Sánchez responderá a la sentencia y cree que funcionarán los avisos del TC al separatismo

Pedro Sánchez aparcará unos días la chaqueta de candidato socialista. Hará valer su posición institucional como presidente del Gobierno a partir del lunes, cuando previsiblemente se conozca la sentencia del 'procés' en su integridad. Entonces comparecerá para lanzar un mensaje desde la Moncloa y reducirá o cancelará sus actos de partido en función de cómo se desarrolle la respuesta en Cataluña. El jueves, además, viajará hasta Bruselas para asistir al Consejo Europeo que abordará de nuevo la salida del Reino Unido de la UE.

El jefe del Ejecutivo en funciones fue abordado por los periodistas en cuanto pisó el comedor de gala del Palacio Real, con motivo de la recepción ofrecida por don Felipe y doña Letizia por el Día de la Fiesta Nacional. El inminente fallo del Supremo, cuya principal conclusión —no hubo rebelión, pero sí sedición y malversación— fue adelantada por los medios, hecho que disgustó al presidente de la Sala de lo Penal del tribunal y responsable de este juicio histórico, era la pregunta obvia. Qué opinaba el Gobierno de ella. Si se sentía respaldado porque la Abogacía del Estado optó por esa calificación de los hechos, desmarcándose del criterio de la Fiscalía. Pero Sánchez no quiso hacer comentarios durante su contacto informal con la prensa. Él no conoce la sentencia, alegó, y no podía pronunciarse sobre filtraciones.

Pero el Gobierno sí dará una respuesta a la resolución del Supremo. El presidente avanzó este 12-O que, una vez el TS difunda la sentencia, él mismo comparecerá desde la Moncloa. No precisó la hora, porque dependerá de cuándo se comunique el fallo, pero no tiene previsto esperar a que se desate la contestación en Cataluña. Sánchez quiere asumir desde el primer minuto la réplica del Estado a una decisión judicial histórica. Es, de hecho, el escenario que ya calculaban los estrategas de la Moncloa desde el arranque de la precampaña: octubre sería un mes "muy político". Y octubre comienza, en realidad, ahora, con la sentencia del 'procés', la exhumación de Franco y la posibilidad de un Brexit desordenado y de agudización del frenazo económico. La cúpula socialista está convencida de que en un escenario de zozobra, los ciudadanos se aferran a aquello que les proporciona más seguridad, y es el Gobierno. El poder es el elemento diferenciador a favor del PSOE, el activo fundamental de cara al 10-N.

Ni Sánchez ni su Gobierno comentan la sentencia. "Espero que la Generalitat respete la legalidad y no cometa los errores de 2017", dice el presidente

¿Y qué puede ocurrir a partir de que se notifique el fallo? Sánchez cree que los dos años transcurridos desde el referéndum ilegal del 1-O y la declaración unilateral de independencia, a la que siguió la aplicación del 155, no han sido en balde. Igual que el Estado "ha aprendido", también confían en que lo haya hecho el independentismo. "Espero que la Generalitat respete la legalidad y no vuelva a cometer los errores de 2017", sostuvo.

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Paloma Esteban

Los tres principios

En ese sentido, son importantes los pasos que ha ido dando el Ejecutivo, dijo. Porque este Gobierno "ha hecho cosas que antes no se hicieron". No lo decía con acritud, con ánimo de arremeter contra Mariano Rajoy. Parecía más inclinado a incidir en que el Estado de derecho ha "aprendido" y ha adoptado medidas que pueden contribuir a que la reacción en Cataluña sea menos desorbitada que la de hace dos años.

Sánchez insiste en que el Gobierno tiene "todos los escenarios" previstos y que actuará con "firmeza, proporcionalidad y unidad" de las fuerzas

Así, Sánchez destacó los dos incidentes de ejecución de sentencia contra una moción de julio de 2019 que llevó su Gabinete al Tribunal Constitucional la semana pasada, en los que demandaba a los magistrados que apercibieran a los miembros de la Mesa del Parlament, advirtiéndoles de que si desoían las sentencias o se saltaban la legalidad podrían incurrir en un delito. El TC atendió el requerimiento del Gobierno y, el pasado jueves, lanzó ese aviso rotundo al órgano rector de la Cámara autonómica, presidida por el republicano Roger Torrent. Ayer viernes, el Consejo de Ministros aprobó plantear dos nuevos incidentes de ejecución contra la resolución aprobada por el Parlament el pasado 26 de septiembre. Además de pedir al tribunal de garantías que vuelva a atar en corto a la Mesa, solicita que se extienda el apercibimiento al 'president' de la Generalitat, Quim Torra, y a su Govern.

Para el jefe del Ejecutivo, esos apercibimientos deberían funcionar, porque ya el Parlament y Torra saben que se exponen a ser castigados penalmente si desobedecen esas advertencias o quebrantan la ley.

Prudencia de los ministros

Sánchez insistió en que, en cualquier caso, el Gobierno contempla "todos los escenarios" de respuesta, de tal modo que irá actuando en función de cómo se desarrollen los acontecimientos en Cataluña. Ya lo aseguró en una entrevista con este periódico: baraja aplicar desde la Ley de Seguridad Nacional al 155. El líder socialista repitió los tres principios que guiarán su réplica: firmeza democrática, proporcionalidad y unidad de las fuerzas políticas. Este último punto es para él muy importante, pues considera que la "única esperanza" del independentismo es que los partidos constitucionalistas se dividan. Si hay que preparar algún tipo de medida, por tanto, él hablará con la oposición. El Ejecutivo, no obstante, quiere lanzar el mensaje de que todo está "previsto", preparado.

La agenda de Sánchez está de momento abierta. Este domingo presentará el 'plan antibloqueo' en un mitin en Alcorcón (Madrid), y el domingo comparecerá desde la Moncloa. Podrá volver a protagonizar mítines de partido, dijo, siempre que se lo permita la situación en Cataluña. Para el final de semana, tiene cita en Bruselas, en el Consejo Europeo dedicado sobre todo al Brexit. Por cierto que esta tarde la Moncloa informó de que Sánchez mantuvo una conversación con el 'premier' británico, Boris Johnson, acerca de su última propuesta para una salida ordenada de la UE. Una conversación "cordial y constructiva".

El líder socialista se muestra tranquilo y sostiene que la campaña está en su "punto de partida", y confía en que su formación vaya de menos a más

Tampoco los ministros quisieron hablar de la sentencia, por puro respeto a la labor del tribunal. El titular de Interior, Fernando Grande-Marlaska, juez de carrera, avalaba el argumento de Marchena: que hasta que una resolución no está firmada por todos los magistrados, no hay sentencia. Su departamento, además, tiene todos los escenarios previstos y, como también indicó el presidente, la cooperación con los Mossos es correcta y positiva. La portavoz del Ejecutivo, Isabel Celaá, se aferró a la regla general en estos casos: que las sentencias, "tengan el sentido que tengan, hay que acatarlas", puesto que debe primar la "normalidad y el Estado de derecho".

Sánchez señaló a los informadores que durante la recepción ofrecida por los Reyes había tenido ocasión de charlar con el jefe del PP, Pablo Casado, pero no con Albert Rivera, líder de Ciudadanos. El presidente se mostró tranquilo en su conversación con los periodistas. También respecto a las expectativas para su partido. Las cosas van bien, insistió, pese a que las encuestas dibujan un escenario de estancamiento para el PSOE, cuando no a la baja. La campaña está en su "punto de partida", reiteró, y confia en que conforme se acerquen las urnas sus perspectivas mejorarán porque los ciudadanos estarán más atentos al mensaje, especialmente a partir de que se conozca la sentencia del 'procés'. Porque Cataluña es la línea divisoria que, a juicio de los socialistas, presidirá esta campaña.

"La próxima semana decidiré el operativo para la exhumación de Franco"

Pedro Sánchez se pronunció este sábado, en la recepción con motivo del 12-O, del acuerdo de exhumación de Francisco Franco antes del 25 de octubre. El presidente en funciones comentó que el Gobierno está aún ultimando los flecos del dispositivo. "La próxima semana decidiré el operativo", señaló Sánchez en conversación con los periodistas.

Y es que en los próximos días le presentarán las conclusiones la vicepresidenta, Carmen Calvo, y el secretario general de la Presidencia y coordinador de toda la logística de la operación, Félix Bolaños. Uno de los elementos que quedan por decidir es si el dictador será trasladado al cementerio de Mingorrubio-El Pardo en helicóptero o por carretera. Sánchez ya adelantó que se dejará llevar por las recomendaciones de seguridad, lo que da a entender que se optará por medios aéreos, la alternativa preferida por la Guardia Civil. 

Sánchez, como ocurriera el año pasado, fue abucheado durante el desfile del 12-O, más al final (cuando unos pocos exaltados le llamaron "¡hijo de puta! y ¡cabrón!") que al principio, cuando llegó, momento en el que su nombre no fue anunciado por megafonía precisamente para evitar los gritos. 

El jefe del Ejecutivo quitó importancia a los pitos. España, dijo, es "de todos, no solo de la ultraderecha, ni de los socialistas", comentó Sánchez a los informadores.