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La cohesión social por lo suelos: España, a la cabeza de Europa en tasa de pobreza
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La cohesión social por lo suelos: España, a la cabeza de Europa en tasa de pobreza

La renta per cápita española se acerca a la europea. De eso no parece haber ninguna duda. Pero lo hace de una manera tan desequilibrada que

La renta per cápita española se acerca a la europea. De eso no parece haber ninguna duda. Pero lo hace de una manera tan desequilibrada que la distancia que separa a pobres y ricos en términos de renta se encuentra en estos momentos entre las más abultadas de la Unión Europea.

Los datos los acaba de publicar Eurostat, que en un estudio sobre la pobreza en Europa sitúa a España como el quinto país de los 17 analizados con mayor tasa de pobreza, sólo por detrás de Eslovaquia, Portugal e Irlanda, y en los mismos niveles que Grecia.

En concreto, y según la oficina estadística de la UE, la tasa de pobreza de España alcanza al 19,9% de la población, prácticamente el doble que la existente en los países de mayor cohesión social: Dinamarca, Luxemburgo, Finlandia, Suecia y Noruega, donde tan sólo el 11% de sus ciudadanos se encuentra por debajo del umbral de pobreza, que en el caso español se sitúa en términos absolutos en 6.278,7 euros por persona, entendida esta referencia como una unidad de consumo.

Es la primera vez que la Unión Europea ofrece datos que permiten la comparación entre países. Algo que ha sido posible gracias a la explotación estadística de la información que suministra la Encuesta de Condiciones de Vida, que en España se hace a partir de los datos que facilitan 16.000 hogares, lo que da una idea de su alta representatividad.

De Luxemburgo a Bulgaria

La primera edición de la Encuesta se refiere a datos del año 2004, pero en las próximas semanas, probablemente antes de que acabe el mes de noviembre, estarán ya en condiciones de publicarse las cifras correspondientes a 2005, que apenas variarán, según el INE, respecto de las publicadas recientemente.

¿Y qué dicen esos datos? Pues que mientras en España el umbral de pobreza en términos de paridad de poder de compra (un método que permite hacer la comparación entre países) se sitúa en 7.254 euros por persona y año, en Luxemburgo (el país en el que se necesitan los ingresos más elevados para que un ciudadano no sea clasificado como pobre) se necesitan 15.552 euros.

En el polo opuesto (ver gráfico) se encuentra Bulgaria, donde para ser considerado pobre por las estadísticas oficiales hay que tener unos ingresos anuales inferiores a 2.033 euros en términos de poder de compra (eliminando el efecto de los precios). Quiere decir esto que un ‘pobre’ en España sería ‘rico’ en Bulgaria, pero se situaría entre los niveles más marginales si tuviera que vivir en Luxemburgo o Noruega, las dos naciones donde el umbral de pobreza es más elevado.

Según Ignacio González Veiga, responsable de la Encuesta de Condiciones de Vida, la importancia de este trabajo estadístico viene dada, precisamente, por el hecho de que permite la comparación entre países con una metodología homogénea. Como es lógico, los umbrales de pobreza son distintos en función de los niveles de renta de cada país. Y es que no hay que perder de vista de que se trata de tasa de pobreza relativa, no absoluta, que es la que se aplica a los países subdesarrollados (vivir con 1 ó 2 dólares diarios por cabeza).

Pobres y ‘pobres’

La línea de pobreza se fija habitualmente en el 60% de la mediana de la distribución de los ingresos, pero asignando a cada uno de los miembros de un mismo hogar una ponderación distinta en función de su número y de la edad. El número de unidades de consumo se ha calculado utilizando la escala de la OCDE modificada: 1 para el primer adulto de un hogar; 0,5 para el resto de adultos y 0,3 para los menores de 14 años.

La renta per cápita española se acerca a la europea. De eso no parece haber ninguna duda. Pero lo hace de una manera tan desequilibrada que la distancia que separa a pobres y ricos en términos de renta se encuentra en estos momentos entre las más abultadas de la Unión Europea.