, se señala que City Bell puede reclamar contra la masa del concurso una deuda por el prejuicio de esta decisión.

Puerta del Sol, 9 es objeto de codicia de varios actores, todos ellos intentando pescar en la aguas revueltas del concurso de Restaura. Así, por ejemplo, Sareb y Barclays han estado intentando quedarse el inmueble al tener hipotecas sobre el mismo.

Decisión recurrible

La decisión del juez es recurrible y presumiblemente el salón de tragaperras City Bell intentará mantener su viejo alquiler acudiendo a los tribunales. En todo caso, demuestra cómo en medio de del hundimiento general del mercado inmobiliario no todos los inmuebles son iguales y que determinados activos siguen despertando el interés de los jugadores habituales.

Se calcula que Puerta del Sol número 9 vale 30 millones de euros. Su venta podría ser clave para que Restaura pudiese salir de su concurso.

La crisis de los rehabilitadores

En principio, las empresas de rehabilitación deberían haber quedado al margen de la crisis inmobiliaria. Pero en realidad cayeron en las garras de la burbuja como el resto. De hecho, la mayoría de las grandes empresas de ese ramo de actividad entraron en una dinámica que les permitió aumentar mucho su facturación, pero que les obligaba a una enorme y rápida rotación de sus activos. Cuando estalló la burbuja, esa rotación ya no fue posible y los grandes grupos como Restaura o Renta Corporación tuvieron que acogerse al concurso de acreedores, con deudas muy importantes.

En el caso de Restaura, el grupo presidido por Xavier Solano, se presentó concurso en 2011. Ahora ha conseguido reducir su pasivo a 600 millones de euros. Pero el futuro de Restaura, como el de muchos promotores, se encuentra en manos de la Sareb –que tiene 60 millones de préstamos– porque los créditos de buena parte de los bancos que financiaban el grupo han pasado a estar controlados por el denominado banco malo.