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Japón, México... Votar por el mundo el 10-N: "¡Dónde encuentro un maldito fax en DF!"
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"He tenido que reunir muchas ganas"

Japón, México... Votar por el mundo el 10-N: "¡Dónde encuentro un maldito fax en DF!"

El registro, rogar el voto, el sistema de correos interno de cada país, los horarios del consulado, encontrar un fax o enterarte por un amigo de que las papeletas acaban en una oficina

Foto:  Imagen de un colegio electoral en una imagen de archivo. (EFE)
Imagen de un colegio electoral en una imagen de archivo. (EFE)

El registro, rogar el voto, el sistema de correos interno de cada país, los horarios del consulado, encontrar un fax o enterarte por un amigo de que normalmente las papeletas de los españoles suelen acabar en una oficina de correos de tu ciudad que no es la más cercana a tu vivienda. Esos son algunas de las complicaciones a las que se enfrenta el electorado que se encuentran en el extranjero y que quiere ejercer su derecho a voto este 10-N. Unas complicaciones que les hace evaluar aún más la relación coste-beneficio en un contexto en el que la población española ya arrastra un fuerte hartazgo de por sí.

Demófilo no ha podido depositar su papeleta en estos comicios. Los plazos fijados para rogar el voto han hecho imposible que pudiera solicitarlo. El pasado 28 de octubre salió de Málaga rumbo a Tokio, donde llegó finalmente el día 30 para vivir allí los próximos nueve meses. Él, previsor de que al desplazarse justo antes de las elecciones no podría votar este domingo, se puso en contacto días antes con la legación japonesa para ver si podía gestionarlo y participar en la fiesta de la democracia. "Me dijeron que tenía que haberlo pedido de forma presencial antes del 19 de octubre, lo cual era imposible porque no estaba allí", explica este joven.

Foto: Votantes en un colegio electoral en una imagen de archivo. (EFE)

Desde la Embajada le aconsejaron que pidiera el voto por correo en Málaga para poder votar antes del 10-N y antes de partir hacia Japón. Allí se encontró con otro problema: le informaron de que el reparto de sus papeletas por parte de Correos se efectuaría entre los días 28 de octubre -el día que se iba de Málaga- y el día 3 de noviembre. Los plazos imposibilitaron por completo que pudiera votar. "Hay un limbo (...), te quedas sin poder votar en un sitio ni en el otro", lamenta Demófilo, que prefiere no cabrearse: "Entiendo que ha dado una casualidad muy grande...".

Eduard, de 25 años, se encuentra en Ciudad de México, desde donde ya votó el pasado 28 de abril, fue entonces cuando tuvo que rogar el voto y llevar a cabo el grueso del proceso para solicitarlo. "Fue muy pesado. Esto de rogar el voto es un odisea, es terrible", explica este votante de la circunscripción de Barcelona, que incide en que tuvo que desplazarse múltiples veces hasta el consulado para registrarse, pedir la solicitud y hasta mandar un fax: "¡Buscar un sitio donde mandar un fax, ¿dónde encuentro un puto fax en la Ciudad de México?", se pregunta.

"El problema, en parte, es correos de México, pero tienen que cambiar el sistema. No puede ser que tu voto dependa del sistema de correos de cada país"

Pese a las complicaciones, Eduard ha podido votar en las dos convocatorias, pero no sin suspense. En esta ocasión, no le llegaron los sobres a casa, aunque, por experiencia, ya sabía donde buscar 'in extremis'. "Tampoco me llegaron las del 28 de abril. Entonces, yo daba por perdida la votación, pero un compañero me dijo que en una oficina bastante lejos de mi casa había muchas papeletas de españoles". Allí, tras una búsqueda de los trabajadores de correos mexicano, encontraron sus documentos.

"Nadie nos informa ni nada. El problema, en parte, es correos de México porque España sí que las manda, pero tienen que cambiar el sistema. No puede ser que tu voto dependa del sistema de correos de cada país... No es lo mismo vivir en Suecia que en Latinoamérica, que es obvio que no te va a llegar", enfatiza este joven.

El combinado entre el hartazgo por la situación política y los obstáculos a superar para ejercer el voto hacen que algunos desistan. Es el caso de Isabel, de 30 años y que trabaja en Washington, DC. Ella ha optado por no iniciar siquiera el proceso para rogarlo: “Me decidí por no votar. Por un lado por las complicaciones que implica el sistema, pero también por las consecuencias [de tu voto]…", comenta.

He tenido que reunir muchas ganas para votar, más allá de que sea una repetición

"Complejo" e "insatisfactorio" son los dos adjetivos que utiliza Laura para valorar el sistema de voto desde el extranjero. Ella vive desde hace un par de meses en Malta. En la embajada, donde le facilitaron la documentación necesaria sin problemas, le explicaron que no podría ir presencialmente a votar en el consulado, sino que debería hacerlo por correo certificado. Por problemas "técnicos" con el servicio local no pudo mandar sus papeletas de forma certificada "por lo que probablemente no llegue. "Si hubiera tenido la opción de depositarlo presencialmente en la embajada, habría llegado. Me parece un atraso".

"He tenido que reunir muchas ganas para votar, más allá de que sea una repetición, porque ya me han dicho que hay problemas para que devuelvan el dinero de certificar el voto y que aún hay gente que espera el reembolso del 28 de abril", asegura esta estudiante de 24 años.

2.128.559 españoles. Esa es la cifra de nacionales que se encuentran inscritos en el Censo Electoral de Residentes Ausentes de cara a las generales de este domingo. Pero de estos tan solo el 10% ha pedido ejercer el voto por correspondencia, 223.872 personas, un 26,8% más que en abril, según los datos recogidos por Europa Press.

placeholder Un hombre introduce su papeleta en una urna de un colegio de Algeciras (Cádiz) en una imagen de archivo. (EFE)
Un hombre introduce su papeleta en una urna de un colegio de Algeciras (Cádiz) en una imagen de archivo. (EFE)

Estas solicitudes de voto en el extranjero de cara al 10-N no se reparten de forma uniforme por el mundo. Así hay tres países europeos que lideran el ránking: Francia (34.378 solicitudes, frente a las 27.562 de abril), Alemania (26.988, unas 5.000 más que hace seis meses) y Reino Unido (25.840 casi 6.000 más), y detrás aparecen Argentina (17.809) y Estados Unidos (17.494). Además, los votantes que han solicitado ejercer su derecho desde fuera de España lo hacen en las provincias más pobladas. Es por esto que Madrid, con 47.645 votantes, y Barcelona, con 21.920, lideran la clasificación.

Según María Almena, portavoz de la plataforma Marea Granate, "el proceso ha ido mejor que otras veces porque parte del ruego es automático", en concreto para todo aquel que lo hiciera en abril y que no haya cambiado su domicilio. Sin embargo, esto no ha sido del todo positivo. "Ha ocasionado algunos problemas porque deja lagunas y a gente sin votar, gente que ha cambiado de domicilio entre unas y otras elecciones y que por falta de información no sabía que tenía que volver a pedirlo. Gente que estaba en España en abril y que ahora no estaba, o a la inversa", apunta Almena.

La portavoz de la plataforma incide en que "rogar es problemático, sobre todo cuando dependes del fax". "Sabemos que hay gente que está lejos que no pudo rogar porque no recibían las claves telemáticas a tiempo para poder rogar por esa vía y no quiere pagar un envío para rogar por vía postal porque es una pasta y están condenados al fax. La opción del fax pone muchos problemas sobre todo cuando hay diferencias horarias, o cuando están colapsados porque ruegan al mismo tiempo. El sistema se saturó en abril". "El sistema sigue siendo disuasorio", lamenta.

Ampliación hasta el mismo domingo

La Junta Electoral Central acordó prorrogar el voto por correo hasta el mismo 10 de noviembre cuando cierren los colegios en España. Sin embargo, muchas son las embajadas que ya han informado en sus redes sociales que solo abrirán hasta las 14 horas -las 12.00 en el caso de Washington- mientras en Madrid los colegios electorales clausuran a las 20.00 horas. Para Almena, esta medida puede tener efectos negativos: "En abril se perdieron 11.000 votos que fueron computados y que no llegaron a su recuento porque los envíos no llegan a tiempo. La medida de ampliar el plazo es contraproducente".

El registro, rogar el voto, el sistema de correos interno de cada país, los horarios del consulado, encontrar un fax o enterarte por un amigo de que normalmente las papeletas de los españoles suelen acabar en una oficina de correos de tu ciudad que no es la más cercana a tu vivienda. Esos son algunas de las complicaciones a las que se enfrenta el electorado que se encuentran en el extranjero y que quiere ejercer su derecho a voto este 10-N. Unas complicaciones que les hace evaluar aún más la relación coste-beneficio en un contexto en el que la población española ya arrastra un fuerte hartazgo de por sí.

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