El PNV abre la vía para 'remendar' la ley de cajas de acuerdo con el Gobierno

El presidente de Kutxabank, Mario Fernández, ha sabido jugar con destreza sus cartas y el PNV ha convencido al Ministerio de Economía para que los futuros fondos de reserva contra insolvencia que la nueva regulación de cajas de ahorro exigía a las fundaciones bancarias pasen definitivamente a constituirse en sus bancos filiales. Así consta en una enmienda introducida el pasado viernesen el Congreso de los Diputados al proyecto de Ley de Cajas y Fundaciones Bancarias.

El cambio legal se justifica con el argumento de evitar discriminaciones que supongan quebranto del principio de igualdad que debe presidir las relaciones entre todos y cada uno de los accionistas de una entidad de crédito. Las fundaciones bancarias derivadas de la ley en marcha actúan como socios de referencia de sus bancos filiales y el Gobierno ha comprendido que la exigencia de un fondo de reserva en lo más alto de la estructura de propiedad puede producir efectos contraproducentes. En concreto, se teme que los nuevos bancos puedan sentirse abocados a una descapitalización permanente al primar el objetivo de repartir dividendos en favor de sus fundaciones matrices con el fin de dotar ese ‘saco de resistencia financiera’.

El proyecto de ley mantiene la obligación de asegurar una cobertura de solvencia adicional en todas aquellas entidades controladas mayoritariamente por una fundación bancaria, pero el requisito se establece ahora en los bancos surgidos de las fusiones entre cajas y no en las instituciones matrices dedicadas a satisfacer el desarrollo de la obra social. La enmienda supone un triunfo personal para Mario Fernández, que se mostró desde un principio en abierta oposición contra la idea de lastrar financieramente a las nuevas fundaciones.

El acuerdo con el Gobierno será refrendado con el consiguiente apoyo del Partido Popular durante la tramitación parlamentaria de la normativa, lo que supone también una victoria política para el grupo nacionalista vasco. La enmienda establece además que el fondo de reserva será indisponible salvo para su incorporación al capital social de la entidad de crédito, pero dejará de ser obligatorio si las fundaciones bancarias pierden la mayoría de capital de sus bancos ahora filiales.

El importe del mencionado ‘colchón contra insolvencias’ será determinado por el Banco de España con arreglo a una serie de factores, como son las necesidades de recursos propios previstas en el plan financiero de los bancos surgidos tras el proceso de consolidación en el sector de cajas de ahorros. Además, se tendrá en cuenta el valor de los activos ponderados por riesgo o el hecho de que las entidades esténcotizadas en bolsa. En cuarto lugar, el fondo de reserva dependerá también del nivel de concentración en el sector financiero de las inversiones que realice la fundación bancaria.

El Banco de España tendrá que determinar igualmente, mediante circular, los activos que pueden ser de elevada liquidez y de alta calidad crediticia con vistas a garantizar la adecuada gestión de las inversiones que se efectúen desde los nuevos fondos de reserva. La dotación se irá realizando de manera gradual a partir de un calendario previamente fijado hasta alcanzar un volumen objetivo de solvencia.

Compatibilidad de cargos en fundaciones y bancos

El PNV ha incorporado al mismo tiempo otras enmiendas, apoyadas en pactos análogos con el Partido Popular, que alcanzan diversosaspectos básicos de discusión dentro del futuro marco regulatorio. Destaca en este segundo campo de actuación la posibilidad de que los patronos de las fundaciones puedan ejercer cargos equivalentes en los bancos filiales o en otras entidades controladas por el propio grupo bancario.

El articulado de la ley veta la compatibilidad de altos cargos en fundaciones e instituciones de crédito, pero esta corrección al texto original establece una excepción para que los patronos de las fundaciones puedan incorporarse como consejeros dominicales de sus bancos filiales. El PNV considera que esta doble función está avalada en el Código de Buen Gobierno de las sociedades cotizadas y tampoco impide el necesario grado de separación que quiere imponer la Comisión Europeaentre la propiedad y la gestión de los nuevos bancos creados por las antiguas cajas de ahorros.

La enmienda abre una ventana de oportunidad para que los presidentes de las grandes cajas puedan seguir al frente de sus bancos filiales, aunque lo hagan sin un poder ejecutivo directo. De esta forma se colmaría buena parte de las expectativas que Isidro Fainé, Amado Franco y Braulio Medel han depositado en la revisión de la ley con el fin de asegurar una posición simultánea de mando y control tanto en las fundaciones como en los bancos filiales de La Caixa, Ibercaja y Unicaja, respectivamente. Mario Fernández no tiene ese problema porque el presidente de Kutxabank hace tiempo que mostró su renuncia a presidir también la fundación bancaria de la que depende la entidad fusionada vasca.

Otros acuerdos de menor relevancia entre el PNV y el PP establecen también que el Banco de España determine el contenido y alcance de las obligaciones contables de las fundaciones bancarias, dada la singular naturaleza con que han irrumpido en el panorama financiero. Por último, las enmiendas del grupo parlamentario vasco modifican la disposición adicional octava de la ley para que las fundaciones que pierdan la mayoría de capital puedan recuperar sus derechos de voto mediante ampliaciones de capital en los bancos filiales.