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Rivera abandona la política por completo: deja Ciudadanos y renuncia al escaño
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REUNIÓN FINAL CON SU NÚCLEO DURO

Rivera abandona la política por completo: deja Ciudadanos y renuncia al escaño

El líder de Ciudadanos comunica a la ejecutiva nacional que se marcha menos de 24 horas después del desastre electoral que hundió al partido en la insignificancia parlamentaria

Foto: El líder de Ciudadanos, Albert Rivera, dimite. (Reuters)
El líder de Ciudadanos, Albert Rivera, dimite. (Reuters)

Albert Rivera compareció en la sede del partido pasadas las doce del mediodía tras haberse reunido con su ejecutiva nacional de forma extraordinaria. “Anoche avancé que asumiría las responsabilidades. Yo creo que un líder tiene que dar la cara siempre, lo he hecho toda mi vida. Dimito como presidente de Ciudadanos para que este proyecto elija el futuro que quiera, porque el centro político existe”, afirmó el hasta ahora máximo dirigente del partido naranja. Rivera abandona la presidencia y el acta de diputado: “Cedo el testigo para dejar paso a otro diputado que le apasione, como a mí, cruzar la puerta del Congreso y que sirva a España desde el honor que es”. Los aplausos de los miembros de la ejecutiva resonaron en la sede naranja. Lágrimas, abrazos, apretones de manos. Muchas de las miradas se dirigieron a Inés Arrimadas, que atendía a la comparecencia visiblemente emocionada.

Rivera dimite de la presidencia de Ciudadanos

Rivera quiso apelar a sus orígenes en un discurso de despedida que emocionó a todos los integrantes de la ejecutiva nacional. “En 2006 por azar me eligieron presidente de una plataforma que no tenía ningún futuro. Esa plataforma se convirtió en un proyecto político que tuvo frutos en Cataluña y que luego los españoles demandaron para España. Querían que el centro político volviera a existir”.

El hasta hoy presidente del partido quiso insistir en la preocupación que siente ante un país que habrá que gobernar tras el 10 de noviembre con el auge evidente de Vox, un PSOE más débil y el peligro creciente del independentismo. “Como alguien moderado, me preocupa. A quienes tengan que tomar decisiones les deseo suerte y acierto”. Volvió a tomar la palabra para comunicar “otra decisión de “índole personal”: “Abandono la política, dejo la vida pública para servir a otras personas. A mis padres; a mi hija, que la he visto demasiado poco; a mi pareja, que ha estado ahí siempre contra viento y marea; a mis amigos, que me veían por la tele y ya va siendo hora de charlar con ellos, de verlos”, llegó a decir entre nuevos aplausos.

placeholder El presidente de Ciudadanos, Albert Rivera. (EFE)
El presidente de Ciudadanos, Albert Rivera. (EFE)

Se dirigió a sus compañeros de filas: “Permitídme que siga mi camino”, dijo, mirando de nuevo a Arrimadas, y consciente de que muchos de los allí presentes decidieron entrar en Ciudadanos por él. “Me voy por responsabilidad. No sé si es lo justo o lo injusto, pero es lo responsable”, zanjó. Citó al expresidente estadounidense, Barack Obama, con una frase clave: “Si para ganar te dedicas a dividir a la gente, vas a tener un país ingobernable”, pidiendo al resto de formaciones que tomaran nota. Se despidió de Ciudadanos con un “viva la libertad”, acompañado de “vivas” que lanzaron desde su guardia pretoriana.

Con su dimisión, la ejecutiva nacional queda disuelta de facto. En este momento es el consejo general —máximo órgano entre congresos— el que toma las riendas y en un plazo máximo de quince días nombrará una gestora y pondrá fecha a la V asamblea general del partido que decidirá quién se pone al frente.

​Desastre electoral

Su marcha se produce menos de 24 horas después de un desastre electoral sin precedentes para el partido naranja. Solo obtuvo 10 escaños y el respaldo del 6,79% de los votantes. Una caída que no era previsible, ni siquiera atendiendo a las encuestas más pesimistas que manejaban en el seno del partido. Estuvo hasta el último momento reunido con su secretario general, José Manuel Villegas, y su jefe de prensa, Daniel Bardavío, preparando una comparecencia que no tuvo preguntas.

Ya el domingo por la noche Rivera anunció que "asumía la responsabilidad en primera persona" y que no sería como "los líderes de otros partidos" que disfrazan los malos resultados electorales. "Hoy hemos tenido un resultado malo, sin paliativos, sin excusas" repitió el máximo dirigente de Ciudadanos, para anunciar inmediatamente después una reunión extraordinaria de su núcleo duro este lunes por la mañana y la convocatoria de un congreso en el que sean los afiliados los que "tomen las riendas" y voten "un nuevo rumbo" para la formación en mitad del mapa político que deja el 10-N.

Foto: Albert Rivera anuncia su dimisión. (Reuters)

Los pronósticos se cumplieron. Rivera, el mismo joven que fundó Ciudadanos en 2006 acompañado de distintos intelectuales (la mayoría ya no están hoy en el proyecto), se marcha. Hace solo seis meses, en las generales de abril, el partido naranja conseguía situarse tercera fuerza política con 57 escaños, solo 9 menos que el PP. Pero en las autonómicas y municipales de mayo, no consiguieron el sorpaso esperado. La estrategia seguida para las generales (el no es no a Pedro Sánchez) y las decisiones cuestionadas desde el propio seno del partido, llevó a la formación a la peor crisis interna en el mes de junio. Rivera solo reculó y cambió esa estrategia en septiembre, ante la inminente convocatoria electoral, abriéndose a un entendimiento con el PSOE después de las elecciones de noviembre. Ciudadanos firma ahora el peor resultado que nunca pudo imaginar.

Solo consiguió representación en cuatro comunidades autónomas (Madrid, Cataluña, Comunidad Valenciana y Andalucía) mermando, eso sí, el éxito en esos feudos de forma significativa. En el resto del territorio, las Castillas, Aragón, Extremadura, Asturias e incluso Murcia, donde también gobiernan con el PP en coalición, la formación de Rivera se hundió por completo. Vox se hizo con la tercera plaza, captando un número importantísimo de electores que en abril eran naranjas.

Albert Rivera compareció en la sede del partido pasadas las doce del mediodía tras haberse reunido con su ejecutiva nacional de forma extraordinaria. “Anoche avancé que asumiría las responsabilidades. Yo creo que un líder tiene que dar la cara siempre, lo he hecho toda mi vida. Dimito como presidente de Ciudadanos para que este proyecto elija el futuro que quiera, porque el centro político existe”, afirmó el hasta ahora máximo dirigente del partido naranja. Rivera abandona la presidencia y el acta de diputado: “Cedo el testigo para dejar paso a otro diputado que le apasione, como a mí, cruzar la puerta del Congreso y que sirva a España desde el honor que es”. Los aplausos de los miembros de la ejecutiva resonaron en la sede naranja. Lágrimas, abrazos, apretones de manos. Muchas de las miradas se dirigieron a Inés Arrimadas, que atendía a la comparecencia visiblemente emocionada.

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