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Pablo Iglesias se juega las llaves de Moncloa a la suma con el PSOE en las autonómicas
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NEGOCIACIONES PARA LA FORMACIÓN DE GOBIERNO

Pablo Iglesias se juega las llaves de Moncloa a la suma con el PSOE en las autonómicas

Si el afán manifestado por Unidas Podemos es vincular los pactos autonómicos a los del Gobierno central, desde el PSOE respondían este viernes con un guiño a estas pretensiones

Foto: El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, antes de su reunión en el Palacio de la Moncloa con el líder de Podemos, Pablo Iglesias, el pasado 7 de mayo. (EFE)
El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, antes de su reunión en el Palacio de la Moncloa con el líder de Podemos, Pablo Iglesias, el pasado 7 de mayo. (EFE)

Unidas Podemos se juega buena parte de sus posibilidades para formar un gobierno de coalición con el PSOE de Pedro Sánchez en las elecciones autonómicas de este domingo. Desde la formación liderada por Pablo Iglesias apuestan por vincular los hipotéticos pactos autonómicos con los socialistas a las negociaciones para entrar en el Gobierno del Estado. Buscan una suerte de negociación multinivel que extienda los pretendidos acuerdos a todos los niveles institucionales, tratando así de combatir las asperezas al cogobierno entre sectores de peso del PSOE. Una estrategia de palanca para escalar pactos que durante la campaña algunos dirigentes socialistas se mostraban partidarios de limitar solo a las comunidades y gobernar en solitario en el ejecutivo estatal aún con el apoyo en la investidura de Unidas Podemos.

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Para ello, reforzar esta estrategia, los de Pablo Iglesias necesitan convertirse en la llave para formar gobiernos progresistas en la mayor parte de territorios posibles. Baleares, donde las relaciones con la candidata socialista Francina Armengol han sido buenas durante la pasada legislatura, y donde el 28-A Unidas Podemos rozó el 18% de los votos, pero sobre todo la Comunidad de Valencia, donde las negociaciones para entrar en un ejecutivo presidido por Ximo Puig estarían ya avanzadas, serán territorios que la dirección del partido morada intentará situar como ejemplo a seguir y convertir en avanzadilla.

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Las negociaciones, que contarán con distintos equipos sectoriales de cara a desarrollar un programa de gobierno y que desde Unidas Podemos encabezarán Pablo Echenique e Irene Montero, no arrancarán formalmente hasta después de las elecciones de este domingo. Los contactos entre Pedro Sánchez y Pablo Iglesias son fluidos, como presume el líder de Unidas Podemos, y durante la recta final de la campaña del 26-M el PSOE ha lanzado algunos guiños que refuerzan el marco de la posibilidad de un Gobierno de coalición. La reunión de Iglesias y Sánchez el pasado 7 de mayo fue un punto de inflexión, pues desde entonces disminuyeron los mensajes de líderes del partido apostando por el modelo portugués —apoyo externo de Podemos—, mientras que el acuerdo para formar una mayoría progresista en la Mesa del Congreso, que alcanzaron la portavoz socialista Adriana Lastra y su homóloga de Unidas Podemos, Irene Montero, contribuyó al acercamiento abonando todavía más la hipótesis del pacto.

UP ha arrancado la legislatura subrayando su asimilación e integración en el sistema institucional

Unidas Podemos lleva fijando su posición sobre la necesidad de construir un gobierno progresista conjunto con los socialistas de forma ininterrumpida desde que Pablo Iglesias regresó a la primera línea política, tras cumplir con su permiso de paternidad, para arrancar la precampaña de las generales. Una vez que el pasado 26-M la formación logró conseguir los votos suficientes para convertirlos en necesarios de cara a su objetivo de cogobernar con Sánchez, Pablo Iglesias se ha centrado en cuidar las relaciones y reforzar su perfil de institucionalidad.

Durante la sesión de constitución de las Cortes en la XIII legislatura, Iglesias prometió acatar la Constitución "por la democracia, por los derechos sociales y por España". No fue una anécdota, aunque el gesto quedase tapado por el ruido que generó la presencia de los diputados independentistas presos y las escenas protagonizadas por los representantes de Vox. Mientras tanto, las referencias a Cataluña y al modelo territorial se han ido disipando en favor de las propuestas sociales. Ni siquiera en su mitin en Barcelona durante la campaña de las generales se pudo escuchar a Iglesias sobre el escenario defendiendo la realización de un referéndum pactado como salida al conflicto catalán. Del referéndum como salida a la crisis territorial se ha pasado, en línea con los socialistas, a las apelaciones al diálogo.

Correspondencia de gestos

Las declaraciones del líder de Podemos tras celebrarse la sesión constitutiva fueron elocuentes en el sentido de simbolizar la institucionalidad del partido que irrumpió en la arena política hace cinco años con un discurso impugnatorio: "Los ciudadanos lo que quieren es educación y respeto. Todas las personas que están en el Congreso de los Diputados están sentadas ahí porque han sido votadas por los ciudadanos y todas merecemos un respeto independientemente de nuestras ideas. Estoy orgulloso de que mi grupo parlamentario haya sido un ejemplo de respeto y de buena educación". Una muestra más del potencial de integración y asimilación del sistema institucional, aun en el caso de las fuerzas con más vocación constituyente y de impugnación. Unos días antes del arranque de la legislatura también se pudo ver a Iglesias sentado entre la familia socialista, con asiento reservado en las primeras filas, velando al difunto Alfredo Pérez Rubalcaba en la capilla ardiente instalada en el Congreso de los Diputados.

Del referéndum pactado como salida al conflicto catalán se ha pasado, en línea con el grupo socialista, a las apelaciones al diálogo

Si el afán manifestado por Unidas Podemos es vincular los pactos autonómicos a los del Gobierno central, desde el PSOE respondían este viernes con un guiño a estas pretensiones, aun en clave interna para allanar este camino entre los suyos. El ministro en funciones y secretario de Organización, José Luis Ábalos, explicaba en una entrevista concedida al diario 'Publico' que Ferraz implantará un seguimiento de los posibles acuerdos de Gobierno en todos los territorios. A la pregunta de si habrá un mandato de la dirección cerrado con quién gobernar o habrá libertad de pactos en cada territorio, Ábalos respondía contundente: "Libertad, no la va a haber, en el sentido de que se detraiga la dirección federal de estas decisiones. Eso no. De hecho, en la próxima Ejecutiva vamos a generar un mecanismo de seguimiento de todos los posibles acuerdos de Gobierno". Además, añadía que "los acuerdos deben contar con el pronunciamiento de la militancia".

placeholder José Luis Ábalos. (EFE)
José Luis Ábalos. (EFE)

Iglesias ya conminó en varias ocasiones al PSOE a someter a la consulta de sus militantes un posible acuerdo con Podemos, dando a entender que su voto sería favorable a sus intereses. Las encuestas preelectorales ratifican que así lo desea también la mayoría de los votantes del PSOE. Se impone el "con Rivera no" que escuchó Sánchez durante la noche electoral, como una actualización del "no nos falles" que se gritó en Ferraz en 2004, cuando José Luis Rodríguez Zapatero ganó las elecciones.

El mismo día en que Ábalos ponía sobre la mesa esta declaración de intenciones, Iglesias remarcaba en una entrevista con la agencia EFE que "no vamos a plantear nada imposible... nosotros pensamos que nuestro peso es modesto, pero es importante, 3,7 millones de votos, y nosotros también tendremos que transigir mucho". Este 26-M Unidas Podemos afronta unas elecciones clave que o bien pueden otorgarle a Iglesias un comodín para cogobernar o bien reducir sus opciones para hacerse con una copia de las llaves del Palacio de la Moncloa.

Unidas Podemos se juega buena parte de sus posibilidades para formar un gobierno de coalición con el PSOE de Pedro Sánchez en las elecciones autonómicas de este domingo. Desde la formación liderada por Pablo Iglesias apuestan por vincular los hipotéticos pactos autonómicos con los socialistas a las negociaciones para entrar en el Gobierno del Estado. Buscan una suerte de negociación multinivel que extienda los pretendidos acuerdos a todos los niveles institucionales, tratando así de combatir las asperezas al cogobierno entre sectores de peso del PSOE. Una estrategia de palanca para escalar pactos que durante la campaña algunos dirigentes socialistas se mostraban partidarios de limitar solo a las comunidades y gobernar en solitario en el ejecutivo estatal aún con el apoyo en la investidura de Unidas Podemos.

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