La búsqueda de empleo ha cambiado mucho en los últimos años. Del CV de toda la vida a la búsqueda en LinkedIn; de la entrevista tradicional a la exposición en redes sociales; de las competencias duras (hard skills), más centradas en la formación, a las competencias o habilidades blandas (soft skills), que buscan aspectos del profesional más allá de lo puramente académico.
Este cambio se observa especialmente en las personas más jóvenes, que están registrando un cambio de paradigma: en un contexto de empoderamiento profesional, las nuevas generaciones tienen muy claros los aspectos que les van a hacer decantarse por una oferta o por otra. Y es que "ahora el proceso de selección es inverso y prácticamente son los chicos quienes están seleccionando a las empresas", asegura Claudia Sandia, responsable de captación y selección de talento junior de Universia, que busca impulsar la empleabilidad del talento junior conectando a las empresas con las universidades y centros educativos.