Rato prepara una renovación de la cúpula de Bankia tras la salida a bolsa

Rodrigo Rato ya ha conseguido que Bankia esté en bolsa. Ahora, el presidente del nuevo banco cotizado quiere reforzar la cúpula directiva. El exdirector gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI) pretende formar un equipo en coordinación con su consejero delegado, Francisco Verdú, lo que supondrá la salida de parte de la antigua cúpula.

El nombramiento de Verdú se hizo casi a petición de los inversores institucionales, que no querían invertir en una entidad gestionada por un grupo de directivos que habían llevado a Caja Madrid y a Bancaja a una situación límite. El anuncio llegó el 20 de mayo, unos días antes de que Rato hiciera la presentación oficial de la Oferta Pública de Suscripción (OPS) ante los analistas del sindicato colocador.

El presidente ha recibido como una de las mayores críticas la falta de un equipo gestor profesional, capaz de darle la vuelta a una entidad que arrastra una cartera de ladrillo de 32.000 millones y cuyo potencial de revalorización se basa en una reestructuración profunda y en una mejora de la eficiencia.

El propio presidente de Bankia ha transmitido que en los próximos meses quiere tener a una guardia de corps ad hoc. Fuentes próximas al grupo liderado por Caja Madrid y Bancaja aseguran que quiere prescindir de los antiguos hombres de confianza de Miguel Blesa. El comité de dirección del grupo está formado por siete miembros, de los cuales cuatro son nuevos y tres proceden de la antigua etapa. Entre ellos está Ildefonso Sánchez, que dirigió Caja Madrid junto a Matias Amat, Antonio Román y Carlos Contreras.

Los dos primeros siguen en el nuevo grupo, pero con desiguales funciones. Sánchez continúa como director general financiero y de riesgos, mientras que Amat ha sido relevado de sus funciones de director general de participadas. Ahora se ha quedado sin un rol específico en Banco Financiero y de Ahorro (BFA), el conocido como banco malo.

El polémico bonus 

Los dos formaban parte del selecto grupo de directivos incluidos en el plan de fidelización por el que iban a cobrar un bonus de 25 millones de euros. Dicha remuneración fue frenada por Rato al considerar que no se podía premiar a unos ejecutivos tras la inyección de 4.600 millones de dinero público por parte del FROB. Los demás, entre los que se encuentran Ricardo Morado (exdirector de sistemas), Juan Astorqui (comunicación), Rafael Spottorno (Fundación), Carmen Contreras (Acción Social) y Ramón Ferraz (Cibeles), han dejado la entidad.

En la misma indefinición está Fernando Navarro, director general de riesgos, que fue reemplazado el pasado 16 de junio por Juan Chozas. Por su parte, Antonio Román se marchó a Banesto como responsable de gestión financiera y Carlos Contreras, director de finanzas corporativas de Caja Madrid, se incorporó a ACS a mediados de abril.

En el comité de dirección también hay dos hombres de confianza de José Luís Olivas, vicepresidente de Bankia y primer ejecutivo de Bancaja. Olivas, nombrado por Francisco Camps, tiene en la primera línea directiva a Pedro Vázquez, director general de medios, y Aurelio Izquierdo, director general de negocio. De la segunda línea directiva, catorce de sus diecinueve miembros habían desarrollado puestos ejecutivos en Caja Madrid o Bancaja. Solo cinco han sido nombrados desde la llegada de Rato a Bankia.