Telefónica gastará cerca de 1.700 millones en despedir a 6.000 empleados en España

Telefónica confirmó ayer lo que era un secreto a voces en la sede del Distrito C (norte de Madrid) después de que a finales de 2010 se rompiera la paz social con los sindicatos. La compañía reducirá su plantilla en unas 6.000 personas, lo cual tendrá un coste para sus arcas de unos 1.700 millones de euros. Aunque la cifra parece muy abultada, la empresa se ahorrará unos 1.400 millones en gastos laborales.

 

Estas son las primeras estimaciones que han hecho los analistas que han asistido al Investor Day (Día del Inversor) celebrado en las últimas 48 horas en Londres. Y es que la alta dirección de Telefónica había señalado la víspera que las condiciones para la salida voluntaria del 20% de la plantilla “serán similares” a la de los programas de ajustes anteriores, más la inflación y la curva de rentabilidad.

Así lo dijo Guillermo Ansaldo, presidente de Telefónica España, a preguntas de algunos de los más de 200 expertos financieros que se han reunido con la cúpula de la primera empresa española por capitalización. Ansaldo se refería principalmente al Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que el grupo llevó a cabo entre 2003 y 2007, que supuso la marcha precipitada de 13.870 empleados.

Ese plan tuvo un coste de 3.916 millones para las cuentas de la operadora, por lo que el pago medio por trabajador ascendió a unos 280.000 euros. Si se aplica este número a los 6.000 empleados que ahora quiere despedir Telefónica, el montó del nuevo ajuste de plantilla rondaría los 1.700 millones de euros. Pese a ello, se ahorraría unos 1.400 millones en gastos laborales.

El ERE anterior fue acordado con las principales fuerzas sindicales con representación en la compañía, CCOO, UGT y la Unión Telefónica Sindical (UTS), y se acordó como “de carácter general y voluntario”. Los empleados que se acogieron lo hicieron a través de prejubilaciones, bajas incentivadas y voluntarias. La edad de partida eran los 52 años y la compañía le garantizaba el 70% del sueldo hasta los 61. A partir de esa edad, cobraban la prejubilación. Fue el mayor ERE de la historia empresarial de España, pese a que no se cumplió en su totalidad, puesto que el objetivo eran 15.000 empleados.

Telefónica le dijo a los analistas que comenzará “en breve” las negociaciones con los representantes de los trabajadores, los cuales están de uñas con el equipo gestor después de que en diciembre la empresa decidiera no prorrogar el último convenio colectivo. Desde que empezó 2011, Telefónica ha enviado varios correos electrónicos internos mostrando su preocupación por los malos resultados en la filial española y avisando a los sindicatos de la necesidad de tomar medidas drásticas.

La sangría de España

 

No le falta razón al equipo de César Alierta. El pasado año, los ingresos de España cayeron un 5% hasta los 18.711 millones de euros, con un descenso del margen del 1,9% y una caída del 9,2% del beneficio operativo. Desde el último ERE, la facturación ha bajado un 10,34%, hasta representar tan solo el 31% de los ingresos del grupo,

Estas cifras incluyen los negocios tradicionales de Telefónica, pero también los de móviles y ADSL. Porque la sangría para la operadora es mucho mayor si se disecciona la evolución del número de líneas de telefónica fija. Desde finales de 2007, cerca de 2,7 millones de españoles han dado de baja su línea de telefonía fija. Telefónica cuenta ahora con 13,2 millones de abonados de este servicio –un 18,5% menos-, después de perder 920.000 en 2010. Pese a ello, tiene el 69% del mercado gracias a la herencia del monopolio.