El PSOE gana las elecciones pero el centro derecha se hace fuerte en Madrid

El PSOE habría sido el gran triunfador de las elecciones municipales y autonómicas, pero el centro derecha se hace fuerte en Madrid donde podría seguir gobernando después de 24 años con un pacto a la andaluza. Con el 75% del voto escrutado, Ángel Gabilondo habría ganado las elecciones en Madrid con 38 escaños. Su alianza con Más Madrid (Íñigo Errejón), que obtendría 20 y con Unidas Podemos (Isabel Serra), que lograría 7 escaños, no sería suficiente para la mayoría absoluta. Isabel Díaz Ayuso (PP) con 30 diputados podría ser la nueva presidenta de la Comunidad con la suma de Ignacio Aguado (Cs), 26 diputados, y Vox 11 diputados.

En el ayuntamiento de Madrid los resultados provisionales también han desmentido a los sondeos. Manuela Carmena, con el 97% de los votos escrutados, ganaría las elecciones pero no podría ser alcaldesa. Sus 19 concejales no serían suficientes, junto con los 8 del PSOE de Pepu Hernández, para hacer frente al 'pacto a la andaluza' de PP, CS y Vox. De este modo, y a falta de que concluya el escrutinio, José Luis Martínez Almeyda sería el próximo alcalde de Madrid gracias a sus 15 concejales y los 11 de Cs de Begoña Villacís y los 4 de Vox de Javier Ortega Smith.

Las elecciones municipales y autonómicas de este 26-M se presentaban como una segunda vuelta de las generales del 28-A. Deberían refrendar el poder de Pedro Sánchez para ser investido presidente del Gobierno con una oposición más debilitada o, por el contrario, si la izquierda no conseguía finalmente todos los objetivos territoriales —fundamentalmente, Madrid capital y comunidad—, que estos territorios se convirtieran en una especie de trinchera desde donde el centro derecha comenzara su recomposición. Y así ha sido finalmente: el 26-M ha sido un gran triunfo para Sánchez que despeja, y mucho, su investidura y la estabilidad de su nuevo Gobierno.

Sin embargo, Pablo Casado ha acabado salvando los muebles: conserva la Comunidad de Madrid y recupera la capital, mantiene Málaga y es capaz de gobernar en Zaragoza con apoyos o llegar a recuperar Granada o Córdoba con otras alianzas. Además, no ha habido sorpasso de Ciudadanos en ningún territorio importante y la sensación de perdedor se la traslada a Pablo Iglesias: la guerra en la izquierda que surgió del 15-M y la división en Podemos así como la guerra contra Manuela Carmena -Sánchez Mato le ha quitado miles de votos y no ha entrado en el consistorio-, y la irrelevancia de muchos de sus barones en territorios como Extremadura o Castilla-La Mancha, deja al líder morado en una situación muy comprometida.

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En las elecciones de 2015, grandes capitales como Madrid, Barcelona, Zaragoza, Cádiz o tres de las principales gallegas pasaban a formar parte de las alcaldías del cambio. Manuela Carmena o Ada Colau llegaban al poder, aunque la primera no había ganado las elecciones, gracias a los pactos con otras fuerzas, en la mayoría de casos con el PSOE. Estas elecciones de hoy debían refrendar no solo su gestión sino también la fuerza de los movimientos nacidos al calor del 15-M y que en estos cuatro años han vivido épocas muy convulsas, desde las mareas gallegas a la guerra de Carmena e Íñigo Errejón con Pablo Iglesias o de este con el actual alcalde de Cádiz, Kichi González, y su pareja, Teresa Rodríguez. La crisis va a estallar en Podemos, porque las mareas se han difuminado en Galicia y Carmena pierde la capital.

Durante todo el día, los datos de participación confirmaban que la gran movilización de las elecciones generales no se iba a repetir en este domingo de mayo. De hecho, los datos de participación de las municipales prácticamente iban 'clavando' hora a hora las cifras de entonces, cuando el centro derecha —aún Vox no había irrumpido— lograba la victoria con 7.525.430 votos en toda España frente a los 7.042.968 de la izquierda. Y se lanzaban voces de advertencia de que los distritos más proclives a la izquierda no estaban movilizándose.

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En Barcelona, la alcaldesa Ada Colau habría empatado en la primera posición con ERC (Ernest Maragall), ambos con 10 concejales. El PSC de Jaume Collboni quedaría en tercera posición con 8 concejales; el movimiento de Ciudadanos de Manuel Valls lograría 6 concejales, JxCAT 5, mientras que el PP obtendría 2 concejales y la CUP se quedaría fuera.

El PSOE gana en las baronías

Y si la jornada era crucial en los ayuntamientos para los alcaldes del cambio, en las comunidades se jugaba una partida de ajedrez. Por un lado, los barones socialistas —enfrentados antaño con Pedro Sánchez— debían aprovechar la ola positiva de las generales sobre la que cabalgaba el inquilino de la Moncloa y, en casos como Extremadura o Castilla-La Mancha, intentar repetir los resultados del 'jefe' y sacudirse así la hipoteca de los apoyos de Podemos con los que han venido gobernando desde 2015.

Eso es justo lo que sucede en Castilla-La Mancha, donde Emiliano García Page triunfaría, con el 43% escrutado, con una mayoría absoluta de 19 escaños y que le permitiría gobernar en solitario y prescindir del apoyo de Podemos, que desaparece de la Cámara castellano manchega perdiendo los dos escaños que tenía. En segundo lugar, el PP con 11 escaños, y en tercero Ciudadanos con 3. Page, de este modo, convierte en irrelevante a Podemos en Castilla La Mancha, que desaparece del parlamento regional, otro problema más para Iglesias.

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El mismo escenario se repite en Extremadura, donde con el 84% escrutado, Guillermo Fernández Vara logra la mayoría absoluta y condena a Podemos al ostracismo.

También ganaría el PSOE en Aragón con entre 24-27 diputados, mientras que el PP se quedaría con 13-15; Podemos, que ahora gobierna con el PSOE. 8-10; Cs, 6-7; el PAR, 3-4; Vox, 2-3, los mismos que la CHA, e IU, 1-2. La mayoría absoluta para gobernar Aragón es de 34 diputados, lo que significa que Javier Lambán estaría aún dependiendo del apoyo de Podemos para poder gobernar.

El PSOE mantiene también teñida de rojo Baleares, donde gana con 17-19 diputados y un 26,3%; el PP sería segundo, con 12-14 diputados y un 19,1%, seguido de Cs (7-9); Podemos (6-8); MES (4-5); Vox, 3-4; IPI (2-3); Mes (2) y GxF (1).

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Otro de los triunfadores socialistas de la jornada sería Abel Caballero. El alcalde de Vigo obtendría una aplastante mayoría absoluta cercana al 70%, con 20 concejales; le seguirían muy lejos los cuatro del PP, dos de Marea Vigo y uno del BNG.

La importancia de Madrid

En otros territorios como Castilla y León, La Rioja o Murcia, el desafío para los socialistas era el de romper la hegemonía de décadas del PP. Un desafío que se antojaba difícil pero más al alcance de la mano que nunca, gracias a la irrupción de Vox. Al final, el PP conservará Castilla y León pero teniendo que pactar con Cs, puesto que el PSOE habría ganado en la Comunidad, pasando de 25 a 34 diputados. Una situación similar a la que se da en Murcia, donde también ha ganado el PSOE pero PP y CS podrían gobernar con el apoyo de Vox. El PP, sin embargo, no sería capaz de retener el gobierno de La Rioja.

En resumen, la jornada ha dejado como ganador a Pedro Sánchez y a buena España teñida de rojo. Sin embargo, el no sorpasso de Ciudadanos, conservar la Comunidad de Madrid y arrebatar a Carmena la alcaldía de Madrid, permitirá a Pablo Casado salvar los muebles y atrincherarse en la capital y en los gobiernos autonómicos de Madrid, Galicia, Andalucía, Castilla y León y Murcia a la espera de que lleguen tiempos mejores. Casado podrá decir que Madrid no será la tumba del 'pablismo'. Algo que se estuvo disputando por unos puñados de votos a lo largo de todo el día.