La transición de Arrimadas, próxima batalla: Carrizosa y Roldán optan a liderar Cataluña

El salto de Inés Arrimadas al Congreso, ya diputada electa tras el 28-A, tendrá más pronto que tarde una consecuencia de especial significación para el partido: su relevo en Cataluña. En el partido naranja siempre han tenido clara su apuesta por que los líderes autonómicos se mantengan como candidatos en sus comunidades y evitar situaciones de bicefalia que tanto daño han hecho en otras formaciones políticas. La decisión de que Arrimadas se convirtiera en 'ticket' electoral junto a Albert Rivera no fue producto de la improvisación, ni mucho menos. Su crecimiento meteórico y el efecto que provocó en campañas electorales previas, —"es una máquina en campaña", según reconocen en sus propias filas— pusieron sobre aviso a la cúpula naranja hace tiempo.

Ahora, tras cosechar un importante éxito en las generales (57 diputados y a ocho décimas del PP), lo que ocurra en el mes de mayo es la prioridad en el partido: dan por hecho el 'sorpasso' a los de Casado en muchos ayuntamientos y entienden que podrán gobernar en comunidades y municipios. De ahí, que la sustitución de Arrimadas no se vaya a producir hasta que las aguas vuelvan a su cauce.

El calendario, en realidad, está encima de la mesa. La todavía jefa de la oposición en el Parlament tiene su último pleno la próxima semana. Cuando este concluya, Arrimadas remitirá a la Mesa un escrito con su renuncia expresa. El órgano de Gobierno que dirige Roger Torrent deberá abordarla en su siguiente reunión, previsiblemente el martes, 14 de mayo. A partir de ahí, Arrimadas dejará de ser oficialmente diputada autonómica, y tendrá margen hasta el 21 —día en el que se constituirán las Cortes— para recoger el acta en el Congreso y ocupar un escaño por primera vez.

El objetivo, también en Cataluña, pasa por obtener el 26-M la máxima representación de concejales en los ayuntamientos, y alcanzar acuerdos de Gobierno donde sea posible. En mitad de posibles negociaciones, no es previsible que el partido inicie un proceso interno que genera tanta expectación como es la sustitución de Arrimadas. La otra variable mira directamente a la sentencia del juicio del 'procés': se espera una convocatoria electoral en cuanto haya fallo y, por ende, Ciudadanos deberá tener listo el próximo candidato a presidir la Generalitat. En este punto hay dos nombres que suenan con fuerza.

La senadora y diputada autonómica, Lorena Roldán, que ha ido ganando 'enteros' en los últimos meses, es quien suena como favorita. Su parecido a Arrimadas, también en la forma de trabajar, hace que muchos dirigentes del partido la vean como sustituta natural. Entienden que puede dar continuidad a un perfil muy concreto, como es el de Arrimadas, y que su proyección no ha hecho más que aumentar. La presencia en medios de comunicación nacionales es continua, "algo muy importante de cara a ser la nueva líder catalana" —recuerdan en la cúpula naranja— y en la dirección están satisfechos con su trabajo en la Cámara Alta, especialmente en la soltura con la que maneja las réplicas.

Aunque algunos 'pesos pesados' sí entienden que le faltan tablas en muchos sentidos, reconocen que los inicios siempre son duros. Lo importante, matizan, es el potencial que tenga para crecer. De hecho, y como publicó este diario, la mayor parte de dirigentes consultados coinciden en que es "un talento en auge" y apuntan a que en este momento tiene muchas opciones de dar el relevo a Arrimadas. "Es trabajadora, meticulosa e incisiva, exactamente igual que Inés", insisten.

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Paloma Esteban

En la otra cara de la moneda se encuentra Carlos Carrizosa, portavoz adjunto en el Parlament y mano derecha de Arrimadas hasta la fecha. Pocos piensan en el partido que vaya a ser capaz de hacerse a un lado. Lleva en Ciudadanos "desde el principio" y forma parte del comité ejecutivo desde 2011, aunque también lo fue antes entre 2007 y 2009. Su trayectoria en las filas naranjas acredita de sobra que pueda optar a la competición.

Pero muchos ponen en duda que pueda ponerse al frente de la formación en Cataluña, asumiendo un papel de líder y dejando a un lado el de 'fontanero' que controla los intríngulis del partido. Además, hay un borrón en su trayectoria reciente. A pesar de que su nombre se daba por hecho en el comité de dirección permanente (el núcleo duro de Rivera que se reúne semanalmente en la sede de Ventas), finalmente no apareció entre los elegidos. Aun así, cuenta con apoyos de peso. Sobre todo, en Cataluña y entre compañeros que a partir de ahora estarán en Madrid.

La clave, una vez más, estará en la decisión que tome Rivera. En el partido reconocen que lo mejor para la formación sería una transición tranquila que cuente con el apoyo unánime de los compañeros, evitando fisuras en el liderazgo. Lo que está claro es que habrá un proceso de primarias. De hecho, ante la insistencia de los medios sobre si sería Roldán la sustituta de Arrimadas, el propio Carrizosa matizó hace unos días en una rueda de prensa que el partido nunca llegó a anunciar que Roldán (ni otra persona) fuera a tomar las riendas, y recordó que será la militancia quien elija al líder y candidato para las próximas catalanas. Muchos en el partido lo interpretaron en un mismo sentido: hay batalla.

Al cambio de liderazgo se une otro hecho inédito para Ciudadanos en Cataluña. La marcha de Arrimadas no es la única. Otras referencias del partido en esta comunidad —como el exdiputado autonómico y secretario de Comunicación, Fernando de Páramo; o el vicepresidente del Parlament, José María Espejo— son ya diputados electos del Congreso. Por eso, la persona que finalmente sustituya a la jerezana tendrá por delante una tarea más compleja y deberá crear un nuevo núcleo duro.

El 'efecto Arrimadas' en el 28-A

La posibilidad de irse a Madrid llevaba meses barajándose en vista de los beneficios que el núcleo duro de Rivera veía en lanzar la imagen de Arrimadas como su número dos a todos los efectos, repitiendo "la próxima vicepresidenta de España" en cada rincón del país. En Cataluña el resultado no se movió con respecto a 2016: cinco diputados; cuatro por Barcelona (se queda fuera la portavoz municipal de la ciudad condal, Carina Mejías) y uno por Tarragona. Sin embargo, la satisfacción se hizo notar en la noche electoral. El verdadero temor que acechaba a la formación naranja es que ni siquiera la candidatura de Arrimadas pudiera combatir la irrupción de Vox y la recuperación del PP con Cayetana Álvarez de Toledo al frente. Al final no fue así.

No solo eso. En el partido defienden por unanimidad que el "efecto Arrimadas" donde se dejó notar fue en el resto de los territorios. Aseguran que su presencia en Andalucía, Castilla y León o Aragón tuvo mucho que ver con las visitas de la jerezana.

Las dudas sobre si era conveniente o no que Arrimadas diera el paso el 28-A solo tenían que ver con la situación en Cataluña. 'Pesos pesados' del partido, también en el entorno de la jefa de la oposición en esa comunidad, veían riesgos en el relato que se podía construir con su marcha. Lo importante era evitar que se trataba de un abandono. Al final pesó más la batalla de las generales. En Ciudadanos veían "una oportunidad única" en la que la suma de la derecha finalmente no fue suficiente, pero que sirvió para pisarle los talones al PP, su otro gran objetivo, y llegar muy fuertes a las municipales y autonómicas.