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El triunfo de Ada Colau en Barcelona retrasa el impulso soberanista
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EL PSC PERDIÓ 212.000 VOTOS Y CiU, 110.000

El triunfo de Ada Colau en Barcelona retrasa el impulso soberanista

En los planes de Artur Mas era imprescindible que él, como presidente de la Generalitat y líder del proceso, tuviese el apoyo incondicional de la capital de Cataluña o todo se iba al garete

Foto: Ada Colau gana las elecciones en Barcelona. (EFE)
Ada Colau gana las elecciones en Barcelona. (EFE)

Los vaticinios se cumplieron y Ada Colau, la cabeza de lista de Barcelona en Comú (Guanyem, Podemos, ICV, Procés Constituent y otros), ganó las elecciones municipales en la capital de Cataluña. El convergente Xavier Trias perdió el sillón de alcalde y contribuyó al desgaste de CiU. Colau, con más de 176.000 sufragios, obtuvo en estas elecciones más votos que Xavier Trias, o sea, el hasta ahora alcalde, en las elecciones de 2011. Lo que pasa es que el convergente, que había obtenido 174.000 sufragios bajó en la jornada de ayer a sólo 158.000.[Vea los resultados electorales de Barcelona]

En Barcelona, quienes perdieron más fueron los socialistas, que de 134.000 votos en 2011 pasaron a 67.000 en estos comicios. La marea de Colau les barrió prácticamente del mapa: la activista social les ganó por la mano y consiguió el voto de los barrios rojos de Barcelona, diezmando a las huestes del PSC en los tradicionales feudos socialistas. [Vea las imágenes de la jornada]

Vídeo:Colau gana en Barcelona y será alcaldesa

También creció espectacularmente Ciutadans, actualmente la tercera fuerza con 77.000 votos, cuando en 2011 habían obtenido unos exiguos 11.000. Y ERC pasó de 33.000 a 76.000, logrando ser la cuarta fuerza barcelonesa con cinco escaños. Por el contrario, el PP cayó de 104.000 a 60.000 votos y la independentista CUP pasó de 11.000 a 51.000 y a obtener, por primera vez, 3 concejales en Barcelona. [Estos son los vídeos que ha dejado el 24-M]

Pero la lectura de estas municipales va más allá de la lucha por la alcaldía de Barcelona. El presidente catalán, Artur Mas, compareció por la noche al lado de Xavier Trias y quiso poner árnica sobre la herida. “Al comienzo, me propuse dos grandes objetivos: primero, ganar las municipales por segunda vez en la historia; y segunda, revalidar nuestra victoria en Barcelona. De estos dos grandes objetivos, el primero lo cumplimos. CiU ganó con claridad estas elecciones. Somos la fuerza más votada. Es la segunda vez que ganamos las elecciones municipales y eso en las peores condiciones posibles, tanto económicas como políticas o sociales, porque hemos tenido las responsabilidades de gobierno en todos los lados”.

Mas quiso insuflar ánimos a los suyos recordándoles que “bajamos en porcentaje, pero la distancia con el segundo es mayor que hace cuatro años y eso es motivo de orgullo. Por otro lado, no hemos podido retener Barcelona. Nos hemos quedado cerca de conseguirla. Y me preocupa la gobernabilidad de la capital del país. Necesitamos a Barcelona al lado de las instituciones catalanas para no debilitar el proceso del país”.

Casi al mismo tiempo, Colau le sacaba de dudas. “Quiero que Barcelona sea la capital de Cataluña, un pueblo que ha de decidir libremente su relación con el Estado español, en libertad. Pero este proceso no es sólo de Barcelona, sino que es una revolución democrática de Barcelona, de Cataluña, de todo el Estado y, si podemos, del Sur de Europa”. Lo dijo tras saberse la más votada y después de reclamar para sí la vara de alcaldesa que le corresponde. ¿Es esa “revolución democrática” el “proceso” catalán o es un movimiento que no tiene que ver con el independentismo? Es algo que tendrá que aclarar la propia Colau en breve.

Castigos a CiU

Lo cierto es que Artur Mas no le sacará el ojo al proceso de Colau, por si no se corresponde con el suyo. En sus planes era imprescindible que él, como presidente de la Generalitat y líder del proceso, tuviese el apoyo incondicional de la capital de Cataluña o todo se iba al garete.

El president no dijo nada más anoche, pero los próximos días ha de estudiar a fondo qué ha pasado, por ejemplo, en muchas localidades donde CiU ha sido duramente castigada. Porque no es sólo Barcelona: en Tarragona, perdió la mitad de los votos; en Terrassa, pasó de 17.000 a 10.000 (y de 9 a 3 concejales); en Badalona, la tercera ciudad catalana, perdió 2.000 votos y dos concejales, quedando sólo con 2 representantes; en Amposta perdió la alcaldía al pasar de 11 a 7 concejales; en Tortosa ganó pero pasó de 12 a 8 concejales, mientras que en su feudo de Sant Cugat del Vallès pasó de 15 a 12 concejales, perdiendo la mayoría absoluta… Porque hay una verdad incontestable: las fuerzas partidarias de la independencia se han impuesto claramente en estos comicios, pero en localidades pequeñas. De las grandes ciudades, sólo se podría hablar de un frente soberanista en Gerona.

Lo que está claro es que convergentes, socialistas y populares han sido los grandes derrotados en estas elecciones. No hay que olvidar que CiU, PSC y PP fueron las tres fuerzas más votadas en 2011. Pero ahora la cosa es diferente. El PSC perdió en Cataluña un total de 212.000 votos, aunque retiene los principales baluartes del cinturón rojo de Barcelona y alcaldías emblemáticas como Tarragona y Lérida. El líder del PSC, Miquel Iceta, sin embargo, valoró de forma positiva los resultados, ya que el PSC continúa siendo la segunda fuerza más votada en Cataluña. El candidato por Barcelona, Jaume Collboni, por su parte, admitió que los resultados “han sido muy malos” y se comprometió a Los convergentes, por su parte, a pesar de la euforia de Artur Mas, perdieron 110.000 votos y los populares obtuvieron 131.000 votos menos. En total, pues, los tres grandes partidos de las anteriores elecciones dejaron escapar 453.000 votos. Algo habrán hecho mal para tamaña debacle.

Por el contrario, ERC ganó 271.000 votos e ICV, 124.000, muchos de ellos en coaliciones con otras fuerzas progresistas como Guanyem o Podemos. Ciutadans ha sido el otro gran beneficiado, metiéndose al bolsillo 195.000 votos más, mientras que la CUP ganó 159.000 sufragios.

Vídeo: Trias: "Es triste decirlo, pero hemos perdido en Barcelona"

Con esas cifras, CiU es la primera fuerza en votos y en representantes: 667.000 sufragios y 3.324 concejales (un puñado menos que los 3.865 del 2011). Cierto es que los socialistas retienen 529.000 votos, pero ello les representan 1.278 concejales (en 2011 obtuvieron 2.115 ediles y 721.000 votos). Por el contrario, ERC, con 508.000 votos, tiene 2.381 concejales frente a los 1.377 de las pasadas elecciones. El PP, en cambio, pasó de 473 a 214 representantes; ICV, de 400 a 358; Ciutadans, de 7 a 176; la CUP, de 101 a 372; y Plataforma per Catalunya (PxC), el partido revelación de 2011, pasó de 67 a 8.

CiU quita hierro

Pero esos números son interpretables. Para Marta Rovira, secretaria general de ERC, estas elecciones demuestran que “gana el proceso”. Los convergentes prefieren ser cautos. La debacle en Barcelona no ha sido tanto como se esperaba y CiU mantiene esperanzas de cara al futuro. En realidad, Artur Mas había calibrado con su círculo más cercano la posibilidad de no convocar las prometidas elecciones “plebiscitarias” del 27 de septiembre. Pero hay margen para la recuperación. El propio Xavier Trias destacó anoche, tras conocerse los resultados, que “hoy comienza otra tarea, que es ganar Cataluña”. Y el presidente del grupo parlamentario de CiU, Jordi Turull, intentaba desligar “el proceso” de los resultados. “Evidentemente, cuantos más ayuntamientos estén a favor del proceso, mejor. Pero lo que piensa la gente del proceso habrá que esperar a verlo en las elecciones de septiembre”, comentó para salir del paso.

Ada Colau, por su parte, tiene ante sí un difícil reto. En su amplia coalición, hay diversas ideologías que, en un momento determinado, pueden chocar. La virtual alcaldesa de Barcelona compareció ante los suyos antes incluso de estar contabilizados el 100% de los votos. Ya la habían llamado sus rivales para felicitarla, pero la llamada de Xavier Trias fue la que la convenció de que había hecho historia. “Había una oportunidad histórica y la hemos sabido aprovechar –clamó a los congregados en su sede electoral-. Esto es un éxito, una victoria colectiva. Nos difamaron, nos calumniaron, dijeron barbaridades de nosotros. Pero ésta es una victoria de David contra Goliat. Hemos de estar muy orgullosos del proceso que hemos llevado a cabo en pocos meses. Es increíble lo que hemos hecho sin apenas dinero, sin una estructura profesional. Tuvimos que crear una estructura que ganó Barcelona para su gente”.

Colau criticó la campaña del miedo y de la resignación de sus rivales y enfatizó: “Nos querían resignados y reprimidos, pero hemos instalado la esperanza. Nuestro principal enemigo era la desafección que habían sembrado los grandes partidos tradicionales, gobernando de espaldas a la ciudadanía. Pero nosotros nos organizamos como hormiguitas y demostramos que había alternativa”. Recordó, eso sí, que “yo había dicho que me gustaría ser alcaldesa si era la lista más votada. Pues bien, somos la lista más votada y con humildad, orgullo y determinación digo que quiero ser la próxima alcaldesa de Barcelona, porque hay un proceso colectivo imparable, ejemplar, al servicio de toda la gente y de los 73 barrios de Barcelona, para que nunca más haya ciudadanos de primera y de segunda”. Hoy comienza esa etapa histórica. Habrá que esperar, al menos, a los 100 días de gracia.

Los vaticinios se cumplieron y Ada Colau, la cabeza de lista de Barcelona en Comú (Guanyem, Podemos, ICV, Procés Constituent y otros), ganó las elecciones municipales en la capital de Cataluña. El convergente Xavier Trias perdió el sillón de alcalde y contribuyó al desgaste de CiU. Colau, con más de 176.000 sufragios, obtuvo en estas elecciones más votos que Xavier Trias, o sea, el hasta ahora alcalde, en las elecciones de 2011. Lo que pasa es que el convergente, que había obtenido 174.000 sufragios bajó en la jornada de ayer a sólo 158.000.[Vea los resultados electorales de Barcelona]

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