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¿Quién teme al ‘lobo Colau’? El capital ya relativiza la ‘revolución’ municipal
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“LOS MÁS RADICALES SE VUELVEN SOCIALDEMÓCRATAS”

¿Quién teme al ‘lobo Colau’? El capital ya relativiza la ‘revolución’ municipal

Su victoria despertó inquietud en algunos sectores pero, pasados los días, los que estaban inquietos se han dado cuenta de que Colau tendrá que pactar y no podrá "hacer lo que le de la gana"

Foto: Ada Colau, un día después de las elecciones del 24-M. (Efe)
Ada Colau, un día después de las elecciones del 24-M. (Efe)

¿Quién teme al lobo Colau? Parece que muchos. Ada Colau, la probable nueva alcaldesa de Barcelona, despierta recelos en algunos sectores y auténtico temor en otros. Hasta el alcalde saliente, el convergente Xavier Trias se alarmó e, imitando a Esperanza Aguirre, propuso un frente político para cortar el paso a la otrora activista antidesahucios. La propuesta de Trias, no obstante, no podía parecer más estrambótica: pretendía gobernar él con el apoyo de ERC y PSC y apoyo externo del PP, como si los populares estuviesen dispuestos a apoyar a un consistorio en el que mandasen los independentistas de Esquerra.

Una fuente empresarial consultada por El Confidencial señala que “la propuesta de Trias es lógica. Al día siguiente de las elecciones, un sector del empresariado comenzó a pedirle que cambiase su discurso de la noche electoral y que intentase formar un gobierno estable. Es cierto que el PP difícilmente apoyaría un Gobierno donde estuviese ERC, pero lo único que tendrían que hacer los populares es abstenerse”. Para justificar la propuesta, destacan además que la diferencia de votos entre Ada Colau y Xavier Trias es muy pequeña. “Estamos hablando de una diferencia de 15.000 votos sobre una población de 1.600.000 personas.”, enfatizan las fuentes.

Otra fuente empresarial, sin embargo, explica que el paso del tiempo va calmando los ánimos. “El lunes por la mañana hubo mucha sorpresa e inquietud, pero desde entonces se ha ido relativizando la situación. Hay un consenso generalizado de que con 11 concejales no podrá hacer lo que le dé la gana, aunque en algunos círculos existe la imagen de que Colau tiene a las grandes empresas y a la banca en su punto de mira”. Esa relativización de la situación es alimentada también por otro motivo: “ERC y PSC, que son las fuerzas que le pueden dar apoyo, la van a moderar un poco. En Barcelona se ha hecho una gran labor. Es una ciudad que funciona y no van a permitir que se la carguen”.

Hay otras fuentes cercanas a la candidatura de Barcelona en Comú que quitan hierro al asunto. “Ada Colau tendrá que pactar para gobernar. Que nadie se piense que va a haber una gran revolución y que se van a pisotear derechos. Simplemente, se van a reordenar las prioridades. Pero podríamos vaticinar que el cambio será muy tranquilo”. Estas fuentes destacan también que “no es tan fiero el león como lo pintan. Además, después de sentarse a una mesa y de ver lo que hay, hasta los más radicales se vuelven socialdemócratas”.

“Ha de cambiar su perfil”

Pero el plan de choque con las primeras medidas, de Colau, ya explicado por El Confidencial, levanta ampollas, especialmente en el sector hotelero, la principal industria de la ciudad. “En el sector hay mucho miedo y preocupación por lo que pueda pasar. Evidentemente, Colau ganó las elecciones y tiene derecho a aplicar su programa, porque eso es la democracia, pero eso no quita que haya amplios sectores que vean incierto su futuro. Si cambia el modelo de turismo, eso afectará a muchas personas, por lo que su preocupación es lógica”.

Otras fuentes critican el perfil de la futura alcaldesa. “Ha de mentalizarse de que ya no es una activista y de que debe abandonar ese perfil. Ya no le toca ejercer como tal y debe meterse en un papel más institucional”. Estas fuentes critican, por ejemplo, que hubiese apoyado a los trabajadores que protestaban con la ocupación de un edificio de Movistar en el centro de la ciudad. La propia Colau tuiteó un mensaje de compromiso: “Una legítima reivindicación laboral no se resuelve desalojando. Es preciso que Movistar se siente a negociar con trabajadore/as”. Y eso cuando ya se tenía conocimiento de que un juez había firmado la orden de desalojo.

Para algunas fuentes de Barcelona en Comú, esas críticas “forman parte del discurso del miedo”, lo mismo que algunos posicionamientos públicos de diversas personalidades. Ana Palacio, exministra de Asuntos Exteriores con José María Aznar y exvicepresidenta del Banco Mundial, que estuvo en las jornadas que organiza el Círculo de Economía en Sitges, alertó de que la victoria de Colau-extensible a la de Podemos en España- es un ejemplo de la nostalgia por momentos históricos “como el del gran Califato. Estamos en un mundo de nostalgias como puede ser la idea de una Arcadia económica feliz de Colau o Podemos”.

Desde la candidatura, admiten que sus propuestas pueden levantar suspicacias en algunos sectores. A pesar de todo, su determinación es muy clara: “Convocaremos una mesa pública en la que estén las entidades bancarias para revertir la situación del parque de pisos vacíos y trabajar por el alquiler social”. Mantienen, asimismo, la promesa de “eliminar dietas, coches oficiales y otros privilegios”.

De momento, pues, las grandes magnitudes del Plan de Choque de Colau se mantienen, aunque algunos de sus colaboradores más cercanos admiten que podrá haber cambios en función de las particularidades de cada una de las decisiones: se revisarán temas como las ayudas a la F1 y al Circuito de Montmeló o al MWC, se mantendrá la intención de paralizar la construcción de más hoteles hasta no tener realizado un Plan de Turismo para toda la ciudad o la ampliación de grandes zonas comerciales… pero, cuando se pongan encima de la mesa los pros y los contras de cada uno de esos puntos, se tomará una decisión definitiva. Y es ahí donde muchos sectores y grupos de presión confían en los demás partidos para que no haya sobresaltos. O sea, para que las decisiones adoptadas no supongan una verdadera revolución municipal. Es entonces cuando el programa electoral de Colau será laminado.

¿Quién teme al lobo Colau? Parece que muchos. Ada Colau, la probable nueva alcaldesa de Barcelona, despierta recelos en algunos sectores y auténtico temor en otros. Hasta el alcalde saliente, el convergente Xavier Trias se alarmó e, imitando a Esperanza Aguirre, propuso un frente político para cortar el paso a la otrora activista antidesahucios. La propuesta de Trias, no obstante, no podía parecer más estrambótica: pretendía gobernar él con el apoyo de ERC y PSC y apoyo externo del PP, como si los populares estuviesen dispuestos a apoyar a un consistorio en el que mandasen los independentistas de Esquerra.

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