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La guerra de depósitos va a continuar pese a las protestas del sector financiero
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SALE MÁS BARATA QUE LA FINANCIACIÓN MAYORISTA

La guerra de depósitos va a continuar pese a las protestas del sector financiero

"Si todo el sector tuviera accionistas privados, la guerra de depósitos pararía", afirmó tajantemente Ángel Cano, consejero delegado de BBVA. Pero lo cierto es que no va a

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La guerra de depósitos va a continuar pese a las protestas del sector financiero

"Si todo el sector tuviera accionistas privados, la guerra de depósitos pararía", afirmó tajantemente Ángel Cano, consejero delegado de BBVA. Pero lo cierto es que no va a parar, ni con accionistas privados ni con dinero público, según confirman distintas fuentes del sector.

La razón es que, aunque los depósitos paguen más del 4%, sale más barato financiarse así que acudir a los mercados mayoristas. "Ahora mismo, el mercado te exige en torno al 5,5% para cualquier emisión, y sólo Santander y BBVA han logrado colocar deuda por debajo del 5% de forma excepcional", asegura una de las fuentes.

De hecho, la prima de riesgo de España, medida por el diferencial con el bono alemán, superó el pasado jueves de nuevo los 2 puntos, y el activo español a 10 años paga un 5,3% en el mercado. El Tesoro colocó esta semana bonos a 5 años a un interés del 4,56%. Dado que el Estado es más solvente que las entidades financieras por definición, éstas deben pagar más por sus emisiones de deuda.

"Si tienes que pagar más del 5,5% por financiarte en mercado, tiene más sentido colocar depósitos al 4% ó 4,5% a los clientes, aunque requiera un mayor esfuerzo comercial porque hay que venderlos a muchos clientes por cantidades pequeñas", explican en otra entidad. "Por eso, es inevitable que la guerra del pasivo continúe hasta que el riesgo país baje".

Precisamente, BBVA ha sido uno de los bancos que más ha mostrado su preocupación por el coste de la financiación mayorista y que más ha insistido al Gobierno para que profundice las reformas y devuelva así la confianza a los inversores, de modo que pueda bajar la prima de riesgo. Las declaraciones de Cano dejan a las claras que considera a las cajas culpables de esta guerra (pese a que fue el Santander quien rompió el mercado el año pasado) y que espera que termine cuando todas tengan inversores privados en su capital.

Además, los bancos cuyos depósitos lanzados hace un año vencen ahora tienen que sumarse a la guerra para evitar fugas de clientes en busca de estas nuevas ofertas. Por tanto, asistimos a la paradoja de que todas las entidades critican esta práctica suicida, pero ninguna quiere quedarse fuera por no perder cuota de mercado, aunque sea a costa de sacrificar sus márgenes.

El Gobierno ha tomado cartas en el asunto y pretende penalizar a los depósitos con tipos más altos mediante una subida de su aportación al Fondo de Garantía de Depósitos. Pero esta medida no frenará la guerra porque el coste es muy pequeño para las entidades y, aun pagando una penalización, les sale más barato que acudir a los mercados.

Los márgenes, hundidos

El problema es que, mientras los costes de financiación siguen siendo tan altos, sea mayorista o minorista, los ingresos siguen cayendo por la caída del crédito -en la mayoría de las entidades se está reduciendo o, como mínimo, se ha estancado- y porque los préstamos vivos son en su mayoría hipotecas, que tienen un diferencial fijo durante muchos años. La salvación está en las subidas del Euribor, pero tardan meses en trasladarse a los créditos (cuando les toca la revisión semestral o anual).

De ahí que la prioridad del conjunto del sector sea recuperar los márgenes. Y eso se traduce inevitablemente en una subida de los tipos para los créditos a empresas -los que se tienen que renovar cada poco tiempo- y unos diferenciales mucho más altos para los préstamos nuevos. BBVA admitió ayer que el diferencial de sus hipotecas se sitúa en 1,15 puntos sobre el Euribor, y se sitúa por debajo de lo que están cobrando la mayoría de sus competidores.

"Si todo el sector tuviera accionistas privados, la guerra de depósitos pararía", afirmó tajantemente Ángel Cano, consejero delegado de BBVA. Pero lo cierto es que no va a parar, ni con accionistas privados ni con dinero público, según confirman distintas fuentes del sector.

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