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El sector financiero, indignado con Botín por reabrir la guerra de depósitos
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PUEDE SUPONER LA PUNTILLA A LAS CAJAS

El sector financiero, indignado con Botín por reabrir la guerra de depósitos

A Botín le gusta sacar provecho de la mala situación de la competencia. Es algo bien conocido. Pero la mayoría del sector financiero español cree que esta

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El sector financiero, indignado con Botín por reabrir la guerra de depósitos

A Botín le gusta sacar provecho de la mala situación de la competencia. Es algo bien conocido. Pero la mayoría del sector financiero español cree que esta vez ha ido demasiado lejos. La nueva guerra del pasivo que puede desatar con su depósito al 4,5% pondrá en apuros a muchas entidades (sobre todo cajas) que parecía que empezaban a ver la luz después del proceso de fusiones y de las ayudas del FROB.

"El Santander se ha pasado en esta ocasión. En la anterior, la primavera pasada, hacía falta dar un empujón para que las cajas se tomaran en serio la reestructuración. Pero ahora no puede ser peor momento para una nueva guerra del pasivo, con Portugal al borde del rescate y dudas sobre si España está a salvo, y cuando la ruptura de CAM-Cajastur ha hecho saltar por los aires la idea de que la reforma del sector financiero estaba encarrilada", opinan en una entidad de tamaño importante.

En efecto, hace un año el lanzamiento del famoso superdepósito del Santander al 4% fue un detonante claro para la oleada de fusiones de cajas que se produjo inmediatamente después. El miedo a una huida masiva de depósitos hacia el mayor banco español hizo que muchas entidades vencieran las resistencias -sobre todo políticas- para fusionarse. Pero ahora que todo ese proceso puede venirse abajo con lo de Banco Base, la iniciativa de Botín puede provocar un efecto dominó que acabe pagando el sector en su conjunto.

Porque lo que teme el sector no es tanto el primer paso del Santander, sino la respuesta de la competencia. Es decir, que asistamos a una oleada de ofertas a tipos cada vez más alto, como ocurrió el año pasado. De hecho, ya algunas entidades habían lanzado en las últimas semanas depósitos con remuneraciones muy por encima de la media, como Sabadell o Caja 3.

En su descargo, hay que decir que el nuevo depósito del Santander -y los citados de los competidores- no son depósitos plain vanilla para todo el mundo como los del año pasado, sino estructurados ligados a un subyacente (la cotización de varias acciones o que Alonso o Hamilton ganen el mundial de Fórmula 1 en el caso del Sabadell). Es decir, la rentabilidad máxima sólo se alcanza si se dan determinadas condiciones. Además, el producto del banco de Emilio Botín va dirigido a grandes patrimonios, ya que exige una inversión mínima de 50.000 euros.

A pesar de ello, todo el mundo en el sector cree que se trata de una nueva declaración de guerra, que se extenderá a productos más masivos. No es casual que esto se produzca en marzo, justo cuando vence el depósito que hizo captar al Santander 30.000 millones y 89.000 clientes nuevos el año pasado. No puede dejar escapar ese capital, y antes de que otra entidad lo atraiga con una oferta agresiva, el banco cántabro ha preferido adelantarse, como casi siempre.

Exceso de arrogancia

Y no se trata sólo de esta iniciativa. Mucha gente en las altas esferas financieras no sale aún de su asombro porque Botín se erigiera en portavoz del mundo empresarial y pidiera a Zapatero que agote la legislatura, cuando el sentimiento mayoritario desde hace años entre las grandes empresas es que el presidente actual es incapaz de sacar a España de la crisis y que, cuanto antes se produzca el cambio de Gobierno, mejor. 

Aún hay más. La actitud del Santander en la actual crisis de la CAM también resulta irritante para buena parte del sector. "Si Botín va a sacarle las castañas del fuego a Ordóñez, no se entiende por qué no lo hace ya. En una situación tan crítica, no tiene sentido estar jugando al ratón y al gato para conseguir un precio un poco mejor. Cuanto más lo retrase, más riesgo habrá. Está jugando con fuego y nos podemos quemar todos", señala un analista especializado en el sector.

Así pues, la actitud 'asesina' típica de Botín esta vez puede haber ido demasiado lejos, a juicio de sus competidores. Y acabar pasando factura al sistema financiero en su conjunto.

A Botín le gusta sacar provecho de la mala situación de la competencia. Es algo bien conocido. Pero la mayoría del sector financiero español cree que esta vez ha ido demasiado lejos. La nueva guerra del pasivo que puede desatar con su depósito al 4,5% pondrá en apuros a muchas entidades (sobre todo cajas) que parecía que empezaban a ver la luz después del proceso de fusiones y de las ayudas del FROB.

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