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Caja Madrid pone a la venta la Torre Kio, una de las últimas joyas de su ajuar inmobiliario
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ENCARGA EL MANDATO A AGUIRRE NEWMAN

Caja Madrid pone a la venta la Torre Kio, una de las últimas joyas de su ajuar inmobiliario

Rodrigo Rato se ha decidido a sacar el máximo provecho posible al patrimonio inmobiliario de Caja Madrid, ahora integrada en Bankia. La entidad financiera acaba de

Foto: Caja Madrid pone a la venta la Torre Kio, una de las últimas joyas de su ajuar inmobiliario
Caja Madrid pone a la venta la Torre Kio, una de las últimas joyas de su ajuar inmobiliario

Rodrigo Rato se ha decidido a sacar el máximo provecho posible al patrimonio inmobiliario de Caja Madrid, ahora integrada en Bankia. La entidad financiera acaba de sacar a la venta su sede corporativa, uno de los dos edificios inclinados que forman el complejo de las Torres Kio de Madrid, pues la otra es propiedad de la inmobiliaria Realia (controlada por la propia caja y la constructora FCC), por algo más de 200 millones de euros, según han confirmado fuentes del mercado.

La operación ha sido confiada a Aguirre Newman, la consultora fundada por Santiago Aguirre (hermano de la presidenta de la Comunidad de Madrid) y su socio Stephen Newman, en el proceso de un concurso algo controvertido, pues ni siquiera han sido invitadas a participar ninguna de las dos consultoras internacionales más importantes que operan en nuestro país, es decir, CB Richard Ellis y Jones Lang Lasalle (que acaba además de fusionarse con King Sturge).

La operación sigue el formato de sale & leaseback que Caja Madrid ha puesto en marcha para otros de sus activos inmobiliarios que ya ha ido vendiendo. En este caso, dado el importe que espera alcanzar está entre 200 y 250 millones de euros,  la entidad tendrá que recurrir a compradores internacionales, grandes fondos inmobiliarios extranjeros, interesados en aumentar su presencia en ladrillo español y atraídos por la rentabilidad que ofrezca un vendedor necesitado de hacer caja.

La venta de la torre inclinada de Caja Madrid supone, de forma paralela, la confirmación del traslado al nuevo rascacielos, adquirido por la caja de ahorros en junio de 2007 por la friolera de 815 millones de euros. Dadas las actuales dificultades por las que atraviesa el conglomerado de Bankia, su presidente, Rodrigo Rato, estuvo muy tentado al principio de su mandato de abortar la mudanza y considerar si convenían más otras alternativas que permitieran generar mayores recursos.

A pesar de su buen emplazamiento, el eje norte del Paseo de la Castellana, de tener una antigüedad de sólo dos décadas y de conservar un interior de alta gama, las condiciones tampoco son las más idóneas para vender un ese complejo de oficinas. En primer lugar, según los expertos consultados, porque Caja Madrid no garantiza un contrato largo de permanencia como inquilino y, en segundo, por la dificultad para encontrar otro que ocupe toda la torre, como le ocurrió a Sacyr con su rascacielos.

Precisamente, PWC fue uno de los candidatos que podía haber ocupado la Torre Kio, pero la consultora internacional terminó decantándose por la mitad del rascacielos que la constructora de Luis del Rivero tenía aún libre. La renta de alquiler fijada en esa operación, en torno a 20 euros por metro cuadrado, deja además poco margen de maniobra para Aguirre Newman a la hora de comercializar los 30.000 metros cuadrados (mas parking) que tiene la actual sede de Caja Madrid

De consumarse esta operación, que acaba de arrancar, Caja Madrid sigue con su plan previsto de venta de activos inmobiliarios. Recientemente, la entidad se deshizo de 97 sucursales por 96 millones de euros, que fueron a parar a manos de los fondos de inversión Drago y Cerberus, y de otras 8 algo más tarde, que también compraron a dúo Drago y Atitlán. Mucho antes, la caja había vendido ya la sede de su centro informático, en Las Rozas, por 108 millones a un fondo inmobiliario alemán.

Con este venta, el único gran activo inmobiliario en propiedad que tendrá Bankia de la antigua caja madrileña será la Torre Caja Madrid, que con motivo de la fusión ha sido integrada en BFA, el holding donde las siete cajas de ahorro han aportado sus activos más problemáticos. El deterioro del valor del rascacielos, por el que habría ofertas hasta un 50% por debajo del precio de hace cuatro años, hace inviable que salga del perímetro de Bankia. Otra cosa será qué ocurra con la Torre Kio.

Rodrigo Rato se ha decidido a sacar el máximo provecho posible al patrimonio inmobiliario de Caja Madrid, ahora integrada en Bankia. La entidad financiera acaba de sacar a la venta su sede corporativa, uno de los dos edificios inclinados que forman el complejo de las Torres Kio de Madrid, pues la otra es propiedad de la inmobiliaria Realia (controlada por la propia caja y la constructora FCC), por algo más de 200 millones de euros, según han confirmado fuentes del mercado.

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