Acuerdo en la Asamblea de Madrid: Vox quiere que Cs le pida su apoyo formalmente

A escasas horas de que se confirmen los primeros pactos del nuevo ciclo político en Madrid y Murcia, con la constitución de sus asambleas, y a cinco días de que los ayuntamientos de toda España tomen forma, el escenario sigue estando abierto. Todas las miradas están puestas en el Parlamento autonómico madrileño. Aunque todo indica que el acuerdo está a punto de caramelo, el entendimiento entre PP, Ciudadanos y Vox (tercer actor necesario) ha ido cocinándose muy lentamente. Tanto que, en la mañana de este martes el acuerdo no está cerrado al cien por cien. Sí hay un principio de entendimiento, según reconoció la propia Rocío Montaserio (Vox) en 'Cope'. Sin embargo, la candidata de Abascal en la Comunidad exige a Ciudadanos que pida formalmente el apoyo de sus doce diputados madrileños. Quiere un encuentro, una reunión o una petición formal de apoyo.

La formación naranja, que aspira a la presidencia de la Asamblea, tampoco da por hecho nada. Dirigentes del grupo autonómico y también de la cúpula naranja insisten en que a primera hora de esta mañana el pacto no está sellado. El coordinador del comité de pactos del partido, José María Espejo, no desechó la idea de que pudiera producirse algún encuentro antes de que comience la votación. En la 'Cadena SER' aseguró que "no le consta" que "en estos momentos se esté produciendo una reunión", aunque no descartó que "las conversaciones continúen" hasta el último momento.

La candidata del PP, Isabel Díaz Ayuso, fue la encargada de pilotar el acuerdo a lo largo del lunes. En esencia, la intención pasa por que los 12 diputados de Vox apunten este martes en su papeleta el nombre de Juan Trinidad (Ciudadanos). El PP estuvo toda la jornada intercambiando mensajes y llamadas con el líder naranja, Ignacio Aguado, y la de Vox, Rocío Monasterio (ambos se vieron el domingo en un encuentro privado), para intentar llegar a este pacto a tres. Aunque algunos dirigentes madrileños del PP son prudentes y esperan que el acuerdo se cierre este mismo martes (las votaciones empiezan a las 12 de la mañana), desde la dirección nacional señalaban anoche que el acuerdo está prácticamente cerrado.

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Aun así, todos esperan que Vox cumpla con su parte. Si no lo hiciera, automáticamente los socialistas de Ángel Gabilondo se harían con la presidencia de la Mesa. Monasterio siempre pidió una negociación a tres bandas, que no se ha producido, desde luego, para la Mesa, por la negativa de Ciudadanos. El compromiso que Díaz Ayuso ha adquirido con el grupo de ultraderecha es el de intentar un espacio de negociación entre Ciudadanos y Vox para formar el Gobierno de la comunidad en las próximas semanas (la fecha límite es el 11 de julio). El PP ha trasladado a Vox que será más fácil llegar a ese pacto de gobernabilidad si la Mesa es controlada por el bloque del centro derecha. Los números quedarían así: Ciudadanos obtendría la presidencia y una vicepresidencia, el PP se quedaría con otra y Vox obtendría una secretaría. Cuatro puestos frente a los tres que conseguiría la izquierda (dos para el PSOE y uno para el partido de Errejón).

Ayuntamiento de Madrid, donde las conversaciones están estancadas. El malestar llegó el viernes pasado, cuando el equipo naranja se negó a confirmar su apoyo a que José Luis Martínez-Almeida (candidato popular) sea el alcalde de la capital. El PP municipal entendió que entonces no continuarían hablando y se emplazaron al lunes. Pero ayer la reunión no llegó a producirse y, en estos momentos, los contactos no se han reanudado. Este diario ha podido saber que si el PP no mueve ficha mañana, el grupo municipal naranja levantará el teléfono.

Lo que sí quiso despejar este lunes el partido de Albert Rivera es que de una u otra manera habrá acuerdo en el consistorio. Así lo confirmó su número dos, José Manuel Villegas, tras la reunión del comité ejecutivo, con la intención de zanjar las dudas surgidas tras el encontronazo. "Por Ciudadanos no quedará. Y lo que podemos asegurar es que Manuela Carmena no será de nuevo alcaldesa", dijo. En lo que respecta a la comunidad, si Cs confirma hoy mismo la presidencia de la Mesa —exactamente igual que hizo en Andalucía tras las elecciones de diciembre—, todo parece indicar que el PP mantendrá la autonomía. Además, el candidato naranja, Ignacio Aguado, ya rompió el hielo con su homóloga de Vox, Rocío Monasterio, dándose cita el domingo para celebrar la primera reunión entre estos dos partidos.

Aunque Villegas rebajó las expectativas del encuentro —dejando claro que esa cita o la repetición de otras similares no implicaba levantar el mandato de la ejecutiva de la semana pasada, cuando los máximos dirigentes decidieron que el partido de Abascal no estaría en ningún pacto de gobierno—, está claro que se ha abierto una puerta. De hecho, el secretario general de los naranjas no descartó que en los próximos días (y ante la cercanía de la constitución de los ayuntamientos el sábado) se celebren otras reuniones en la misma línea. Que Ciudadanos y Vox vuelvan a sentarse a una mesa. Eso sí, fuentes del partido advierten de que esos potenciales encuentros se producirían probablemente entre candidatos, igual que la cita Aguado-Monasterio, y sin necesidad de una convocatoria pública.

Dicho de otra manera: los encuentros replicarían el celebrado este domingo, que el partido naranja se empeña en no calificar como secreto, pero que no contó con una comunicación previa a los medios ni tampoco con una fotografía del encuentro. Lo que el partido de Rivera tiene claro es que no habrá mesas de negociación ni imagen entre equipos negociadores. Todo lo contrario: la apuesta es dar vía libre a los candidatos territoriales para establecer primeros contactos con esta formación sin que haya una implicación nacional de las formaciones.

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Más allá del caso madrileño, sí parece que ya existen algunas certezas: la negociación con el PP está avanzada en Castilla y León después de que el candidato popular, Alfonso Fernández Mañueco, haya aceptado públicamente las 18 condiciones impuestas por Ciudadanos para pactar. La mayor parte de ellas se referían a asuntos de regeneración democrática y una de las más críticas incorporaba la limitación de mandatos a un máximo de ocho años (incluyendo ayuntamientos y diputaciones). El candidato naranja, Paco Igea, estaba decidido a ponérselo difícil al PP en esta comunidad, dejando la puerta abierta a un posible entendimiento con el PSOE. Pero todo parece indicar que los de Pablo Casado están dispuestos a todo por retener la comunidad.

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En Murcia, otra de las comunidades autónomas en las que podría gobernar la derecha con un pacto entre estas tres formaciones, la negociación estaría cerrada en lo que respecta a la Mesa de la Asamblea, que también se constituye este martes. La presidencia recaerá en Ciudadanos, el PP tendrá una vicepresidencia y Vox una secretaría. El PSOE se quedará con dos puestos: la otra vicepresidencia y una secretaría. El acuerdo dejará pistas sobre el resto que quedan pendientes: el de la comunidad y el del ayuntamiento murcianos, ambos liderados por el PP hasta ahora.

Aragón es la pieza que queda por encajar en el puzle. Sobre todo después de que los regionalistas del PAR hayan firmado un principio de acuerdo con el PSOE de Javier Lambán que, en todo caso, sigue siendo insuficiente. Fuentes del partido naranja insisten en que continuarán intentando la vía del pacto con el PP, a pesar de que la maniobra de los socialistas parece haberla frustrado: populares y naranjas necesitan el apoyo de Vox, pero también del PAR. El escenario apunta al bloqueo.