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Corcóstegui no podrá entrar en Cívica hasta 2012 por la penalización de Botín
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TIENE UNA CLÁUSULA DE NO COMPETITIVDAD DE DIEZ AÑOS

Corcóstegui no podrá entrar en Cívica hasta 2012 por la penalización de Botín

Banca Cívica anunció a bombo y platillo el pasado 13 de junio la incorporación de Ángel Corcóstegui como consejero independiente de cara a su salida a

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Corcóstegui no podrá entrar en Cívica hasta 2012 por la penalización de Botín

Banca Cívica anunció a bombo y platillo el pasado 13 de junio la incorporación de Ángel Corcóstegui como consejero independiente de cara a su salida a bolsa. Sin embargo, el que fuera consejero delegado de Banco Santander no podrá sentarse en el órgano de gobierno de la nueva entidad hasta febrero de 2012 por la cláusula de incompatibilidad que firmó con Emilio Botín en 2002.

 

En febrero de ese año, Corcóstegui dejó todos sus cargos en Santander Central Hispano (SCH) en lo que fue la crónica de una historia anunciada debido a los desacuerdos entre los directivos procedentes del Santander y los del Central Hispano. De hecho, en agosto de 2001, José María Amusátegui había abandonado también la copresidencia de forma inesperada.

Tanto uno como el otro dejaron sus puestos a cambios de unas jugosas indemnizaciones. Amusátegui percibió 56 millones de euros, mientras que Corcósteguí recibió 108 millones. Estas enormes cantidades, las más altas recibidas hasta la fecha por un banquero en España, fueron denunciadas por apropiación indebida ante la Justicia, que finalmente absolvió tanto a los dos directivos como al presidente del Santander.

La salida de Corcóstegui llevó incluida una cláusula de no competencia que impedía al banquero asumir funciones ejecutivas o de consejero en cualquier otra entidad financiera durante los próximos diez años. Un tiempo que multiplica por cinco el plazo normal que se suele exigir en estos casos –dos años-, pero que el directivo aceptó debido al volumen de la indemnización.

Por este motivo, dicha cláusula sigue vigente hasta febrero de 2012, momento hasta el que Corcóstegui no puede, por tanto, incorporarse al consejo de administración de Banca Cívica. Así queda matizado en el folleto informativo de la salida a bolsa de la entidad participada por Cajasol y Caja de Ahorros de Navarra, ya que cuando fue anunciado a través de nota de prensa el 13 de junio no se hizo mención a esta demora.

Golpe de efecto

El hecho es significativo puesto que Cívica pretendió dar un golpe de efecto con el nombramiento de Corcóstegui de cara a los inversores institucionales. Porque el banquero nacido en Bilbao en 1951 es uno de los ejecutivos con más prestigio en el sector. Master en Economía Monetaria por la Universidad de Pennsylvannia y doctor en Finanzas por la Wharton Business School, inició su carrera en el antiguo Banco de Vizcaya al que fusionó, bajo la dirección de Pedro Toledo, con el Banco Bilbao para dar lugar a BBV.

Tras alcanzar puestos de gran responsabilidad en esa entidad y entrar en su consejo, se marchó en 1994 al Banco Central Hispano como consejero delegado para dirigir su brusca reestructuración. Lo cogió con un valor de apenas 2.000 millones que multiplicó por cinco hasta 1999 cuando se acordó la integración con Banco Santander. El matrimonio duró poco, exactamente hasta febrero de 2002.

Banca Cívica anunció a bombo y platillo el pasado 13 de junio la incorporación de Ángel Corcóstegui como consejero independiente de cara a su salida a bolsa. Sin embargo, el que fuera consejero delegado de Banco Santander no podrá sentarse en el órgano de gobierno de la nueva entidad hasta febrero de 2012 por la cláusula de incompatibilidad que firmó con Emilio Botín en 2002.

Ángel Corcóstegui