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¿El teletrabajo se queda o se acaba? Los datos sobre el empleo desde casa se contradicen entre ellos
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cinco años desde la pandemia

¿El teletrabajo se queda o se acaba? Los datos sobre el empleo desde casa se contradicen entre ellos

Mientras va en aumento el número de empresas que obligan a la vuelta a la oficina, las cifras de teletrabajadores está en niveles importantes cinco años después del covid

Foto: Varias personas en una oficina. (EP/Eduardo Parra)
Varias personas en una oficina. (EP/Eduardo Parra)
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Unos a favor, otros en contra. Ya no hay quien se aclare con el teletrabajo. Entre datos que aseguran una cosa y medidas que apoyan lo contrario, en estos cinco años, son tantas ya las contradicciones sobre si el empleo desde casa es bueno o no para las compañías, que el debate se ha estancado y cuesta saber la realidad del teletrabajo ahora. ¿En qué quedamos? ¿teletrabajo sí o teletrabajo no?

A medida que el covid fue quedando atrás, la opinión entre empleados y empresas ha ido por rumbos opuestos. "Poco a poco, los trabajadores fueron dándose cuenta de que el contacto humano era necesario para sentirse ellos mismos más integrados, mientras que las empresas detectaron una desconexión peligrosa que podía repercutir sobre el rendimiento", comenta José Antonio de la Rosa, profesor de Dirección de Personas en la Universidad CEU San Pablo.

Alberto Gavilán, director de Talento de la firma de talento Adecco, añade que "los empleados valoran la flexibilidad, la autonomía y el ahorro de tiempo que supone no desplazarse. Los directivos, en cambio, buscan mantener la coordinación, la productividad y la cultura de equipo".

Cada vez más gigantes empresariales están exigiendo la vuelta a la oficina. Amazon, IBM, Paramount, Twitter... incluso Microsoft, que era de los pocos que defendían el teletrabajo, también ha desistido y ahora obliga a trabajar presencialmente. En general, las empresas exigen un 12% más de tiempo en la oficina que a principios de 2024, según datos sobre políticas de 9.000 empleadores del grupo de expertos en entornos laborales Work Forward recogido por el diario The Wall Street Journal (WSJ).

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No obstante, la asistencia media a las oficinas apenas ha variado en los centros de trabajo en EEUU. Los estadounidenses todavía trabajan desde casa aproximadamente una cuarta parte del tiempo, muy parecido a lo que ocurrió en 2023, declaró al periódico Nicholas Bloom, un economista de Stanford. A pesar de que los jefes han intensificado las exigencias de presencialidad, la asistencia a la oficina sigue siendo baja con respecto a los niveles previos a la pandemia. Así, las medidas a favor de la presencialidad chocan con datos sobre el empleo remoto en cotas importantes. Algo pasa que no cuadra.

¿Qué está ocurriendo entonces? La prisa que antes tenían por el regreso a la oficina se está estancando y todo parece indicar que la exigencia por teletrabajar podría no estar surgiendo en verdad. De acuerdo con el WSJ, las empresas tienen dificultades para hacer cumplir las exigencias de presencialidad, pero tampoco parece que suceda nada. "No he oído hablar de muchas consecuencias por eso, sobre todo si alguien tiene un alto rendimiento", asegura al diario Beth Steinberg, ejecutiva de recursos humanos en el sector tecnológico. "Hay muchas cosas más urgentes de las que preocuparse ahora mismo", expresa.

"Los directivos acabarán adaptándose al híbrido, incluso los que prefieren la oficina"

Es más, muchos directivos encargados de mandar a los empleados a la oficina preferirían no estar allí. Otros ejecutivos incluso ya se han adaptado al formato híbrido ante la preferencia de la plantilla, especialmente en un contexto de una guerra comercial impredecible. "Los directivos acabarán adaptándose al híbrido, incluso los que prefieren la oficina. La experiencia ha demostrado que la productividad no se resiente y, en algunas tareas, mejora con jornadas desde casa", afirma Gavilán.

Vanesa Peña, senior manager de contracting y technology solutions en la consultora Hays España, coincide: "La realidad es que muchos directivos han tenido que adaptarse a un entorno laboral más flexible, incluso aquellos que inicialmente apostaban por la presencialidad. La gestión de equipos en remoto ha demostrado ser eficaz, y el liderazgo moderno exige capacidad de adaptación. El teletrabajo híbrido no solo responde a las necesidades de los empleados, sino también a la propia eficiencia operativa".

De la Rosa comenta, por su parte, que "la progresiva adaptación de las empresas a los cambios tecnológicos está beneficiando el trabajo relacionado con la gestión y administración, funciones muy habituales de los directivos".

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El caso es que Europa no es muy distinta a EEUU en este sentido. Los datos de Eurostat, recogidos por Bloomberg, muestran que la proporción de empleados de entre 20 y 64 años que teletrabajaron al menos algunas veces se situó en el 22,4% en 2024, casi el doble que en 2019. Sin embargo, empresas grandes como la consultora Pwc obligaron a su personal a volver a la oficina en Reino Unido. Incluso en España los trabajadores de la firma Holaluz convocaron una huelga por este tema.

En nuestro país, muchas compañías prefieren la presencialidad. Casi el 70% de las pymes -más del 90% del tejido empresarial español está formado por este tipo de compañías- eligen la asistencia a la oficina antes que el empleo online. En concreto, en España el 69,2% de las pymes se inclinan por el trabajo en la oficina, según el II Informe Hiscox de pymes y autónomos. Sin embargo, los últimos datos apuntan a que el empleo remoto ha crecido en España (1,2 puntos porcentuales) y 3,1 millones de personas teletrabajan en España de forma regular.

"El teletrabajo tiene futuro. No como única modalidad, sino como parte de un ecosistema laboral más flexible"

De esta manera, con ánimo o sin él, las empresas desisten y dejan teletrabajar, aunque la mayoría de ellas en realidad no lo prefieren. ¿El resultado? El formato híbrido de trabajo se consolida. "El teletrabajo tiene futuro. No como única modalidad, sino como parte de un ecosistema laboral más flexible. El trabajo desde casa seguirá siendo una opción valorada por los profesionales. Observamos que tanto profesionales como empresas han encontrado un equilibrio en el modelo híbrido", dice Peña.

Al final, la clave está en la adaptación, por ambas partes. "Las empresas intentan adaptarse siempre a los cambios lo mejor que pueden. Esta capacidad de resiliencia es la que las hace permanecer en el mercado. Teniendo en cuenta que los trabajadores forman parte de la organización, creo que deben intentar adaptarse a esos cambios igual que las empresas para las que trabajan. Sin embargo, las compañías pueden agradecer y reconocer esa adaptabilidad del empleado, quizás con primas o dando horas de descanso", opina De la Rosa.

De hecho, el teletrabajo, además de conciliar, ha demostrado ser muy útil en situaciones críticas. Como cuenta Gavilán, "en emergencias como pandemias, apagones o inundaciones, el teletrabajo garantiza la continuidad de la actividad sin problemas. En la rutina diaria, cada empresa prioriza lo que más aporta: coordinación, atención al cliente o productividad. Lo importante no es elegir entre casa u oficina, sino encontrar un equilibrio".

Unos a favor, otros en contra. Ya no hay quien se aclare con el teletrabajo. Entre datos que aseguran una cosa y medidas que apoyan lo contrario, en estos cinco años, son tantas ya las contradicciones sobre si el empleo desde casa es bueno o no para las compañías, que el debate se ha estancado y cuesta saber la realidad del teletrabajo ahora. ¿En qué quedamos? ¿teletrabajo sí o teletrabajo no?

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