El PP necesitaría a Vox en Murcia y reeditar su pacto con Ciudadanos en Castilla y León

El Partido Popular tiene opciones de gobernar en tres de las 12 comunidades que estaban llamadas esto domingo a las urnas, frente a las cuatro que controlaba hasta ahora. Los populares solo podrían retener los gobiernos de la Región de Murcia, Castilla y León y la Comunidad de Madrid, y en los tres casos necesitarían alianzas con otras fuerzas para cerrar la investidura de sus candidatos. En La Rioja, la otra autonomía que gestionaba, todo apunta a que el PSOE se convertirá en la nueva fuerza de gobierno.

En Murcia, uno de los bastiones tradicionales del PP, la formación requeriría un pacto a la andaluza para no perder el poder. Los 16 escaños obtenidos este domingo por la lista que encabezaba el actual presidente autonómico, Fernando López Miras, se quedan lejos de los 23 diputados que fijan la mayoría absoluta en la Asamblea regional. Solo llegaría a esa cifra con los seis diputados logrados por Ciudadanos y con los cuatro de Vox. Si alguno de estos partidos se descolgara, el PP perdería el Gobierno de Murcia por primera vez desde 1995.

El PSOE de Murcia mejora sensiblemente sus últimos resultados, pasando de los 13 escaños que firmó en 2015 a los 17 actuales, pero no le valdría para llegar al Palacio de San Esteban. Su aliado natural, Podemos, baja de seis a dos escaños, y no pueden llegar a los 23 escaños de la mayoría absoluta. Los socialistas sí sumarían con los seis representantes de Ciudadanos, pero este partido también aplica en Murcia el cordón sanitario que ha puesto la formación naranja al PSOE.

En Castilla y León, el PP no necesitaría a Vox pero sí a Ciudadanos para mantenerse en el poder. El PSOE ha experimentado un crecimiento exorbitado, pasando de los 25 escaños que obtuvo en 2015 a los 35 actuales, pero el único diputado que podría prestarle Podemos (logró 10 hace cuatro años) no le permitiría llegar a los 41 de la mayoría absoluta en las Cortes autonómicas.

Así las cosas, los populares tendrían vía libre para continuar en el poder otros cuatro años con los 29 escaños cosechados este domingo. El dato es manifiestamente malo, 13 asientos menos de los que consiguió en 2015. Pero sería suficiente para que el PP permaneciera otros cuatro años en el Gobierno de Castilla y León, siempre y cuando consiguiera el respaldo de los 13 diputados de Ciudadanos, que ha visto cómo su número de representantes casi se triplicaba. Hace cuatro años, tuvo que conformarse con cinco.

No pintaban bien los sondeos para el PP en la Comunidad de Madrid al inicio de la noche, pero conforme fue avanzando el recuento recortó la distancia que lo separaba del PSOE y cerró un reparto de los escaños que le permitirá gobernar si lograr un pacto de investidura con Ciudadanos y Vox. Los socialistas (Ángel Gabilondo) ganaron las elecciones con 37 diputados, pero no da suma con los 20 de Más Madrid (Iñigo Errejón) y los siete de Podemos (Isa Serra).

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Todo indica que el PP perderá el Gobierno de La Rioja. En 2015 lo mantuvo gracias al apoyo de Ciudadanos pero, con el resultado de este domingo, ni siquiera con los cuatro escaños logrados por el partido naranja podrían los populares mantenerse en el Ejecutivo autonómico otros cuatros años. El motivo es la fuerte bajada experimentada por la formación conservadora, que ha caído de 15 a 12 representantes en la Cámara regional.

Por el contrario, el PSOE podría llegar al Gobierno con el apoyo de Podemos. La formación morada pierde dos diputados, pasando de cuatro a dos, pero serían suficientes para otorgar a los socialistas la mayoría de la Cámara autonómica. Sin duda, el PSOE sería el gran vencedor de la jornada electoral. No solo por la fuerte subida experimentada, creciendo desde los 10 diputados de la pasada legislatura hasta los 15 que tendrá en la que ahora comienza, sino porque tiene opciones de volver a gobernar en La Rioja por primera vez desde 1987.