¿Segundas oportunidades? Qué hacer si la empresa que te despidió te quiere de vuelta
La compañía que decidió prescindir de tus funciones laborales quiere que regreses a la corporación, pero plantéate tres cuestiones: el cómo, el por qué y cuál tu situación ahora
:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2F75e%2Fe21%2F7ab%2F75ee217abbe0a6ba70846086f01b1fbe.jpg)
"Me despidieron de mi empresa alegando recortes de plantilla. Éramos dos editores y pensaron que solo se necesitaría uno, y me tocó a mí porque mi compañero llevaba trabajando más tiempo en la compañía. A los pocos meses, recibí una llamada de mi jefa diciéndome que mi compañero se había cogido la baja, que si se la podía cubrir. Dije que no, aun estando en paro. Es un poco humillante".
A Ana, de 27 años, la despidieron de su agencia e intentaron volver a contratarla en un momento de debilidad, y el suyo no es un caso aislado. Hay más ejemplos de personas cuya ex compañía les ha pedido su vuelta en un corto periodo de tiempo, incluso a los días.
Como cuentan en The Wall Street Journal, Jessica Swenson perdió su trabajo en una agencia de 'branding' un jueves, y al lunes siguiente ya la querían volver a contratar. "Podría haberles dicho que se largaran y buscaran otro trabajo, pero todos sabemos cómo está el mercado laboral". Ella, en cambio, aceptó volver a la compañía y se dieron una segunda oportunidad. Regresaron a ella como una ex pareja arrepentida. ¿Mejor reconciliarse?
De primeras, la reacción normalmente es decir que no, aunque sea por no sentirse 'un segundo plato', pero puede haber varios motivos por los que dar esa segunda oportunidad laboral tal vez no sea tan mala idea. Desde luego, "la decisión no es fácil", como afirma Dunia Echaara, senior consultant de 'executive search' en la consultora de RR. HH. Melt Group.
:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2Ff8a%2F73f%2F10b%2Ff8a73f10b455676bee39e87702eb30d3.jpg)
Ante estas circunstancias, los expertos subrayan una premisa: no es que te hayan despedido, es el por qué, el cómo y tus circunstancias. Hay varios factores que deben entrar en juego, como las razones que hay detrás del despido, la situación actual de la empresa, tus necesidades y cómo te sientes respecto a la cultura de la empresa.
El motivo
Empezando por el por qué, Echaara expresa que si el despido fue algo fuera de tu control (como recortes o reestructuraciones) y ahora la situación económica ha mejorado, "puede ser una buena señal". "Esto podría indicar que la empresa está valorando tu desempeño anterior y ve en ti un talento que quieren recuperar. Si la compañía ha cambiado y reconoce tu potencial, esto también podría ser una oportunidad para un nuevo comienzo".
En este sentido, Carmen Rodríguez, directora del área de 'executive search', 'talent acquisition' y 'assessment' de la consultora Psicotec, coincide en que "si fue un despido por causas organizativas y la relación entre la persona y la empresa fue buena, podría ser una buena oportunidad para ambas partes. Volver no tendría por qué verse como un retroceso, sino como una segunda etapa". Sin embargo, "si el despido se debió a cuestiones más personales o a un mal encaje cultural, sería importante reflexionar bien antes de volver", dice.
"Si el despido estuvo relacionado con un mal ambiente de trabajo o con bajo rendimiento, es crucial que reflexiones"
"Si el despido estuvo relacionado con un mal ambiente de trabajo o con bajo rendimiento, es crucial que reflexiones sobre si esas circunstancias realmente han cambiado. ¿Te sentirías cómodo de nuevo en ese entorno? Es importante estar seguro de que las cosas no se repitan. Además, si el despido se debió a problemas de desempeño o de comportamiento, pero las condiciones siguen siendo las mismas, podría significar que la empresa opta por la comodidad de contratar a alguien con quien ya está familiarizada", subraya Echaara.
Las formas
El empleado debe recordar cómo decidieron desde la empresa prescindir de sus funciones. "La forma en que una empresa decide prescindir de un empleado marca un precedente emocional y profesional que condicionará cualquier posible regreso", comenta Aldo Zapata, gerente de cuentas de la compañía de software de RR. HH. Bizneo HR. Evidentemente, no es lo mismo el despido en persona a que al trabajador le llegue un correo de despido.
De hecho, mandar un 'mail' en vez de ir de cara es más común de lo que parece. Ya lo hizo el gigante de los cafés Starbucks. De acuerdo con Financial Times, anunció el despido de 1.100 personas de los empleados corporativos, en el mayor despido de la historia de la empresa. ¿Y cómo lo hizo? Por correo electrónico. "Aquellos cuyos puestos de trabajo han sido recortados recibirán un correo electrónico de un miembro del equipo de liderazgo ejecutivo", citaba. No hay que olvidar cómo te trataron en el momento del despido.
El escenario actual
Las circunstancias en las que se encuentra el empleado tras echarlo de la empresa pueden haber cambiado totalmente o, por el contrario, seguir igual. "A la hora de considerar una reincorporación, influye tanto el momento vital como la situación profesional del trabajador", expresa Zapata. Si sigue en la misma situación, probablemente la persona se encuentre en paro, lo cual puede ser 'peligroso' al poder tomar malas decisiones.
"En situación de desempleo, recibir una oferta de reincorporación puede parecer una solución rápida y tentadora. Salir del paro tiene un claro componente positivo a nivel económico, pero no siempre debe ser sinónimo de "sí automático". Es esencial analizar si esa vuelta implica una mejora real en términos de estabilidad, crecimiento profesional y bienestar", afirma Zapata.
En caso de estar en paro, Rodríguez señala que "la necesidad no debería ser el único criterio para tomar una decisión tan importante. Es comprensible que, si una persona lleva un tiempo en desempleo, se sienta tentada a aceptar cualquier oferta, pero es importante no confundir urgencia con conveniencia". Por el contrario, Echaara cree que "a veces, la estabilidad de un empleo, incluso en una empresa que te despidió, es crucial, especialmente si las oportunidades laborales no son muchas o si has estado fuera del mercado durante un largo tiempo".
"Algunas empresas podrían ver el regreso a una compañía que te despidió como un retroceso, lo que puede afectar tu reputación"
Si, en cambio, se da la circunstancia en que la persona ya tiene otro puesto de trabajo, los expertos recomiendan hacerse "preguntas clave" antes de tomar alguna decisión: ¿Han cambiado las condiciones? ¿Se han resuelto los problemas que llevaron a la desvinculación? ¿Te sentirías cómodo de nuevo en esa compañía? ¿Merece la pena dejar tu nuevo puesto?
Plantearse estas cuestiones puede aclarar las ideas y evitar que la persona pueda cometer un error. "Algunas personas o empresas podrían ver el regreso a una compañía que te despidió como un retroceso, lo que puede afectar tu reputación en el sector", advierte Echaara. Además, añade que "volver a una empresa que te despidió podría ser emocionalmente complicado si las razones del despido no se han resuelto, y esta incertidumbre podría generar más estrés a largo plazo".
Por último, la experta deja en el aire que a lo mejor el problema no es el empleado, sino la empresa. "Volver a contratar a alguien sin una razón sólida o sin abordar las condiciones que llevaron al despido puede mostrar falta de estabilidad interna". Cuidado con volver de donde te echaron. La empresa puede que esté peor que tú.
"Me despidieron de mi empresa alegando recortes de plantilla. Éramos dos editores y pensaron que solo se necesitaría uno, y me tocó a mí porque mi compañero llevaba trabajando más tiempo en la compañía. A los pocos meses, recibí una llamada de mi jefa diciéndome que mi compañero se había cogido la baja, que si se la podía cubrir. Dije que no, aun estando en paro. Es un poco humillante".