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Los agujeros negros de Caja Madrid: preferentes, el rascacielos, Fadesa, crédito a inmigrantes...
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LA GESTIÓN DE BLESA, ORIGEN DEL HUNDIMIENTO DE LA ENTIDAD

Los agujeros negros de Caja Madrid: preferentes, el rascacielos, Fadesa, crédito a inmigrantes...

La compra del City National Bank de Florida es la operación que ha dado con los huesos de Miguel Blesa, expresidente de Caja Madrid, en la cárcel. Pero fue en los

La compra del City National Bank de Florida es la operación que ha dado con los huesos de Miguel Blesa, expresidente de Caja Madrid, en la cárcel. Pero fue en los 14 años en que presidió la entidad (1996-2010) cuando se crearon los grandes agujeros negros que llevaron a la insovencia de la caja, que sólo se agravó con la fusión con Bancaja -que también venía como un queso de Gruyère- y otras cinco entidades en Bankia. Lo que, a la postre, ha llevado al mayor rescate de la historia de España, 22.424 millones. La vorágine del ladrillo, el crédito masivo a inmigrantes, la financiación de grandes operaciones corporativas ruinosas, la Torre de la Ciudad Deportiva o la mayor emisión de preferentes realizada entre minoristas son algunos de los hitos que jalonan su trayectoria.

- La locura del ladrillo

Este pecado no es ni mucho menos exclusivo de Caja Madrid, puesto que todas las entidades participaron en mayor o menor medida en la vorágine. Pero Caja Madrid lo hizo con verdadera fruición y asumiendo unos riesgos que resultaron mortales para su solvencia. Tras la fusión, Bankia acumulaba más de 600 participaciones en inmobiliarias, y ha tenido que traspasar al banco malo (Sareb) 22.318 millones de euros en crédito promotor e inmuebles adjudicados. Y eso, después de aplicar un descuento medio superior al 50%.

El caso más paradigmático de esta locura fue Martinsa-Fadesa, la mayor quiebra de la historia de España, en la que Caja Madrid tenía un crédito de 1.000 millones. Para tratar de evitar el desastre, Blesa puso a su hombre de confianza, Carlos Vela, como consejero delegado de la inmobiliaria gallega en 2007. No fue capaz de evitar la ruina, pero una vez consumada, el presidente de la caja lo volvió a acoger en su seno y le puso al frente de su holding de participadas, Cibeles. Todo un ejemplo de cómo se hacían las cosas en aquella época. No obstante, en aquella ocasión el escándalo frenó a Blesa, que lo destituyó apenas 10 días más tarde. El asunto acabó en los tribunales.

- El crédito a inmigrantes

En los años de la burbuja de crédito gracias a los tipos bajos y a la liquidez ilimitada de la que gozaba la banca española, el equipo de Blesa identificó un nuevo mercado que prometía crecimientos espectaculares: el de los millones de inmigrantes que acudían a España como tierra de oportunidades. La mayoría trabajaban en la construcción, lo que elevaba todavía más la dependencia de Caja Madrid del ladrillo. Pero no había cuidado, "la vivienda nunca baja en España" y el ciclo iba a ser eterno. Así, miles de rumanos o ecuatorianos pudieron cumplir su sueño de tener un piso propio, una tele de plasma o, por qué no, un BMW a tipos de interés irrisorios. Como es bien sabido, el sueño de tornó en pesadilla y esta política es en buena parte responsable de la morosidad del 13% que hoy sufre Bankia aún después de traspasar el crédito promotor a Sareb (un 8% en hipotecas minoristas).

- Los grandes sindicados

Otro pecado generalizado de la banca española, pero ya se sabe que "mal de muchos, consuelo de tontos". Blesa metió a Caja Madrid en créditos que financiaban operaciones imposibles como la de Prisa en Sogecable o la de ACS e Iberdrola, o empresas que se han venido abajo como FCC o la Marsans de Gerardo Díaz-
Ferrán
, operación por cuyas presuntas irregularidades también está implicado Blesa en los juzgados. Y, por supuesto, grandes inmobiliarias como Metrovacesa. Unos créditos que prometían grandes rentabilidades por su enorme volumen, pero que han tenido que convertirse en acciones -como en el caso de esta última- o refinanciarse una y otra vez a la espera de que algún día llegue la recuperación y estas empresas puedan devolver lo prestado. Una práctica que ahora va apenalizar el Banco de España con nuevas provisiones, aunque la actual Bankia ha pasado la mayoría de estas refinanciaciones a subestándar gracias al dinero del rescate.

- Las inversiones empresariales

Una de las obsesiones de Blesa era alcanzar a La Caixa, la mayor caja de ahorros de España. Y como la entidad catalana tenía una enorme cartera industrial que le reportaba grandes beneficios, él quiso construir una similar en Madrid. Al principio le salió bien: entró en Endesa antes de la guerra de opas y contraopas que disparó su precio hasta el infinito en 2006 y 2007. De hecho, incrementó su participación hasta el 9,93% en el inicio de la batalla y desoyó los cantos de sirena para que lanzara una oferta 'española' por la eléctrica. El resultado fue una plusvalía de 2.800 millones.

Pero fue su único éxito. A partir de ahí, todas sus inversiones han acabado con fuertes pérdidas: Indra, NH, Realia, Sacyr, Deoleo (la antigua SOS), Mapfre o Mecalux. Aunque la principal fuente de pérdidas en la actual Bankia es Iberdrola, que vino heredada de Bancaja. En todo caso, en total la entidad que preside ahora José Ignacio Goirigolzarri ha tenido que provisionar 4.000 millones del rescate para poner a valor actual todas esas participaciones.

- La Torre Foster

La megalomanía de la gestión de Blesa acabó con dos grandes fuegos artificiales. El primero fue la compra a Repsol en 2007 de una de las torres de la antigua Ciudad Deportiva del Real Madrid, diseñada por Norman Foster, por 815 millones para instalar la nueva sede de la entidad. La Torre KIO de Plaza de Castilla, paradigma de otra burbuja especulativa, se había quedado pequeña para una caja que aspiraba a jugar con las grandes entidades del país, y necesitaba una sede mucho más espectacular. Además, estaba en una zona "con una clara expectativa de revalorización" gracias a la nunca ejecutada Operación Chamartín. Hoy se estima que el rascacielos ha perdido más del 50% de su valor, y Goirigolzarri ha tenido que convocar un concurso de ideas para encontrarle una salida.

- El banco de Miami

Caja Madrid no sólo necesitaba una sede en el rascacielos más alto de España, sino que nuestro país se le había quedado pequeño y tenía que crecer en uno de los mercados más dinámicos -y a la vez con mayor seguridad jurídica- del mundo: EEUU. Y allá que se fue Blesa en 2008, en concreto a Florida, donde ya habían pescado rivales como BBVA o Sabadell. No había que reparar en gastos porque este estado también vivía un boom inmobiliario que iba a generar enormes beneficios como el español, así que Caja Madrid pagó ni corta ni perezosa 1.100 millones de euros (aunque la última parte de la compra ya la ejecutó Rodrigo Rato), incluyendo un fastuoso palacete de 10,5 millones para el responsable de la unidad, Ramón Ferraz Ricarte. El propio Banco de España ya alertó entonces del sobreprecio que estaba pagando la entidad, que tuvo que empezar a hacer provisiones para esta inversión a partir de 2010. Ahora está completando su venta, por la que espera obtener unos 500 millones.

- La mayor colocación de preferentes a particulares

Cuando las cosas empezaron a torcerse con la quiebra de Lehman y el derrumbe del sector financiero en EEUU y España, el incremento de las exigencias de capital por parte de los organismos internacionales era imposible de acometer por una caja de ahorros, una entidad que por definición no tenía capital. Habia que buscar otra vía, que fue la de las preferentes (abrazada también por los bancos porque salía mucho más barata que ampliar capital). Y como los institucionales pedían el oro y el moro por estos títulos perpetuos de unas entidades que no les inspiraban ninguna confianza, la solución fue colocarlas a los clientes minoristas. Aquí Blesa también se llevó la palma con la mayor colocación jamás realizada, de 3.000 millones, en mayo de 2009. Una colocación que supone el 75% del problema de los híbridos en Bankia y que dejó atrapados a más de 200.000 clientes cuando Bruselas impuso que tenían que asumir una quita para contribuir al rescate de la entidad. Y que además están amenazados por la posible caducidad de los vicios de consentimiento a los cuatro años.

La compra del City National Bank de Florida es la operación que ha dado con los huesos de Miguel Blesa, expresidente de Caja Madrid, en la cárcel. Pero fue en los 14 años en que presidió la entidad (1996-2010) cuando se crearon los grandes agujeros negros que llevaron a la insovencia de la caja, que sólo se agravó con la fusión con Bancaja -que también venía como un queso de Gruyère- y otras cinco entidades en Bankia. Lo que, a la postre, ha llevado al mayor rescate de la historia de España, 22.424 millones. La vorágine del ladrillo, el crédito masivo a inmigrantes, la financiación de grandes operaciones corporativas ruinosas, la Torre de la Ciudad Deportiva o la mayor emisión de preferentes realizada entre minoristas son algunos de los hitos que jalonan su trayectoria.