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"Doctor Bañuelos", devorado por su criatura Astroc
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"Doctor Bañuelos", devorado por su criatura Astroc

 El ex presidente de Astroc, Enrique Bañuelos.Se le fue de las manos. Murió de éxito y ambición. Astroc, que en los próximos meses pasará a denominarse

Se le fue de las manos. Murió de éxito y ambición. Astroc, que en los próximos meses pasará a denominarse Landscape, pierde a su fundador y creador. Enrique Bañuelos de Castro no ha aguantado más y a la primera oportunidad que ha tenido -el de ayer fue el primer consejo desde que en la pasada junta de accionistas anunciara que barajaba dimitir- ha abandonado el barco.

Desolado, como le ven quienes tiene cerca, harto de ver cómo se desmoronaba un imperio que sólo estaba en su cabeza, Bañuelos no avisó a nadie de que iba a dimitir. Dio la espantada. Entre el primer hecho relevante enviado a la CNMV (dimisión) y el segundo (nuevo presidente) hay siete horas de diferencia. La criatura que creó en tierras levantinas se convirtió en un monstruo financiero al que otros han tenido que sacrificar para poder reconstruirlo con algo más de sustancia.

El nuevo presidente del negocio es Juan Carlos Nozaleda, propietario junto a su hermano Luis de la inmobiliaria Nozar. Aunque Bañuelos no avisó de sus planes de huida, la familia ya tenía claro que ellos ocuparían la presidencia desde hace varios meses. De hecho, Juan Carlos dimitió a primeros de junio como vicepresidente de Colonial, donde tienen un 10% -fue sustituido por su hermana Clara-, para no coincidir en el consejo de administración de las dos inmobiliarias.

Según fuentes próximas a la empresa, los acontecimientos se han precipitado por la operación Aisa, que se ha negociado prácticamente sin ponerlo en conocimiento del presidente por el resto de socios y que supondrá la catalanización de la empresa valenciana, que trasladará su sede de Valencia a Barcelona. Por eso, aprovechando la fusión con Aisa, todavía se negocia la ecuación de canje, Bañuelos se desprenderá de buena parte del 31% que todavía mantiene en la empresa, según apuntan fuentes financieras.

En una entrevista con Reuters, Bañuelos aseguró en cambio que no iba a vender sus acciones y que si perdía peso en la empresa era por el efecto de la dilución de su participación por las fusiones previstas. "También tengo el 15% de Landscape", recordaba en su momento el valenciano. Poco importa. El joven empresario ha perdido ya "o dejado de ganar- una friolera de millones de euros, cuando en la cúspide de la burbuja bursátil de Astroc, allá por febrero, la compañía cotizaba por valor de 8.500 millones. Ahora, por debajo de los 1.000, ya no daría para entrar en Forbes.

Eje alternativo

A partir de ahora, el eje Nozar-Rayet construirá el futuro de la compañía. El primer paso que se está dando es la fusión de los negocios de Astroc con Landscape, Rayet Promociones y Aisa, dando entrada en el capital a los accionistas de la catalana. Además, lo más probable es que incorporen también a nuevos socios, por lo que no está claro qué porcentaje se quedará cada accionista al final de todo el proceso.

Sí está claro que el mayoritario serán los Nozaleda, con una participación que en ningún caso superará el 30% para no tener que lanzar una opa por toda la compañía. Los Nozaleda están presentes además en otras cotizadas como Reyal Urbis, donde cuentan con el 6%, y Natraceutical, el grupo de bioalimentos. Aquí coinciden con otro viejo conocido de Astroc: el presidente del Instituto de Analistas Financieros, Xavier Adserá.

Este ejecutivo entró en el consejo de administración que encabezaba Bañuelos y, de repente, un buen día de febrero, vendió casi todas sus acciones. Se da la coincidencia de que Adserá era el responsable de Riva y García, una de las sociedades colocadoras de la OPV junto a Ibersecurities-Banco Sabadell y Caja Madrid. Su venta fue seguida apenas unas semanas después por Rayet y después llegó la crisis y la muerte de Astroc.

Se le fue de las manos. Murió de éxito y ambición. Astroc, que en los próximos meses pasará a denominarse Landscape, pierde a su fundador y creador. Enrique Bañuelos de Castro no ha aguantado más y a la primera oportunidad que ha tenido -el de ayer fue el primer consejo desde que en la pasada junta de accionistas anunciara que barajaba dimitir- ha abandonado el barco.