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La 'España de los chalés' abandona al PP y abraza a Ciudadanos (y a Vox)
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CIUDADANOS GANA EN LOS PUEBLOS MÁS RICOS

La 'España de los chalés' abandona al PP y abraza a Ciudadanos (y a Vox)

La periferia de Madrid, Valencia y Sevilla, que cuenta con algunos de los municipios más ricos de España, abandona en masa al PP para votar a Ciudadanos. Vox triunfa entre los más ricos

Foto: Hilera de casas adosadas en el centro de Boadilla del Monte. (D.B.)
Hilera de casas adosadas en el centro de Boadilla del Monte. (D.B.)

En Boadilla del Monte, las familias bajaban el domingo en coche desde los lujosos chalés de Montepríncipe, Las Lomas y Bonanza rumbo a los colegios electorales. Muchos niños vestidos de gala, con chaqueta azul y mocasines, iban agarrados de la mano de sus padres, también de punta en blanco. Parecía una jornada electoral rutinaria en uno de los grandes feudos conservadores de Madrid, otro baño de masas para el Partido Popular. Pero muchas de esas papeletas, ensobradas en infinidad de chalés y casas adosadas, no llevaban impresas las siglas de siempre. Boadilla estaba dando la espalda al Partido Popular y abrazando a Ciudadanos. El mismo terremoto electoral azotaba en ese mismo instante el resto de municipios más ricos de España, lugar de residencia de profesionales de éxito y grandes fortunas. Ni en casa era capaz de ganar Pablo Casado.

En la España de los chalés, el sorpaso de Ciudadanos ha sido un notición. Aquí sí ha ganado de verdad Albert Rivera. En Boadilla, tierra de fabulosos bosques y residencias de ensueño, escenario también de la trama Gürtel, Ciudadanos fue la lista más votada con el 28,07% de los sufragios, por el 25,93% del PP. Lo mismo ocurrió en Las Rozas, otro municipio dorado de la Comunidad de Madrid: 27,42% para Ciudadanos y 23,31% para PP. En ambos lugares, Vox se sitúa como tercera fuerza pisando los talones al Partido Popular.

La pauta se repite en Valencia y Sevilla, las otras dos grandes metrópolis españolas (con permiso de Barcelona y Bilbao), lo que invita a pensar en que la bofetada de la España adinerada al PP es un fenómeno a escala nacional. En la periferia rica de Valencia (Godella y Bétera) y Sevilla (Tomares, Espartinas y Castilleja de Guzmán), Ciudadanos le ha comido la tostada a los populares. Solo Rocafort, el pueblo más rico de Valencia, ha aguantado el envite naranja por los pelos. Cuando al PP ya no le aguantan en pie ni sus fortines socioeconómicos más robustos, es que la cosa es realmente grave.

“La gente está harta del PP, también aquí, pero es una gran sorpresa que haya ganado Ciudadanos, nadie lo esperaba. Ahora viene mayo y esto puede dar un vuelco”, dice Juan Carlos Saiz mientras saca lustre a su coche en el garaje de su adosado. “Pero esto no significa que los más ricos se hayan pasado a Ciudadanos. Los que tienen dinero de verdad, los de las urbanizaciones privadas, han votado a Vox. Eso lo sé de primera mano. Ellos siempre están con quien les prometa menos impuestos”.

Saiz no es votante popular y está entusiasmado: “Se lo tienen bien merecido. Las cosas están cambiando. En estos pueblos ya no viven solo los más ricos y conservadores de Madrid. Cuando aquí empezaron a construirse residenciales más asequibles nos vinimos muchas familias de clase media, con otros valores y otro contexto familiar. No creo que el PP vuelva a ganar por goleada por aquí”.

Mientras esos barrios de clase media de Boadilla (aquí la clase media es un adosado de 200m² con garaje y tres plantas) celebran el revolcón naranja, los votantes populares de toda la vida siguen consternados. “No nos lo explicamos, de verdad. Yo creo que a Pablo Casado le ha faltado tiempo para asentar su candidatura, ha ido todo demasiado rápido”, reacciona una señora con gafas de sol y bolso caro en ristre con mucha prisa. ¿La corrupción y el discurso de Casado pueden haber perjudicado la candidatura? “Uy, de de la corrupción hace mucho tiempo ya. Y fueron cuatro los que robaron, con eso nos han hecho mucho daño. Los culpables ya están en la cárcel”, justifica la señora antes de continuar hacia su coche, estacionado junto al ayuntamiento.

placeholder Casco urbano de Boadilla del Monte, Madrid. (D. B.)
Casco urbano de Boadilla del Monte, Madrid. (D. B.)

Pocos votantes de raza del PP se dejan ver en el centro de Las Rozas y Boadilla. Ellos son las personas que hacen de estos pueblos los más selectos de España, pero casi nunca pisan el casco urbano. “Yo me encuentro con algunas en clase de pintura”, cuenta Concha Durán mientras pasea su perro al sol de la mañana. “Y ya hace semanas que oía que muchas querían votar a Vox. Lo tenían muy claro, no ha sido una cosa de última hora. Aquí la gente es muy conservadora y los que tienen más dinero se han ido más a la derecha del PP. No les gusta nada Pablo Casado".

Hace solo unos meses, habría sonado a broma que el Partido Popular hiciera aguas en el flanco de las rentas altas y muy altas

Pozuelo de Alarcón, Majadahonda, Las Rozas y Boadilla, el póquer de pueblos ricos de Madrid, comparten un dato casi exacto: Vox ha logrado un 19% de votos en todos ellos. Un dato contundente e ilustrativo, el doble de la media nacional (10.3%). En esto, la periferia adinerada de Valencia y Sevilla dista un poco de la capital, con porcentajes para Vox que oscilan entre el 10-14% debido a la distinta composición social.

placeholder Acceso a la urbanización Santa Bárbara de Rocafort (Valencia). (Google Maps)
Acceso a la urbanización Santa Bárbara de Rocafort (Valencia). (Google Maps)

Rocafort y Godella, por ejemplo, son pueblos con un casco histórico más sólido y tradicional, muy fiel al PP. Lo que no quita que Ciudadanos les haya robado la moto a los populares en dos de los tres pueblos más ricos de Valencia, Godella y Bétera. En el tercero, Rocafort, Casado ha aguantado el envite por muy poco. Por otro lado, en el triángulo dorado de Sevilla, la primera fuerza ha sido el PSOE, con Vox como segunda opción en Espartinas con un 20% de los sufragios.

Hace solo unos meses, habría sonado a broma que el PP hiciera aguas en el flanco de las rentas altas y muy altas. Génova tendrá que taponar esa fuga inesperada de cara a las elecciones municipales y autonómicas del 26 de mayo. Solo tiene un mes para conseguirlo. Sería un vuelco histórico que los municipios más ricos de España dejasen de votar azul.

En Boadilla del Monte, las familias bajaban el domingo en coche desde los lujosos chalés de Montepríncipe, Las Lomas y Bonanza rumbo a los colegios electorales. Muchos niños vestidos de gala, con chaqueta azul y mocasines, iban agarrados de la mano de sus padres, también de punta en blanco. Parecía una jornada electoral rutinaria en uno de los grandes feudos conservadores de Madrid, otro baño de masas para el Partido Popular. Pero muchas de esas papeletas, ensobradas en infinidad de chalés y casas adosadas, no llevaban impresas las siglas de siempre. Boadilla estaba dando la espalda al Partido Popular y abrazando a Ciudadanos. El mismo terremoto electoral azotaba en ese mismo instante el resto de municipios más ricos de España, lugar de residencia de profesionales de éxito y grandes fortunas. Ni en casa era capaz de ganar Pablo Casado.

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