'El plan', nuevo concepto fetiche de Iglesias que sigue los pasos de 'la casta' y 'la trama'

"Hay un plan, claro que hay un plan", concluía este lunes Pablo Iglesias durante un mitin en Oviedo en el que incidía en un concepto que, según avanzan desde su equipo, condensará el eje central de la campaña de Unidas Podemos. "Aterriza lo que venimos planteando en actos anteriores, alertando de que se quiere fraguar un pacto de legislatura entre Partido Popular, PSOE y Ciudadanos", explican estas mismas fuentes. Como si se tratase de una continuación, "el plan" remite tanto a la casta, un término que los morados articularon en sus inicios -la disyuntiva entre "los de arriba y los de abajo"-, como a los poderes económicos más o menos ocultos que denominaron "la trama". Ahora, el plan resume la confluencia de ambos conceptos en la política de pactos tras el 10-N: la gran coalición. Una gran coalición influenciada, dicen los artífices de esta idea fuerza, de "los que mandan sin presentarse a las elecciones".

La elección de este concepto se debe a que "es el que más se asemeja a la realidad" y porque define un acuerdo "contranatura" que trata de ocultarse y que también cuenta con el impulso de los grandes poderes económicos o la patronal. "No van a reconocerlo, aunque Rivera sí lo ha dicho más abiertamente", añaden. En esta línea, el líder de Unidas Podemos emplazaba ayer a Pedro Sánchez a que se comprometiese durante la campaña a no pactar tras el 10-N ni un acuerdo de legislatura ni de investidura con PP y Ciudadanos.

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El plan consiste en "sacar a Unidas Podemos de cualquier ecuación de Gobierno y, así, pactar con el PP", explicaba Iglesias ilustrándolo con el hecho de que los expresidentes "[Felipe] González y [Mariano] Rajoy ya lo dijeron, que a lo mejor había que hacer una coalición incómoda". Se refería a la reflexión que ambos compartieron hace tres semanas en el Foro La Toja para llegar a pactos en aspectos fundamentales que permitan la gobernabilidad del país, pese a que esto involucre a los dos grandes partidos. "Que Rajoy y González lancen públicamente esta idea va más allá de lo retórico. Se dirigen a círculos que no siempre están a la vista, pero donde se toman muchas de las decisiones que nos afectan a todos, que este es el plan". Un plan que tendría como telón de fondo, según ha desarrollado el propio Iglesias en sus últimos actos públicos, definir cuál sería la respuesta del próximo Gobierno al conflicto en Cataluña y a la recesión económica que se asoma según la mayoría de indicadores.

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Cataluña y la desaceleración económica serían las dos principales 'excusas' en las que se basaría un acuerdo de legislatura entre socialistas y populares, con el concurso de Ciudadanos. De ahí que Iglesias arremetiese este lunes contra el ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska, por afirmar en una entrevista en el diario 'La Razón' que la violencia en Cataluña "es de mayor impacto que la del País Vasco". Palabras que posteriormente matizó asegurando que no quiso comparar en ningún caso la violencia terrorista de ETA con la de los disturbios en Cataluña. "Marlaska es un señor muy inteligente que sabe perfectamente lo que está diciendo, y al decir eso, está construyendo la excusa al PSOE para llegar a un acuerdo con el Partido Popular", arremetió el candidato de Unidas Podemos, para afear que el PSOE esté hablando de seguridad y no de los problemas de la gente.

Las previsiones económicas que apuntan hacia una nueva recesión deberían ser, según Unidas Podemos, una de las cuestiones centrales de esta campaña electoral. En ello se está esforzando Iglesias, pero sin lograr introducir esta tema en la agenda de campaña. "Quieren usar Cataluña como excusa para realizar recortes ante la desaceleración económica", advertía este lunes subiendo el tono aunque sin conseguir una respuesta por parte de sus destinatarios. Es por ello que remarcó la necesidad de "hacer que falle el plan" y hablar de economía "y de los problemas de la gente".

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La supuesta voluntad de los grandes partidos para afrontar otra desaceleración económica con "recortes por arriba" es lo que habría alimentado el desarrollo del "plan" o lo que es lo mismo, una gran coalición. "Van a estar de acuerdo en aplicar recortes o seguir el plan de ajuste que imponga Bruselas, como demuestra el plan presupuestario enviado a Europa, mientras que con nosotros en el Gobierno tendrían que negociarlo y les sería más difícil", indican desde el partido. Entienden por tanto que si Unidas Podemos se plegase a un acuerdo de legislatura, sin entrar en el Gobierno, no habría necesidad de buscar una gran coalición "porque pueden firmar cosas y luego no cumplirlas, como ocurrió con el acuerdo de los Presupuestos" entre PSOE y Unidas Podemos.

Una lectura por la que insisten en este supuesto plan "para que en caso de repetirse mayorías similares a las del 28-A, saltarse la voluntad popular" y llegar a acuerdos entre socialistas y populares. "El acuerdo que sea para que Unidas Podemos no esté en el Gobierno", concluyen desde el comité de campaña de la formación morada.

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El plan se convierte así en una nueva fase de la casta y la trama. Este último concepto se acuñó tras la asamblea de Vistalegre II, para superar a la casta, que solamente se dirigía a políticos, y ampliar así las referencias a los poderes económicos y ciertos poderes mediáticos. Esto es, poner no solo el acento en los corruptos, sino también en los corruptores. Ahora, todos ellos tendrían "un plan" para el día después de las elecciones y Pablo Iglesias centrará buena parte de sus esfuerzos durante esta campaña en predicarlo.