La Administración se convierte en el peor cliente de las empresas de limpieza

La semana pasada tuvo lugar en Barcelona un encuentro entre las principales empresas del sector de la limpieza y la higiene profesional. El panorama, como en otros muchos ámbitos, es poco esperanzador. En los dos últimos años, la crisis se ha llevado por delante 30.000 puestos de trabajo. Su principal cliente, las Administraciones Públicas, son parte de la solución... pero también son la causa fundamental del problema.

Los recortes presupuestarios de los organismos públicos han afectado directamente a las empresas de limpieza. En la cuenta de gastos, estos servicios suelen ser una de las partidas a rebajar en primer lugar. Por este motivo, las más de 400 compañías reunidas en la patronal del sector consideran que, para poder superar los recortes presupuestarios y mantener el empleo, necesitan contratos más largos para poder cubrir y asumir costes. 

Pero el nudo gordiano de su situación tiene que ver con el retraso en los pagos de los Ayuntamientos y otros Entes Públicos. Las dificultades de cobro son denominador común entre las 19.000 empresas involucradas en este negocio, que facturan un total de casi 8.000 millones de euros (1,5% del PIB) y da empleo a unos 470.000 trabajadores, entre ellos colectivos de difícil inserción como las mujeres o colectivos inmigrantes.  

Por debajo del precio de coste

En este contexto, las empresas del sector están viendo cómo además se están convocando concursos públicos por debajo del precio de coste, situación que pone en ventaja a grandes compañías frente a otras más pequeñas. En este sentido, la patronal solicita que la Administración realice controles a las empresas que contratan con el fin de asegurar que se cumplen las condiciones del pliego y que todas puedan competir en igualdad de condiciones.

Uno de los hitos que puede marcar el pulso del sector es la venta de la empresa de servicios Clece, filial de la constructora ACS. Después de llevar casi tres años en el mercado en busca de un comprador, los fondos de capital riesgo Permira y Mercapital negocian su adquisición por cerca de 660 millones de euros, muy por debajo de la cantidad inicial de 1.000 con la que se arrancó el proceso de subasta. 

Uno de los argumentos que ha jugado en contra de la venta de Clece ha sido, precisamente, la exposición del grueso de su negocio a los contratos con la Administración. El riesgo es doble, como explican otros fondos que estudiaron la operación: “La posibilidad de crecer por la prestación de servicios a entidades públicas es reducido, cuando no cancelación de contratos, a lo que hay que sumar morosidad e incluso renegociaciones a la baja”.