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Un mundo en ‘permacrisis’: qué está cambiando en tu trabajo y cómo adaptarte a ello

Impulsando el talento

Por EC Brands

Si te paras a pensarlo, en los últimos años se ha creado un entorno en el que la única certidumbre es la incertidumbre: las formas de trabajo están cambiando, la inteligencia artificial (IA) está llegando a cada vez más empresas, la gente se replantea sus gastos, los profesionales cambian sus preferencias laborales…

Todo esto, que en principio podría percibirse como algo negativo, en realidad no tiene por qué serlo. Los cambios forman parte del avance de las sociedades y, si lo llevamos al ámbito laboral y empresarial, la evolución también es constante. Así lo constata el informe Life Trends, elaborado por Accenture Song, que indaga en los cambios que vienen afectando a las empresas, los trabajadores y la sociedad en su conjunto. De mano de sus profesionales, exploramos varios de estos cambios y analizamos en qué pueden desembocar.

‘Permacrisis’: el trabajo ya no es como antes

Hasta hace no tanto tiempo, uno solía pensar que trabajaría siempre de lo mismo y que los conocimientos adquiridos en la universidad serían suficientes para desarrollar toda una carrera profesional. Sin embargo, factores como la digitalización, la evolución de los modelos laborales o la lucha contra el cambio climático han cambiado todo esto. "Estamos en un momento de transformación donde las organizaciones tienen que reinventarse y aprender nuevas formas de hacer negocio alrededor de la digitalización y la sostenibilidad", nos cuenta Amparo Boria, directora de selección de Accenture.

"Estamos viviendo en entonos disruptivos que cambian el día a día de las personas y las formas de trabajar", insiste. Y en ese contexto, ¿qué podemos hacer para afrontar dichos cambios? Boria considera que "las personas tenemos que tener voluntad de cambio y adaptación, demostrando capacidad de aprender, desaprender y reaprender. Desaprender es aplicar el sentido crítico a lo aprendido hasta ahora, rechazando lo que ya no funciona, eliminar creencias y creando nuevos modelos. Abrirse a la creatividad para, a partir de ahí, ser capaz de reaprender nuevos conocimientos y formas de trabajar".

Sus palabras no caen en saco roto, ya que el futuro laboral está asumiendo unos nuevos derroteros ante los que los profesionales tenemos que formarnos, reinventarnos y asumir que ese concepto del ‘trabajo para toda la vida’ debe evolucionar. Baste un dato como ejemplo: "De aquí a 2030, se espera que se generen más de cinco millones de puestos de trabajo alrededor de la digitalización y la sostenibilidad, lo que supone la aparición de nuevas profesiones y el aumento de profesiones digitales en tecnologías como la ciberseguridad, el cloud y, por supuesto, la IA".

Pero no se trata solo de adquirir conocimientos. Para la directora de selección de Accenture, las habilidades blandas, ahora llamadas powerful skills, también son necesarias: "Debemos desarrollar la curiosidad, la resiliencia, el aprendizaje y, sobre todo ello, el ingrediente más importante: La pasión por la tecnología". Igualmente, las empresas deben apostar por "modelos híbridos y flexibles, adaptados a la variedad de trabajos, roles y a cada circunstancia. Modelos con flexibilidad responsable, con iteración diaria y basados en gestión por objetivos y de autonomía de las personas del equipo", concluye.

IA: la revolución del futuro ya es presente

En los últimos años, hemos pensado en la IA como una tecnología que empezaba a presentar desarrollos en las grandes compañías, pero que aún tardaría en llegar al común de la sociedad y las empresas. Sin embargo, ese futuro ya está aquí: con el auge de ChatGPT como ejemplo paradigmático, la inteligencia artificial está empezando a copar nuestro día a día y, de hecho, el siguiente paso es aún más evolucionado: según un informe de Accenture, la IA generativa va a afectar a todo tipo de trabajos, algunos de los cuales podemos ver en el siguiente gráfico.

Impacto de la IA generativa en las categorías profesionales

Y es que "llevamos utilizando inteligencia artificial aproximadamente 15 años en todos los sectores", afirma Alberto Arrieta, managing director de Accenture Technology, pero "es ahora cuando vemos que cerca del 50-60% de las actividades del día a día de las empresas pueden verse mejoradas con asistentes o 'copilotos' que se apoyen en la inteligencia artificial para realizar actividades en muchos ámbitos".

Arrieta tiene claro que “ninguna tecnología, tampoco la IA, pueden ser una enemiga, sino una aliada”. Ahora bien, desde Accenture consideran que “tenemos que hacer un uso responsable de ella y debe haber una regulación, pero no una limitación”. Eso sí, los profesionales y las empresas debemos actualizarnos y formarnos en inteligencia artificial, ya que ofrecerá un abanico de posibilidades casi infinito, por ejemplo, en la hiperpersonalización: “Imagínate cuando vas a comprarte un traje por internet. Tú puedes ver cómo le queda a un modelo, pero pronto podrás ver cómo te queda a ti o incluso cómo te vas a ver con él caminando por la calle, en un evento de empresa, etc.”.

Así que nos toca prepararnos para un futuro que en absoluto parece tan lejano. Arrieta considera que, de aquí a diez años, “lo que ahora son ‘copilotos’ o asistentes de IA, que nos ayudan a ejecutar acciones, pronto podrán ejecutarlas ellos mismos. Investigación, creación de medicinas, diagnósticos médicos... Vamos a vivir un uso de la inteligencia artificial que va a exponer esta tecnología en muchos más ámbitos de los que hasta ahora ha estado expuesta", concluye.

Empresas: cómo involucrar a empleados y clientes

Hace décadas, el trabajo esencial de muchas empresas era unidireccional: lanzaba un producto o servicio y los clientes lo compraban o no. Sin embargo, la digitalización ha establecido una comunicación bidireccional que, hasta cierto punto, ha empoderado a los usuarios y clientes a la forma de elegir las compañías y marcas que consumen.

En este contexto, “las empresas necesitamos estar en contacto tanto con nuestros clientes como con nuestros empleados para saber cómo está cambiando su entorno, sus necesidades, sus condiciones”, afirma Héctor Ibarra, managing director de Accenture Song. “Los clientes nos demandan tres cosas”, asegura. “En primer lugar, el talento diferencial, ese que no puedan encontrar dentro de su empresa. En segundo, formación en las últimas tecnologías, ya sea inteligencia artificial generativa, Blockchain o las últimas gafas de realidad virtual que ha lanzado Apple. Y, por último, nos piden compromiso. Gente que esté dispuesta a meterse en los proyectos de nuestros clientes y que tenga ganas de cambiar esos negocios.

¿Y qué pasa con los profesionales? "Te pongo un ejemplo muy simple", nos adelanta Ibarra. "Cuando llegó la pandemia, lo que antes eran ventajas para empleados, como ofrecer un coche de empresa, ya no servía de nada, ¿verdad? Pues ejemplos como este te demuestran que también hay que estar en constante contacto con los empleados para ver cómo cambian sus necesidades". En su opinión, "ahora los profesionales nos piden a las empresas una directriz clara y participar en las decisiones que se toman".

La capacidad de desarrollar una carrera, asegura, también influye de manera determinante: "A medida que avanzas en tu trayectoria, puedes querer dar un paso lateral, hacia adelante, hacia atrás, puede interesarte una nueva industria, puedes querer formarte en otra disciplina... Las empresas tenemos que ser capaces de colocar a los profesionales donde mejor vayan a estar".

Los que hemos visto son tres ejemplos de cómo el mundo está experimentando cambios que afectan a todas las facetas de nuestra vida: la personal, la social y la laboral. Y dado este contexto de ‘permacrisis’, resulta evidente que tener que aprender en medio de un entorno permanentemente cambiante. Porque, como decíamos al principio, la incertidumbre es la única certidumbre. Y en ese terreno debemos movernos todos.