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La era de la generación JASD: Jóvenes, Aunque Sobradamente Digitalizados

Por EC Brands

Los jóvenes españoles se incorporan al mercado laboral en un contexto en el que las empresas tienen que luchar por un talento tan reciente como, en ocasiones, escaso

Año 1995. Un fabricante de automóviles lanza una campaña publicitaria que introduce unas nuevas siglas en nuestras vidas: JASP (Jóvenes, Aunque Sobradamente Preparados). Quizá sin pretenderlo, este acrónimo acaba siendo definitorio de la que se consideró la generación más preparada de la historia reciente de España.

Puede que haya llegado la hora de cambiar las siglas. Y es que los jóvenes españoles no solo están sobradamente preparados, sino que, además, cuentan con unas habilidades más necesarias que nunca: las digitales. Nos encontramos, por tanto, ante la generación JASD: Jóvenes, Aunque Sobradamente Digitalizados.

"Estamos en una etapa en la que las barreras que los jóvenes se encontraban al incorporarse al mercado laboral se han minimizado para algunos perfiles, especialmente los STEM (Science, Technology, Engineering and Mathematics)", nos cuenta Helena González, responsable de Selección y Movilidad de Repsol. La clave de fondo es que, con el paso del tiempo, las empresas están necesitando perfiles jóvenes y, además, digitalizados, incluso aquellas compañías en las que la tecnología no es el centro del negocio. Para estos perfiles, de hecho, "las oportunidades laborales están por encima de la demanda. A día de hoy las compañías demandamos más perfiles de los que existen, por eso se habla de esa 'guerra del talento'".

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ilustración personas

La niña que se enamoró de la biología

El caso de Helena Gayet fue puramente vocacional. "De pequeña visité las minas de Riotinto, en Huelva, y me fascinaron; es el primer recuerdo que tengo de decir que quería estudiar química", nos cuenta. Y así fue: en Bachillerato conoció la asignatura de cerca y, ya en la universidad, optó por graduarse en Química y hacer un máster en Bioingeniería.

Su carrera profesional desembocó en el área de Operaciones del complejo industrial de Repsol en Tarragona. Actualmente, forma parte del Programa Talento Joven de la compañía y estará dos años trabajando en la refinería de Cartagena. Pasado ese tiempo, acabará formando parte del departamento de Tecnologías de Transformación Industrial, en el Repsol Technology Lab de Madrid.

"El programa es perfecto", insiste Gayet. "Te permite aprender cómo funcionan todos los procesos y después, en el Technology Lab, pones en práctica los conocimientos adquiridos para intentar mejorar lo que ya está en funcionamiento". Las diversas iniciativas de Repsol para atraer talento joven tienen como punto en común la transversalidad, ya que "los jóvenes van rotando por áreas diferentes, incluso negocios diferentes de aquellos para los que inicialmente se les ha contratado", añade Helena González.

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Aunque llevo poco tiempo, veo que mi trabajo va a tener un impacto en la empresa

Helena Gayet

Helena Gayet

De hecho, la compañía multienergética sigue contratando: "Estamos identificando a personas con titulaciones amplias como economía, matemáticas, física o algunas ingenierías, personas que han hecho másteres especializados en ciberseguridad, en aplicaciones para los negocios, etc.", asegura González. Por otro lado, y con el objetivo de aumentar las capacidades digitales de la plantilla, además de disponer un programa de formación para los empleados actuales, "hemos incorporado 65 personas con un perfil joven que, aunque no posean una experiencia digital muy fuerte, tengan motivación e interés por este ámbito", concluye la responsable de Selección y Movilidad.

La estrategia de Repsol en este sentido parte de “una reflexión durante el último año sobre la necesidad de incorporar talento joven a la compañía”, añade González. De hecho, “este año están previstas más de 80 vacantes específicas con perfiles de corte digital en la mayoría de los casos, pero también de aquellos perfiles relacionados con las tecnologías que visualizamos en un futuro”.

Para ello, continúa, “existe el Plan de Capacidades, que es un proyecto muy específico para las áreas de Ingeniería, Transformación Industrial y Tech Lab, que fomenta una formación práctica transversal a través de experiencias en cada uno de los negocios, con el objetivo de formar con una visión mucho más amplia. Se trata de perfiles técnicos con una visión de negocio más transversal y más holística, no tan específica”.

La criminóloga que anticipa ciberataques

Otro ejemplo de esta ‘guerra de talento’ nos lo encontramos en uno de los sectores con más demanda: la ciberseguridad. Es ahí donde trabaja Raquel Puebla, analista de ciberinteligencia en Entelgy Innotec Security. Criminóloga de formación, lo cierto es que sus estudios le han venido como anillo al dedo en un sector que no solo demanda perfiles técnicos: "La criminología nos prepara muy bien para algo que se hace mucho en ciberseguridad: investigar”, nos cuenta. “En la carrera, por ser novedosa, no teníamos una orientación profesional muy definida y yo no sabía mucho de ciberseguridad, pero investigar sobre una materia desconocida es una práctica muy atractiva. Quizá fue ese motivo el que me hizo decantarme por esta opción, contando también con que el recorrido profesional en este campo es muy amplio y ofrece muchas oportunidades".

Su día a día pasa por gestionar el equipo de ciberinteligencia de su compañía a la vez que organiza informes de ciberamenazas para los clientes a los que les da servicio. Para ello, además, el reciclaje profesional es continuo e imprescindible: "Tratamos de estar al tanto de los últimos avances en cibercriminalidad, preparar e impartir formaciones en ciberinteligencia, investigar fugas de información, fraudes, carding, efectuar análisis de huella digital a directivos...".

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Las empresas apuestan ampliamente por personas jóvenes y con muchas ganas de aprender

Raquel Puebla

Raquel Puebla

Una carrera tan de actualidad como la de Puebla requiere formación de manera continuada. En su sector, por ejemplo, son frecuentes las certificaciones para adquirir conocimientos de las últimas herramientas o técnicas desarrolladas en ciberseguridad. Ella accede a estas certificaciones, pero también a otras opciones, sin duda, mucho más llamativas: “Tenemos acceso al estudio de distintos idiomas, como el inglés", por supuesto, pero también "a otros muy demandados en ciberseguridad, como el ruso o el árabe". Además, puede solicitar formaciones específicas o acudir a diversos congresos sectoriales.

De cara al futuro de su sector, lo tiene claro: “En este campo se apuesta ampliamente por personas jóvenes y con muchas ganas de aprender. De hecho, el mayor reto al que se enfrenta este sector probablemente sea la contratación de nuevos perfiles, puesto que la demanda es muy alta y la oferta de perfiles cualificados muy pequeña”.

La ingeniera de Caminos que desarrolla realidad aumentada

Los derroteros profesionales no son siempre fáciles de predecir, y eso es precisamente lo que le pasó a Cristina Dai, una ingeniera de Caminos, Canales y Puertos que rápidamente cambió de sector: “En una feria de empleo conocí la consultoría y me gustó mucho”, recuerda, así que acabó fichando por Accenture, donde actualmente trabaja como manager de Industry X.

“Los ingenieros y los consultores tenemos una cosa en común: resolvemos problemas”, nos cuenta. Así que su trabajo en la firma comenzó en su centro de innovación; a partir de ahí, ha formado parte del equipo que desarrolla gran parte de sus proyectos más punteros: wearablespara la industria farmacéutica , dispositivos de realidad aumentada, Internet of Things para un proyecto de transporte metropolitano, etc.

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Lo mejor de trabajar en innovación es que no dejas de aprender nunca

 Cristina Dai

 Cristina Dai

La formación, en su caso, ha llegado por dos vías. En primer lugar, la aprendida por el camino: “En todos los proyectos en los que he estado he aprendido de tecnología conectada, de procesos industriales, de realidad virtual… Lo mejor de trabajar en innovación es que no dejas de aprender nunca”, reconoce.

En segundo, a través de la formación explícita que le ha suministrado su propia compañía, ya que, “en función del proyecto, he podido dar clases para perfeccionar el idioma del cliente; en mi caso, fue el alemán”. Además, “he podido acceder a un máster de desarrollo ejecutivo y a otro de ventas”, algo que “complementa perfectamente la formación de una ingeniera como yo”.

Los tres testimonios que hemos visto confluyen en un mismo retrato: el de unas Jóvenes, Aunque Sobradamente Digitalizadas que se incorporan al mercado laboral con un bagaje digital previo, con ganas de aprender y, sobre todo, con la mentalidad de que el reciclaje profesional y el aprendizaje continuo va a ser una constante en su carrera. Bienvenidos, por tanto, a la generación JASD.