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Las refinanciaciones hipotecarias ponen en peligro 500.000 millones en cédulas
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LA INSPECCIÓN DEL BDE CREE QUE LA NUEVA NORMA SE QUEDA CORTA

Las refinanciaciones hipotecarias ponen en peligro 500.000 millones en cédulas

La nueva normativa de provisiones para los créditos refinanciados pone de manifiesto que existe una enorme bolsa de hipotecas minoristas en esta situación, lo que que puede

La nueva normativa de provisiones para los créditos refinanciados pone de manifiesto que existe una enorme bolsa de hipotecas minoristas en esta situación, lo que que puede elevar notablemente su tasa de morosidad por encima del 4% actual al reclasificar estos préstamos. Eso pone en peligro la principal vía de financiación en mercado de la banca española, las cédulas hipotecarias, puesto que su supuesta seguridad queda en entredicho. Hay unos 500.000 millones emitidos en estos instrumentos, que están en manos sobre todo de inversores extranjeros. Además, fuentes de la inspección del Banco de España alertan de que el supervisor se ha quedado muy corto con las nuevas exigencias y que vuelve a los viejos errores de no atacar en toda su profundidad un agujero del sector.

Las cédulas hipotecarias son unos instrumentos con doble garantía: por un lado, la del banco en cuestión (como la deuda senior); y por otro, la de los préstamos hipotecarios que tiene en su balance, que se queda el comprador de estos títulos si el banco no le devuelve su dinero. además, suelen estar 'sobrecolateralizadas': si una entidad emite 100 millones, debe aportar 120 en hipotecas de la mayor calidad. Esta doble garantía es lo que hace de las cédulas el instrumento más seguro que pueden emitir las entidades, y que incluso sea posible colocarlas en tiempos de turbulencias en los mercados como los actuales (por ejemplo, la semana pasada emitió 400 millones el Banco Popular). Por eso mismo, es la vía de financiación más utilizada en el sector.

Y ahora está amenazada por la posibilidad de que esos préstamos que las respaldan no sean tan solventes como pensaban todos los inversores. La morosidad hipotecaria minorista ha subido un punto porcentual en el último año, pero sigue siendo bastante baja: el 3,8%. Sin embargo, a esta tasa se le pueden sumar las hipotecas refinanciadas, que tampoco están al corriente de pago porque la entidad ha dado más tiempo o mejores condiciones al cliente para devolver el préstamo. Según revela el último Informe de Estabilidad Financiera del Banco de España, las hipotecas suponen el 24,4% del total de créditos refinanciados en España (208.206 millones de euros), es decir, 49.826 millones. Cerca del 10% del importe emitido en cédulas.

"Si resulta que la morosidad hipotecaria es en realidad muy superior a la oficial, el precio de estos instrumentos se puede hundir en el mercado y cerrar la principal fuente de liquidez de la banca española", asegura un experto en el sector. Y esa es una línea roja para el sector, porque hay mucho en juego. De hecho, preservar las cédulas es el principal motivo que ha llevado a la banca a oponerse frontalmente a las medidas más radicales contra los desahucios, principalmente la dación en pago retroactiva, y al Gobierno a inclinarse por su postura.

Se disparan las refinanciaciones hipotecarias

Sin llegar a eso, las entidades han disparado las refinanciaciones hipotecarias en el último año precisamente por la presión política y social en este tema. "Nosotros ya no hacemos lanzamientos, siempre buscamos cualquier solución para los hipotecados (quitar el suelo, dar períodos de carencia, alargar plazos, etc.), incluso sale más a cuenta transformar la hipoteca en un alquiler. Preferimos perder margen que tener que provisionar estos préstamos", asegura el responsable del área inmobiliaria de una de las principales entidades españolas.

Algunos analistas ya alertaban el año pasado de que las hipotecas minoristas eran la próxima bomba de relojería de la banca española: JP Morgan aseguraba que, a medida que se les fueran agotando las prestaciones por desempleo -máximo de dos años- a los hipotecados, la morosidad empezaría a repuntar con fuerza. Además, entre estos trabajadores a los que se agotaría la prestación se encontraban muchos inmigrantes, que podían optar por volver a su país y abandonar las casas adquiridas en España. Finalmente, los nuevos desempleados se concentran en los grupos de edad con mayor exposición a las hipotecas, lo que empeora aún más las perspectivas. Frente a ese riesgo, existían unas provisiones muy reducidas para estos préstamos, que sólo cubrían el 15-20% de un importe enorme (cerca de 660.000 millones).

Esto va a terminar con el aumento de las exigencias de provisiones para las refinanciadas -deben pasar todas a subestándar por definición- por parte del Banco de España, lo que amenaza el beneficio del sector (su importe se situará entre 15.000 y 20.000 millones). Pero lo más preocupante es que puede poner en el foco de atención el problema de estas hipotecas y que eso provoque un tsunami en la cotización de las cédulas. Algo que el sector quiere evitar como sea.

Los inspectores critican que las nuevas provisiones se quedan cortas

Aun así, la nueva normativa (en forma de "criterios de interpretación" de la circular de provisiones del BdE) está recibiendo duras críticas por parte de los analistas -que la consideran sólo un primer paso hacia un nuevo esquema de provisiones- o de instancias políticas, por creer que se queda corta. De hecho, el propio supervisor pretendía sacar una circular mucho más dura, como ha informado en exclusiva El Confidencial, pero al final la suavizó notablemente por las presiones del sector.

También se han sumado a estas críticas los propios inspectores del Banco de España. Según fuentes de la inspección, "se está volviendo a los errores del pasado: se descubre una agujero enorme en la banca y sólo se pone un pequeño parche. Es lo que se hizo con la exposición al ladrillo y no sirvió de nada, porque acabó con el rescate europeo de 40.000 millones. Ahora la historia puede repetirse".

La nueva normativa de provisiones para los créditos refinanciados pone de manifiesto que existe una enorme bolsa de hipotecas minoristas en esta situación, lo que que puede elevar notablemente su tasa de morosidad por encima del 4% actual al reclasificar estos préstamos. Eso pone en peligro la principal vía de financiación en mercado de la banca española, las cédulas hipotecarias, puesto que su supuesta seguridad queda en entredicho. Hay unos 500.000 millones emitidos en estos instrumentos, que están en manos sobre todo de inversores extranjeros. Además, fuentes de la inspección del Banco de España alertan de que el supervisor se ha quedado muy corto con las nuevas exigencias y que vuelve a los viejos errores de no atacar en toda su profundidad un agujero del sector.